Chica Lobo

17.

La voz de la profesora era como un murmullo sin importancia. Ni siquiera escuchaba el deslizamiento de la tiza sobre la pizarra, escribiendo un montón de logaritmos que ni yo llegaba a entender.

Intentaba prestar atención, pero tener a Roddick en la cabeza no me lo ponía tan fácil.

Por una parte, me alegraba que nadie hubiera sospechado. Roddick hizo un esfuerzo de no desvelar nada de nuestro encuentro. Me sentía algo culpable, en mi manada cuando alguien encontraba a su mate lo decía a gritos por las calles o la marcaba de inmediato. Estaba segura que aquí sería el mismo panorama.

Pero no podía arriesgarme. Quería una vida de lo más normal y aburrida posible, y no entraba en mis planes que tuviera un compañero, y para colmo uno de una raza... o especie distinta a la mía.

Era de locos, ¿Acaso eso era posible? Tenía sentido respecto a la biología, pero verlo en persona descuadra a cualquiera.

¿Y ahora qué? ¿Me lanzo a sus brazos y ya? Ni siquiera sentía algo... Salvo el nerviosismo de estar cerca de él.

Nunca había estado enamorada, por lo que esa clase de desconocimiento era propio en mí, pero no creo que la sensación de mariposas en el estómago lo pueda describir.

Apoyé mi barbilla en los nudillos de mis dedos, observando sin mirar la pizarra. Estaba segura de que no iba a funcionar.

Y por otra parte, tenía miedo.

La vibración de mi móvil en mi vaquero me sobresaltó. Sin que me viera la profesora, lo saqué lentamente y lo escondí bajo unos folios. Sabiendo que no me prestaba atención lo desbloqueo, ¿quién me mandaría un mensaje en medio de la clase?

Un número desconocido.

Pulso en el mensaje y descubro su propietario.

"¿Te divierte la clase? Por cierto soy Roddick"✓✓

Miro por todos lados, parándome en la ventana. No le veo.

✓✓"¡¿Me estás espiando?!"

"No, pero saber que estás leyendo mi mensaje me hace pensar que estás distraída"✓✓

✓✓"¿Y en qué debería estar distraída?

"Uhmm...¿Pensando en mí?"✓✓

Idiota y narcisista, como no.

✓✓"¿Cómo sabes mi número?

"Lo miré del móvil de Scarlett. Estaba enseñándome unas fotos de la fiesta"✓✓

✓✓"¿Te lo dio ella?"

"Jamás haría eso sin tu permiso... Simplemente aproveché que no miraba para memorizarlo"✓✓

✓✓"Podías haberlo pedido"

"¿Y me lo hubieras dado?"✓✓

No respondí. Me quedé pensando en esa posibilidad, y seguramente le habría dado vueltas para no dárselo.

"Seguramente no me lo darías con la excusa de que no nos conocemos"✓✓

✓✓"Sí, habría dicho eso"

"¿Y qué mejor forma que hablando de ésta forma? Perdona si te ha sentado mal que consiguiera tu número sin tu permiso"✓✓

✓✓"No... No te preocupes. Tenía que habértelo mandado, pero no lo pensé"


Esta vez tardó más en responder. Pensé que se había enfadado, pero poco después de mirar la pizarra y ver que la clase seguía con su curso normal, un nuevo mensaje apareció.

"¿Entendiste lo que te dije en la cafetería?"✓✓

Me quedé pensando hasta recordarlo.

✓✓"No... ¿qué habías dicho?"

"Que eres preciosa"✓✓

Bloqueo el móvil de inmediato y lo guardo en mi mochila, sintiendo como el calor se instalaba en mis mejillas. Entierro mi cara entre mis manos, deseando que nadie se diera cuenta de mi estado, como si los latidos de mi corazón se reflejaran en mi rostro.

Nadie me había dicho eso, aparte de mi familia y mis amigas. Puede que sólo sea por escrito, pero al leerlo me he imaginado su voz susurrando en mi oído dichas palabras, y rápidamente, como un estallido, mi cuerpo se encendió.

¿Acaso esto eran los efectos de la imprimación? Me explicaron de que había cosas inevitable en la forma de reaccionar y nunca lo llegué a entender, hasta ahora.

Pero no tenía sentido. Yo no sentía esa obsesión de tenerle, pero sí que me hacía sentirme extraña de mi propio cuerpo. Conseguía confundirme por completo.

Respiré profundamente. Puede que exista alguna conexión, pero es algo que, con el tiempo, he de averiguarlo.




 

Suelto el frío aire que se cuela por mis pulmones, creando bolas de humo en mi boca. El paso de la mañana había arrastrado consigo una bajada de las temperaturas que, al salir, todos notamos de inmediato.

Sin entretenernos más, nos despedimos. Cada uno tenía que hacer sus propios trabajos, y el resto tenía que estudiar para un examen, estando yo incluida en ese grupo.

Sin embargo, mi sorpresa fue cuando Dory me agarra por la cazadora para llamar mi atención.

-¿Te importa si vas tú sola a casa?



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En el texto hay: hombreslobo, romance, mates

Editado: 11.10.2018

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