Después de haber sido tomado como prisionero de Obsidiana, la persona más inesperada vino a mi rescate.
MC- ¿Qué haces aquí, Príncipe Chevalier? Me dijiste que me dejarían morir...
Mi voz se quebró al pronunciar las últimas palabras, y Chevalier acercó su rostro a mi oído.
Chevalier- Vine a salvarte.
(¡Oh!)
Chevalier- ...¿Creíste que eso es lo que diría, simplona?
(¿Qué?)
Se burló de mí y parpadeé.
MC- ...¿Así que no viniste a salvarme?
(Seguro que sí. ¿Por qué otra razón estaría aquí?)
Cuando levanté la cabeza, la sonrisa intrépida de Chevalier apareció en mi campo de visión. Esa sonrisa tranquilizadora tuvo el poder suficiente para ahuyentar mis lágrimas antes de que cayeran por mis mejillas.
Chevalier- Lo que te pase a ti es irrelevante para mí.
Aunque sus palabras eran frías, los brazos que me abrazaban como para consolarme estaban llenos de calidez.
MC- Entonces, ¿por qué...?
Chevalier- ¿Qué harías si algo tuyo fuera robado?
(No estoy seguro de adónde quiere llegar con esto).
MC- Depende... podría simplemente dejarlo ir, pero si fuera algo de lo que no pudiera desprenderme, encontraría la manera de recuperarlo.
Chevalier- Exacto. Ahora, vámonos.
(Oh....)
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Chevalier- En el campo de batalla, perteneces al segundo príncipe.
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(Ay, Dios mío...)
Chevalier me había dicho implícitamente que, para él, yo era alguien a quien valía la pena recuperar. Olvidando momentáneamente la situación en la que nos encontrábamos, mi corazón comenzó a latir ruidosamente en mi pecho.
(No, espera... Estoy segura de que quiere decir que vino porque quiere evitar que el enemigo me explote en contra de nuestro país.)
Suavemente guardé la parte de mi corazón que casi malinterpretó la situación.
MC- Príncipe Chevalier, ¿dónde están los demás que vinieron contigo?
Chevalier- Nadie vino conmigo.
MC- ¿Qué? ¿Nadie en absoluto?
Chevalier- Naturalmente. No tengo tropas que pueda movilizar para circunstancias imprevistas.
(No lo puedo creer... ¡¿Se abrió camino hasta aquí él solo?!)
MC- ¡Si algo de esto sale mal, no podremos regresar...!
(Si ocurre el peor de los escenarios, entonces...)
Le apreté el brazo, cuya manga estaba cubierta de sangre, y él dio un suspiro exasperado.
Chevalier- ¿Estás intentando burlarte de mí?
MC- ¿Por qué diablos pensarías eso?
Chevalier- No soy tan idiota como para dejar que gentuza como esa me derrote. Derribaré hasta al último que se levante contra mí.
(Bueno... Estamos hablando de Chevalier. Podría lograrlo.)
Sería absurdo que una persona común afirmara poder hacerlo, pero cuando Chevalier dijo eso, parecía que podría ser la verdad.
Chevalier- ¿Por qué crees que te traje al campo de batalla en primer lugar?
MC- ¿Hmm? ¿Para poder cumplir mi papel como Belle, verdad?
Chevalier- Esa no es la única razón.
Una sombra cayó sobre las aguas heladas de sus ojos.
Chevalier- ...El enemigo habría descubierto tu existencia tarde o temprano. En esa situación, si fuiste secuestrada del palacio o del campo de batalla cambiaría la ubicación donde te mantuvieron prisionera. Sería más conveniente para mí si te tuvieran en algún lugar cerca del campo de batalla.
(Entonces eso significa...)
MC- ¿Estás diciendo... que tenías la intención de traerme de vuelta desde el principio?
(¿Realmente predijo todo lo que pasaría...?)
Aun mientras me preguntaba si le había malinterpretado, hice la pregunta, y él se rio con desdén como siempre lo hacía.
Chevalier- Nunca tuve la intención de dejar que una nación enemiga te tuviera.
(Sé que ahora no es el momento de estar feliz... y entiendo que vino únicamente porque no quería que Belle fuera explotada. Pero, por Dios, es todo lo que puedo hacer para no tener una gran sonrisa en mi cara.)
Ya había dejado de temblar, y Chevalier retiró tranquilamente sus brazos de alrededor de mí. Luego rasgó un trozo de una de las sábanas de la cama y lo envolvió alrededor de mis hombros para cubrir el lugar donde mi blusa rasgada colgaba abierta.
MC- Gracias, Príncipe Chevalier.
Chevalier- Creí que ya había dicho que no vine a rescatarte.
MC- Lo hiciste. Pero no importa cuál sea tu razón, estoy a salvo gracias a ti.
Pareció quedarse momentáneamente sin palabras.
MC- Absolutamente te pagaré por esta amabilidad.
Chevalier- Eso ni se pregunta.
(Gracias a todo lo que ha hecho por mí, sé que volveré a salvo y cumpliré mi papel como Belle. Estoy segura de que esa es la mejor manera posible de pagarle.)
Mientras tomaba mi decisión, Chevalier desenvainó su espada. Justo entonces, escuchamos el sonido distante de pasos con la fuerza de un alud que venían en nuestra dirección.
(Eso no es una buena señal...)
Chevalier- Derribé a varias personas de camino aquí. Ya es hora de que el enemigo se diera cuenta de que tienen un intruso.
MC- ¡Oh!
El número de caballeros enemigos que parecían acercarse, a juzgar por el sonido, fue suficiente para hacerme palidecer, pero Chevalier no pareció inmutarse. Al contrario, había una luz feroz parpadeando en sus ojos helados. La audacia de un tigre justo antes de una cacería era mucho más temible que un enjambre de enemigos.
(Increíble... No hay nadie con quien pudiera contar más que con este hombre. Por eso debería decir esto aquí y ahora...)