Chicago

Capítulo 20

Emma

La despedida de April fue muy divertida. Lo poco que recuerdo es que decidimos ir a una discoteca por unas horas y luego hacer una pijamada en casa de Kim. Terminamos agotadas.

Después de ese día, todo siguió con normalidad. Cada detalle pendiente de la boda se resolvió, y así pasaron abril y mayo. Finalmente, llegó junio. El gran día había llegado y todos comenzamos a prepararnos.

La ceremonia sería al aire libre, justo al atardecer. El lugar era hermoso. Escogieron un salón con un jardín privado bastante amplio, decorado con luces tenues y arreglos florales. Las damas llevábamos vestidos de color rojo vino; los padrinos, trajes azul oscuro con corbatas en tono borgoña. Sin duda, todo apuntaba a que sería la boda perfecta. Nada podía arruinarlo.

Mi situación con Jay no había cambiado. Seguíamos distanciados. Las cosas con Kelly estaban bien: después de algunos encuentros más, decidimos dejarlo ahí y continuar como amigos. Claro que extrañaba esas noches, pero era momento de avanzar. Estar con él me ayudó a dejar de pensar en Jay... aunque eso no significaba que todo estuviera bien entre nosotros.

Durante la boda, me mantuve junto a Anny. Lo curioso era que Antonio estaba con Jay, y ambos parecían bastante empeñados en cruzarnos a toda costa.

—¿Qué les pasa hoy? —pregunté, sorprendiendo a Anny mientras disfrutaba de su bebida.

—¿A qué te refieres? —respondió con fingida inocencia.

—Antonio y tú me dijeron que me alejara de Jay... y ahora pareciera que tienen un plan para que estemos juntos.

Fijé mi mirada en ella. Anny desvió la suya, incómoda.

—Estás paranoica. Vamos, disfruta la fiesta —dijo al tomarme de la mano y arrastrarme hacia la pista de baile.

Suspiré, rendida. Decidí dejar el tema de lado. Las chicas y yo formamos un grupo y comenzamos a bailar. Era un día para soltar el estrés y divertirnos.

Las canciones iban pasando y el ánimo subía cada vez más. Todos saltaban, cantaban a todo pulmón. De pronto, el DJ decidió que era momento de bajar un poco la intensidad con una canción lenta. Me detuve, y vi cómo mis amigas se iban con sus parejas. Estaba a punto de volver a mi mesa cuando sentí un leve empujón que me llevó directo contra el pecho de alguien.

No necesitaba mirar para saber de quién se trataba. Reconocí su perfume al instante. Al alzar la vista, mis ojos se encontraron con esos ojos azules que conocía demasiado bien. Acompañados de una sonrisa... algo nerviosa.

—¿Estás bien? —preguntó mientras me ayudaba a enderezarme. Ya estábamos en posición de baile.

—Sí... gracias —respondí. Por alguna razón, no podía apartar la mirada. Había una conexión entre nuestras miradas, algo que no se rompía con nada.

—¿Bailamos?

—Bueno... creo que ya estamos bailando.

Reímos juntos por la situación y empezamos a movernos suavemente al ritmo de la música.

—Y... ¿cómo va todo con Erin?

No sé por qué lo pregunté. Quizá porque en el fondo necesitaba saber. Me mordí el labio, arrepintiéndome al instante.

—No sé nada de ella desde la gala —respondió sin titubeos.

Antes de que pudiera replicar, me hizo girar suavemente y continuamos bailando. Su respuesta me tomó por sorpresa. Juraba que seguían juntos.

—¿No regresaron?

—No.

—¿Por qué?

—Porque me di cuenta de que ya no siento nada por ella. Y de que no vale la pena seguir aferrándome a algo que no me hace bien... cuando mi corazón ya pertenece a alguien más.

Ambos dejamos de movernos. Pero no nos alejamos. Seguíamos muy cerca.

—¿Estás enamorado? —pregunté en un susurro.

—Sí.

—Me alegro por ti. Sabes que me importas mucho.

—¿No vas a preguntar quién es?

—¿Me lo dirías?

—Sí.

—¿De quién te enamoraste?

—De ti.

Un nudo se formó en mi garganta al escucharlo. Dos simples palabras... bastaron para acelerar mi corazón. Para hacerme temblar. Para calmar mi mente y darle alegría a mi alma. Dos palabras que se sellaron con un beso. Uno que llegó después de unos segundos en los que me quedé paralizada por la sorpresa. Uno que me trajo de vuelta a la realidad.

No estaba soñando.

Era real.

Jay estaba enamorado de mí... y yo de él.



#1726 en Otros
#327 en Acción
#4772 en Novela romántica

En el texto hay: amor, chicago, chicagopd

Editado: 27.07.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.