Chispas

Capítulo 38

Asentí con la cabeza con comprensión y le sonreí a ella y a sus tías, asintiendo y radiantes de orgullo. Rompí el silencio preguntando acerca de sus impresiones.

Me senté y terminé mi almuerzo con ellas, escuchando sus historias de cuándo y cómo se imprimieron y ascendieron. Estaba fascinada. Estaba segura de que estaban enfermas de mis preguntas, pero siguieron sonriendo y contestando con entusiasmo.

Disfrute con ellas y nadie me trato como si fuera una niña o una ingenua. Se compadecieron, se rieron, otros se rieron más de una vez. Traté de alejar mi mirada de Jen, sabiendo que no tendría una historia que contar, pero cuando mis ojos se derivaron hacia ella se veía feliz y contenta con María sentada en su regazo.

Finalmente los chicos salieron y sacaron algunas sillas para sentarse alrededor de nosotras.

-¿Estás viva? -Bromeó Fred. -Tenía miedo de lo que me iba a encontrar aquí.

-Sí, estoy viva. Y he aprendido mucho -declame con las cejas levantadas.

-Oh no, ahora tengo miedo.

-Debes tenerlo. -Me incliné hacia delante para susurrar en voz alta. -Sé de la ropa interior de Scooby Doo.

Él gimió mientras me reía y el papá de Adam, al que nunca le he podido recordar el nombre, se acerca.

-Fred. Ven a tocar para nosotros.

-No. No. -Él lo rechazó.

-Sí. Sí. Ha pasado mucho tiempo desde que tocaste algo. Vamos. Toca mientras tiramos herraduras.

-¡Vamos, Fred! -Gritaban otras personas.

-Está bien. -Él me hizo una mueca y se inclino para susurrarme al oído:

-Guitarra. Y a propósito, el nombre del papá de Adam es Max. -Entonces él me besó en la sien y me sonrió mientras tomaba la guitarra del tío Max y se recostaba en su silla.

Empezó a tocar algo y Max arreglar las herraduras. Eché un vistazo a Fred cuando reconocí la canción que estaba tocando, Fake Plastic Trees de Radiohead. Ni siquiera estaba mirando a las cuerdas mientras tocaba. Él me miraba.

Entonces vi a Adam viniendo hacia mí y me congelé.

¡Mierda! ¡Mierda!

Sabía que iba a pedirme que fuese su compañera en herraduras, podía verlo en su cara y no quería tener ningún otro conflicto entre Fred y Adam. Eso lo haría sin duda. Así que me levante de la silla rápidamente, actuando como si no lo hubiera visto venir, Liam que estaba a sólo unos dosmetros de distancia, y me fui derechito a Peter, que estaba apoyado en la mesa de al lado viendo a todos.

-Hola.

-Hola -dijo él con facilidad.

-¿Quieres ser mi pareja en herradura?

Él sonrió.

-Un viejo como yo no obtiene muchas invitaciones.

-Aw, vamos. No eres viejo. Y nunca he jugado antes, así que no estoy segura de si debes jugar o correr.

Se echó a reír a carcajadas al mismo tiempo que Adam nos alcanzaba. Demonios. Me siguió hasta aquí.

-Emma. ¿Quieres jugar conmigo?

-Uh, creo que convencí a Peter para ser mi compañero, si es lo suficientemente valiente.

-Oh -dijo

Peter sonriendo mientras se levantaba y puse mi mano en el hueco de su brazo. Él nos llevó hacia los demás. -Está bien, soy lo suficientemente valiente. Pero será mejor que tengas cuidado porque mi esposa me enseñó todo lo que sé.

Me eché a reír.

-Aja. Bueno, no es como si pudiera ver la diferencia entre lo bueno y lo malo de todos modos. Vas a tener que enseñarme.

Me mostró cómo alinear y que tan fuerte tirar.

-Entonces, ¿te sientes mejor ahora?

-Mucho.

-Bien. Estoy preocupado por ti y Fred. Todavía estoy tratando de encontrar algo mejor para los dos.

-Gracias. Sabes, no estoy tan preocupada sin embargo. Harry es muy astuto y todo lo solucionaremos. Lo sé.

Él asintió con la cabeza y sonrió.

Jugamos un par de turnos y en realidad gane algunos. Me preguntó acerca de la escuela y las cosas. Le hablé de la pista de atletismo.

Él lanzó una herradura y se detuvo a mitad en el aire. Lo mire boquiabierta, pero él sonrió y se volvió para encontrar a Rachel. Ella sonrió.

-¿Estás diciéndole esa vieja mentira de mí enseñándote todo lo que se?

-Sí, señora, lo estoy. -Él abrió sus brazos y ella entró en ellos, riendo, divertida. Con sus brazos alrededor del otro se volvió hacia mí.

-Honestamente, Emma, mi mujer es terrible en herraduras. A menos que haga trampa -dijo sonriendo y soltó una carcajada cuando ella juguetonamente le dio un puñetazo en el estómago.

-Me gustaría que no fuera verdad, pero lo es -admitió. -Así que, ¿cómo le está yendo a nuestra Emma?

-Maravillosamente, es una natural en herraduras. -Entonces, se aclaró la garganta. -Lo que hiciste fue muy considerado, Emma.

-¿Qué?

-Te vi antes y vi a Adam caminando hacia ti. Prácticamente podía leer tus pensamientos mientras correteabas a mí.

-¿En serio? -Arrugue mi nariz. -No estaba tratando de herir los sentimientos de Adam, pero él sabía cómo frotar a Fred de la manera equivocada, y lo hacía a propósito. Sólo estaba tratando de evitar el conflicto.

-Lo sé. Y confía en mí, Adam no lo vio, pero yo sí y Fred también.

Él asintió con la cabeza a Fred y lo mire. Él me miraba con tanto amor en sus ojos, era terriblemente obvio, pero no me importaba. Le sonreí y luego se rió cuando uno de los tíos de Fred me agarró del brazo para alejarme para otro juego.

Estaba entregada a varios otros tíos y primos antes de que terminara, un tío que era aparentemente el único que podía ver el futuro casi por un minuto, predijo con exactitud el mío y todas las otras victorias y perdidas.

Él incluso me dio algunos consejos antes de tirar y me dijo que estaba literalmente cambiando mi futuro.

Realmente me agrado.

De alguna manera, me mantuve alejada de Adam. Parecía que pudiera estar atrapado antes de que todo hubiese terminado, pero no pudiese evitarlo. Se recostó en la silla y puso mala cara abiertamente, inclinando la silla hacia atrás sobre sus patas traseras. Me preocupaba más por los sentimientos de Fred que por los de Adam. Y Adam realmente estaba presionando últimamente.




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