Chico lindo.

Juntos.

Pasan los días, pasan los meses y un día simplemente buscamos un apartamento, chico lindo. Juntos. Porque vas a mudarte. Vamos, en realidad. Vamos a mudarnos. No sé si es buena idea y creo que en definitiva hemos pisado el acelerador de esto sin tener muy claro lo que sea con lo que vayamos a estrellarnos.

Almohadas.

Nos estrellamos con almohadas. Cada mañana. Me golpeas cada mañana mientras duermo, me golpeas con almohadas para que salga de la cama muy temprano, porque te gusta extender las sabanas hasta el infinito y que ningún pliegue se forme. Te miro con terror a veces cuando me descubres usando un vaso sin posavasos porque diablos chico lindo, eres solo un poco, solo un poco obsesivo con el asunto de la limpieza y el orden y si lo hubiese sabido mucho antes de mudarme contigo, mi decisión no hubiera cambiado en nada Park JiMin. Yo no te habría cambiado por nada. Tomas café amargo cuando vienes de una guardia difícil pero en realidad amas el té, lo sé por todas las cajas de diferentes sabores que tienes en la alacena, las ordenas por color ,chico lindo y yo y Señor Park solo nos miramos asustados cuando comienzas a reorganizarlas porque yo quería un poco de manzanilla. Ordenas todo, Park JiMin, lo haces por color. Pantalones, camisas, camisetas, zapatos, pijamas. Eres increíblemente organizado, malditamente eficiente pero cuando comienzas a meterte en mi cajón de calcetines sé que es demasiado así que solo muerdo un poco tu hombro y te recuerdo que no importa que tanto lo ordenes, en un par de horas lo habré revuelto todo de nuevo, suspiras apartándote y debo recordarte que te amo.

El sexo también funciona. Curioso, las relaciones normales tienen sexo post discusión. Tenemos sexo para hacer que te alejes de mis calcetines. Funciona. Siempre funciona.

Mientras no meta mis narices en tus libros y apuntes, todo está bien.

Mientras no metas las tuyas en el escritorio en el que me siento a escribir, sobreviviremos.

Aunque no sé qué haré con todas las cajas de lápices que compras para mi cada vez que vas a la librería por resaltadores. Cariño soy escritor, pero no necesito tantos lápices.

Aun así, lo agradezco y te sonrió.

Solo porque te ves feliz viendo el papel colorido que envuelve los largos tubos de madera. "Los compré para ti porque tienen dibujitos" dices sonriendo mientras sacas uno de la caja "mira Señor Park", te inclinas hacia nuestro gato para mostrarle el lápiz, Señor Park no se muestra interesado en lo absoluto, el solo mira en tu dirección ligeramente extrañado "Hay gatitos aquí",sonríes.

Y sonrió.

Porque creo que te amo demasiado, Park JiMin.

No solo al chico lindo.

No solo al doctor.

Te amo a ti, Park JiMin.

A veces no duermes.

A veces yo no duermo.

Y solo nos miramos en silencio, reconociendo nuestros rostros.

"Tengo miedo" susurras "miedo de no poder hacer esto bien."

"¿Ser doctor?"

Guardas silencio y me miras fijamente.

"También tengo miedo" susurró "¿Qué dices si dejamos todo y nos vamos lejos?" Sonríes y todo parece mucho, mucho más iluminado. El miedo, la frustración y la incertidumbre se pierden en ese pequeño dientecito delantero solo un poco torcido cuando te escucho reír.

"¿A dónde vamos?" susurras entusiasmado.

"No tengo idea Park JiMin" susurro viendo fijamente tus ojos castaños, pero me veo serio de pronto. Quiero convencerte de huir. Huir lejos, huir lejos y hacer una locura. Podríamos poner un circo. Así que utilizaré lo mejor que tengo "Solo empaquemos tus libros y a señor Park y vayamos hacia algún lugar."

"¿Cómo cuál?" sonríes.

"¿Acaso importa? Vámonos JiMin. Vámonos y pongamos un circo". Ríes y tu mano va directo a mi hombro empujándome con suavidad. "Podemos poner un acto con señor Park". Vuelves a reír y te beso.

Y sé que no es tan mala noche, porque hacemos el amor.

Hay más noches.

Hay más noches en las que quiero rendirme y tú también. Yo no te dejo ni tú a mí. Vienes mientras leo recostado en el sofá y te paras ahí con los ojos más tristes que he visto en mi vida. Así que solo suspiro y hago a un lado el libro "ven aquí" digo quitándome las gafas "anda JiMin-ah, ven aquí", sorbes por la nariz y te arrebujas contra mi cuerpo en el pequeño espacio que compartimos y mientras lloras mis brazos te sujetan para que no te rompas. Lloras por la medicina, lloras por la maldita hora en la que quien sea que nos hizo, nos dio cuerpos tan frágiles y por lo torpe que crees que eres en un quirófano.



#7129 en Fanfic

En el texto hay: min yoongi, park jimin, cafeteria

Editado: 16.06.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.