CAPITULO 15

Duda, confusión, tristeza, dolor, el revoltijo de emociones persistió en mi corazón. Cuando la situación en el pueblo se calmó unos días después, regresamos al palacio.

Jin- Escuché esto por el boca a boca, pero pasaste por algo realmente difícil, ¿no?

Después de terminar mi informe a Sariel, iba de camino a mi habitación cuando me encontré con Jin y le conté lo que había ocurrido en los últimos días. Le conté sobre las acciones despiadadas de Chevalier en el campo de batalla y sobre la enorme cantidad de personas que resultaron heridas. Fue porque él me lo preguntó, por supuesto, pero también porque quería ordenar mis propios sentimientos hablando con alguien al respecto.

MC- Pero... no me arrepiento de haber ido. Es mejor saberlo que permanecer ignorante al respecto para siempre.

Jin- Ya veo. Eres una mujer fuerte, ¿sabes?

(No, no lo soy... para nada.)

Lo que una vez creí se había vuelto increíble. Aunque intenté actuar alegre, sentía que mis piernas podrían ceder en cualquier momento si no tenía cuidado.

Jin- No pareces haberte lastimado, así que me siento aliviado por eso.

MC- ¡Ah!

Jin- ¿Hmm?

(Hablando de lastimarse...)

Hace unos días, cuando me desperté en la habitación del pueblo que habían preparado para mí, descubrí algo extraño. La herida que me había hecho un paciente al rasguñarme había sido tratada sin que yo me diera cuenta.

(Alguien debe haberlo hecho mientras dormía, porque no recuerdo haberlo hecho yo misma. Pero nadie a quien pregunté sabía quién era, y al final, nunca lo averigüé.)

Jin- ¿Qué pasa, MC?

MC- Oh, nada, solo recordé algo un poco extraño que pasó—

????- ¡Estás lleno de eso!

MC & Jin- ¿Eh?

(¿Qué está pasando?)

Ambos dejamos de caminar ante el repentino grito enojado.

MC- Esa voz...

Jin- Suena como una discusión entre hermanos.

Nos miramos antes de apresurarnos en la dirección de donde provenía la voz.

Leon- ¿Qué es para ti una vida humana?

(¡Son Leon y... Chevalier?!)

Leon había agarrado a Chevalier por el cuello y lo había empujado contra la pared, y ahora le estaba gritando a la cara impasible del otro hombre. Estaba a punto de correr a la escena violenta sin demora, pero Jin me detuvo por los hombros.

(Oh, cierto... Esta conversación podría ser más importante de lo que parece.)

Asentí a Jin, que estaba negando con la cabeza, y nos escondimos detrás de un pilar cercano. Luego, volví a centrar mi atención en los otros dos.

Leon- ¿Por qué volviste tu espada contra tu propia gente? Estoy seguro de que había una manera de que pudieras haberlo hablado.

(Debe estar hablando de la reciente purga de Chevalier).

Entonces, de repente recordé. El que estaría más enojado que nadie por la purga, que causó tantas bajas...

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Leon- ¿Quién quiere un reino de gente sin razón para sonreír? Puede sonar como mera palabrería, pero el deber de un príncipe es hacer el ideal una realidad.

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(Leon. Por supuesto.)

Chevalier- Eres demasiado indulgente. La ocupación forzosa de un fuerte es un crimen grave que podría llevar a nuestro reino a la ruina. ¿Llamarías a esos traidores 'nuestra gente'?

Chevalier agarró las manos de Leon, que lo habían inmovilizado por el cuello. Su expresión era increíblemente fría mientras se los arrancaba violentamente.

Leon- No son traidores. Las acciones de la facción anti-guerra son el resultado de que no los escuchaste en primer lugar.

Chevalier- Sí escuché. Y determiné que sus puntos de vista eran innecesarios. Eso es todo.

Leon- ...No querrás decirme que la purga ocurrió porque crees que esa gente es 'innecesaria', ¿verdad?

Chevalier- No hagas una pregunta cuya respuesta ya sabes.

(No me sorprende a estas alturas, pero Chevalier trata las vidas humanas con demasiada ligereza.)

Leon temblaba de ira precisamente porque entendía el peso y la santidad de la vida. Pero para Chevalier, una vida humana era una 'herramienta', y no se inmutó ante la idea de desecharla. En el momento en que él consideró que alguien traería daño al reino, se desharía de ellos sin la menor vacilación, como una bestia.

(Quizás para la realeza, esa es la decisión correcta. Pero siento que va en contra de la esencia básica de un ser humano).

Chevalier- No puedo entender tu enojo en lo más mínimo. No creo que la elección de purgar a unos pocos para salvar a muchos sea una equivocación.

Leon- Eso es porque, a diferencia de ti, lo quiero todo. Salvar tanto a unos pocos como a muchos es lo que hace la realeza.

Chevalier- Es inútil albergar ideales que nunca se harán realidad.

Leon- Aun así es mejor que tú ni siquiera intentar dar lo mejor de ti para salvar a tantos como sea posible.

Ninguno cedió ni un centímetro mientras se miraban fijamente, y entonces el hilo tenso se rompió.

Leon- Estoy harto de esto.

Chevalier- De hecho.

(Así que terminó, y todavía no se entienden).

Leon se alejó a paso rápido, dejando a Chevalier solo.

Chevalier- ¿Bien?

(¡Oh, oh!)

Sus fríos ojos perforaron el pilar detrás del cual nos escondíamos.

(Así que nos notó).

Cuando emergí de detrás del pilar, me encontré con su mirada audaz. Mis piernas se tensaron como si fuera un pequeño animal siendo evaluado por una bestia de presa.