ROMANTIC ROUTE - CAPITULO 23

Chevalier- Una vez que se seleccione un rey, la Cláusula 99 entrará en vigor de inmediato. No importa a quién elijas, no podrás tener más contacto con él, por lo que no se te permitirá permanecer en el palacio más allá de ese punto. Considera el día que elijas a un rey como el último día que pases en el palacio.

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Mi herida había sanado, y el tiempo señalado se acercaba lentamente.

(Chevalier y yo solo podremos estar juntos unos pocos días más. Al menos quiero hacer una última cosa...)

MC- Príncipe Chevalier, ¿bailarías conmigo?

Sentado a mi lado en el sofá y bebiendo su té, Chevalier se quedó inmóvil a mitad del sorbo. Una expresión de asombro en blanco había cubierto su rostro. Después de varios segundos, hizo una mueca.

Chevalier- ...Suena como una molestia.

MC- Ya veo...

(Sabía que diría que no.)

Chevalier- De todos modos, ¿qué podría ganar yo bailando contigo?

MC- Bueno...

Como agradecimiento por el baile, te entretendré de alguna manera.

(Podría darte un libro raro, o hablar sobre un tema interesante... He aprendido muchas maneras de entretenerte durante mi tiempo en el palacio.)

Pareció considerarlo por un momento.

Chevalier- Dices eso como si fuera algo muy significativo. Sería solo un pequeño precio a pagar por atreverte a hacerme bailar contigo.

(Pero pensé que odiaba bailar.)

Una ráfaga de te quiero se agolpó en mi corazón hasta que sentí que iba a estallar.

MC- ¡Oh, gracias!

(Estoy tan feliz. Siento que estoy soñando.)

Chevalier- ...Creo que eres la única mujer en el mundo con este extraño deseo de bailar conmigo.

Cuando entramos al salón de baile, un sol poniente tan rojo y hechizante como una gran rosa nos recibió. Entrecerré los ojos ante la luz brillante, y Chevalier se interpuso entre la ventana y yo para bloquearla. Si esto fuera una historia, el príncipe diría la frase cliché, Toma mi mano, pero Chevalier simplemente tomó mi mano en silencio y me guio hacia el centro de la habitación.

(Aunque no dijo ni una palabra... mi corazón está latiendo increíblemente rápido.)

El salón de baile estaba solitario sin música ni gente, pero lo animamos con el sonido de nuestros pasos de baile. El liderazgo de Chevalier era lánguido, pero sus movimientos eran eficientes y cautivadoramente hermosos.

MC- Príncipe Chevalier, eres realmente bueno bailando. Por lo que habías dicho antes, asumí que nunca habías bailado.

Chevalier- No lo he hecho, pero tengo conocimiento de ello. Sin embargo, nunca imaginé que ese conocimiento sería utilizado para entretenerte.

Chevalier continuó dirigiéndome en el baile incluso mientras hablaba. Cada vez que nuestras miradas se encontraban, nos acercábamos un poco más... Música imaginaria repintó la escena a mi alrededor como si hubiera vagado en un cuento de hadas.

(¡Me estoy divirtiendo mucho! Mucho, mucho más de lo que jamás imaginé...!)

Chevalier- Eres una mujer sencilla si encuentras alegría en algo tan insignificante.

MC- No soy sencilla. Tener la oportunidad de bailar contigo es un tesoro más precioso para mí que el oro.

Chevalier- ...Quizás eso sea cierto para un simplón.

La sonrisa que tanto amaba añadió aún más color a la escena onírica. Si pudiera renunciar a la eternidad para capturar este momento, no tendría remordimientos.

(Cuando nos conocimos, pensé que era una bestia despiadada. Me pregunto cuándo empecé a sentirme tan atraída por él...)

Me encantaba su sonrisa tan humana que se mostraba de vez en cuando. Disfruté el tiempo que pasamos hablando de libros, e incluso me encantaba cuando vislumbraba su expresión sincera de perfil.

(Me ayuda siempre que estoy en problemas. No es una persona fría. Es solo que... hasta ahora, pensé que no había amor dentro de él.)

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MC- ¿Así que el amor no te importa, Príncipe Chevalier?

Chevalier- En absoluto. Un rey no necesita cosas como el amor.

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(Pero ahora...)

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Rio- Él debe amarte, MC.

(Oh...)

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(...No es que me esté volviendo engreída e imaginando algo que no existe. Hay amor dentro de Chevalier donde antes no lo había, cuando nos conocimos. La Bestia Brutal no se ve por ninguna parte.)

Finalmente, disminuimos la velocidad hasta detenernos, y el salón de baile volvió a quedar en silencio.

(Si esto fuera una historia, ahora sería el momento de que nos expresáramos nuestros sentimientos.)

Qué feliz sería si pudiera entregarme a mi corazón, que todavía latía salvajemente, y disfrutar de este dulce sueño.

(Pero yo soy Bella, y él es un príncipe. Lo que tengo que hacer aquí es decir palabras de despedida, no de una confesión.)

MC- Príncipe Chevalier.

Sus manos todavía sostenían las mías, y las solté. Oculté el dolor en mi corazón...

MC- Tengo la intención de elegir al segundo príncipe para que sea rey.

Chevalier- ¿Oh...?

Sus claros ojos azules solo me veían a mí, como si estuvieran buscando mi verdadera intención.

Chevalier- ¿Tu rey ideal no es alguien que se encuentra a medio camino con la gente, como Black?