Chevalier Michel

ROMANTIC ROUTE - CAPITULO 22

Una cortina azul profundo cubría el cielo crepuscular. Un campamento con el blasón de Obsidiana se había transformado en un infierno de gritos agonizantes.

Caballero de la faccion anti-guerra- Gaaah... ngh...

Chevalier- Parece que eres el único que queda.

Flandre- Esto es imposible...

Los gemidos de los muchos caballeros que habían estado en el campamento se combinaron en un coro espantoso. En medio de todo estaba la bestia vestida de blanco, con su espada aún sin desenvainar, y Flandre, el líder de la facción anti-guerra que estaba allí aturdido, incapaz de creer lo que veían sus ojos.

Chevalier- No esperaba que fuera tan fácil. Decepcionante. ¿Eran solo un grupo de aficionados?

Flandre- ¡Deberías saber que eso no es cierto. ¿Te estás burlando de nosotros?!

Chevalier- Eres una vergüenza. No tienes derecho a quejarte de que se burlen de ti. En primer lugar, pensé que le había dicho a tu vigía que quería hablar.

Flandre- ¿Quién creería la mentira de que la Bestia Brutal quería hablar? ¡Además, tenías la intención de matarnos a todos de todos modos!

Chevalier- Lamentablemente, no vine aquí esta noche para matarte. Si abrieras los ojos, te darías cuenta.

Con el aire de un vencedor, Chevalier sonrió tranquilamente.

Chevalier- Vine a ofrecerte la redención.

Flandre- ¿...Redención?

Chevalier- Si tu facción rompe lazos con Obsidiana inmediatamente y se une a nuestro país, lo consideraré una expiación por tus crímenes. Sin embargo...

Sus ojos helados se entrecerraron, pareciéndose a los de un tigre justo antes de abatir a su presa. Incluso cuando Flandre puso una mano en la empuñadura de su espada, revelando su cautela, la actitud de Chevalier no cambió.

Chevalier- La esencia de la facción anti-guerra es proteger a sus seres queridos. Escuché que esos seres queridos migraron a varias islas frente a la costa occidental de Benitoite hace varios meses.

Flandre- ¿Cómo lo hiciste...? ¡¿No los estás amenazando, verdad?!

Chevalier- ¿Qué piensas?

Flandre se mordió el labio.

Chevalier- Traición u obediencia, de cualquier manera, no me importa. Elige lo que prefieras.

Un silencio vacilante dominó la zona durante varios segundos.

Flandre- ¿...Por qué?

Chevalier- ¿Por qué que? ¿Por qué no los he castigado incluso después de descubrir dónde estaba tu familia?

Los labios de Flandre se apretaron por la frustración, como si Chevalier hubiera dado en el clavo.

Chevalier- Usar la fuerza para reprimir a aquellos que tienen puntos de vista diferentes sobre el país se llama dictadura. Nunca he deseado eso para nuestro reino.

Flandre- Pero... ¡has matado a cualquiera que pudiera dañar al país!

Chevalier- Cualquiera que pudiera causar DAÑO REAL. Las opiniones disidentes sobre la forma en que se dirige el país son fuentes valiosas de información al tomar decisiones políticas. Declaramos esta guerra porque la consideramos necesaria, pero habría respetado sus quejas si hubieran estado justificadas.

Flandre apretó los dientes y miró fijamente al otro hombre.

Chevalier- Sin embargo, al parecer todos ustedes creyeron desde el principio que no los escucharía, y por eso eligieron el camino de la hostilidad.

Flandre- ...Te conozco, y no eres el tipo de hombre que acabas de describir. ¡Nadie más que tú podría masacrar sin piedad a la gente y hacer lo que le plazca sin importar los deseos o necesidades de los demás!

Chevalier- No fuiste lo suficientemente perspicaz como para ver mi verdadera naturaleza. Eso es todo.

Con una expresión que era la encarnación misma de la desesperación, Flandre se desplomó en el suelo. El resultado era claro para cualquiera, y como si alguien hubiera estado esperando ese momento, el sonido de aplausos surgió de cerca.

Clavis- ¡Caramba, bien hecho!

Clavis, que había salido de una tienda de campaña, rio tan alegremente que era casi inapropiado mientras se movía para colocarse junto a Chevalier.

Chevalier- ¿Encontraste el antídoto?

Clavis- Sí. Y ya que estaba, agarré el veneno.

Sacó dos botellas de su bolsillo del pecho. Una contenía un líquido de color ominoso, y la otra contenía un líquido turbio. A simple vista, ni siquiera parecían medicina, pero después de una sola mirada a ellos, las comisuras de la boca de Chevalier se curvaron.

Chevalier- ...creo que el antídoto que le pedí al médico será suficiente.

Clavis- Estoy impresionado, Chev. Pero, para estar seguros, démosle esto también.

Chevalier- De hecho. Clavis, te dejo la limpieza aquí. Después de todo, esto fue tu culpa.

Clavis se encogió de hombros alegremente ante los ojos despiadados y gélidos que lo taladraban.

Clavis- ¿Estás seguro de que quieres confiarme a mis 'amigos'?

Chevalier- Solo esta vez. Puedes entretenerte con ellos si quieres, pero mantén tus manos en las riendas. Si alguna vez vuelves a hacer algo así, vas a recibir lo que te mereces.

Clavis- ¡Jajá! Lo tendré en cuenta.

Chevalier se apartó de la significativa sonrisa de Clavis y se echó la capa hacia atrás.

Clavis- Hablando en serio, no puedo creer que no mataras a una sola persona aquí. Si los dejas vivir, podría haber algo más que una rebelión la próxima vez.

Chevalier- No importa si se rebelan o no. Sin embargo—

Chevalier se dio la vuelta, y había una terrible frialdad en sus ojos azules.



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En el texto hay: romance, bellaybestia

Editado: 25.08.2025

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