Ella abrió la boca y salpicó algo de bebida en la mesada.
-¿Qué? ¿Lo hizo? Oh por dios, ¿qué dijo? -soltó, agitada.
-Quería que volviéramos-admití con suavidad.
-Ahhh. Emma. Es tan tierno que tengas chicos peleando por ti-canturreó.
De un salto me senté en la mesada.
-No es tierno. Es triste. Él me estaba esperando en los escalones de la entrada, cuando descendí de la motocicleta de Fred, estaba tan furioso. Dijo que quería hablar conmigo a solas, que Fred debía irse. Luego me dijo que había cometido un error y que quería volver.
-Wow.
-Lo sé. Fue bastante inesperado. Así que le dije que estaba con Fred, y me dijo que Fred no me conocía como él. Que él conocía todas esas veces que había estado enferma, que él sabía de todos mis huesos rotos y que Fred no sabía nada de mí.
-Wow, Emma. Si no fuera Daniel de quien estamos hablando, te pediría su número. ¡Qué romántico que es! ¿Dónde estaba todo eso cuando ustedes estaban saliendo?
-¡Lo sé! Se lo dije después de que me besara-ella abrió su boca de nuevo-. Sí, me besó, como nunca lo había hecho antes. Fue lengua y manos por todas partes... y bueno, hubiera sido algo si todavía estuviésemos juntos. Y se lo dije. Le dije que si me hubiera besado de esa forma cuando todavía salíamos, tal vez aún estaríamos juntos.
-Dios mío. Tienes tanta suerte.
-¿Qué? ¿Por qué? -pregunté.
A veces era difícil seguirle el paso a su lógica demente.
-¡Porque tener chicos peleando por ti es ardiente!
-No, no lo es-insistí-. Apesta. ¿Por qué ahora? ¿Por qué él estaba celoso? ¿Por qué él finalmente decidió que no quería ir a la universidad solo? ¿Por qué? ¿Por qué no hizo todo esto antes de que conociera a Fred? Pero entonces, no lo hubiera conocido, Sammy. Pasaría por todo esto de nuevo si hiciera falta para conocerle, cómo lo hice porque...
Ella jadeó, mientras su vaso rodaba con condensación en su mano.
Al principio, su expresión estaba mezclada con incredulidad, y preocupación y luego entendimiento.
-De acuerdo, Emma. Escucha. Realmente me agrada Fred. Él es ardiente. Pero, ¿estás segura de que no es sólo otro estúpido chico universitario intentando acostarse con alguien antes de volver a la universidad?
-No. No lo es.
-¿Cómo lo sabes? Los chicos pueden ser muy encantadores, Emma. Muy convincentes.
-Fred no es como ellos. Sé que sólo han pasado algunos días, pero... tú-tú no lo entiendes. Confía en mí, eso no sucederá.
-Entonces, ¿él no ha intentando los "dedos astutos" contigo todavía? ¿O, "ups mi mano resbaló por tu seno" o "no tengo idea por qué mi mano está ahí, simplemente parece tener mente propia, la dejamos seguir"?
-No-dije perpleja.
-¿De verdad? Mmm. Todos los chicos universitarios que he conocido han actuado de esa forma.
-Te lo dije, Fred es diferente.
-¿Nunca intentó tocarte? -Preguntó, incrédula-. ¿Ni siquiera un poco?
-¡No! -me reí. Dios, ¿podemos hablar de otra cosa?
-¿Ya ha intentado llevarte a un fiesta?
-No.
-Mmm. Bueno, lo hará. Y ahí es donde hará su primer movimiento.
-Bien, Sammy. Estaré atenta. Ahora, cuéntame que sucede contigo.
-Oh, nada más que lo normal.
El timbre de la puerta sonó y ella corrió a abrirla. Volvió con dos cajas.
-Sammy, ¿a quién más estás alimentando?
-Nadie. Pero tengo un montón de preguntas y quiero mantenerte borracha de queso para que sigas hablando.
Me reí mientras la seguía a la sala. Ella encendió su iPod y luego se sentó en el sofá junto a mí.
-¿Dónde están tus padres? -pregunté.
-Oh, están en un evento de caridad para el instituto. Han decidido patrocinar a un estudiante. Ya sabes, útiles, ropa nueva, cuotas de fútbol.
-Eso es muy amable de su parte.
-Sí, cómo sea. Así que-mordiendo un pedazo enorme de pizza, el queso colgó de su boca pero continuó hablando-¿qué harás cuando el amante vuelva a la universidad?
-Pues, yo también iré.
-¿Qué? Creí que no irías a la universidad. Creí que no habías podido ingresar.
-No pude, pero la familia de Fred tiene vínculos en la universidad de Tenessee. Así que, iré.
-Oh, él definitivamente te quiere en sus pantalones-afirmó con certeza.
-Sammy. Él podría quererme en sus pantalones, de hecho todos los chicos con seguridad quieren a la chica con la que salen en sus pantalones, pero esa no es la razón por la cual Fred está haciendo esto.
Sentí una pequeña carcajada en mi mente. Era cálida, y me hizo algo mareada. Al principio estaba confundida, pero luego lo sentí. Lo sentí como si se encontrara de pie junto a mí. Fred estaba en mi mente, y estaba disfrutando de la conversación. Intenté enviarle un pensamiento, quería saber si funcionaría.
¿Estás disfrutando esto?
Inmensamente. Pero no te preocupes. Solamente estoy echando un vistazo, no escuchando toda la conversación.
Escondí una risa, e intenté olvidar su presencia, así podría actuar normal con Sammy.
-Entonces, ¿por qué? Apenas lo conoces, es espeluznante.
-Creí que amarías esto por alguna razón. Es espontáneo y romántico.
-¡Sí, para mí! ¡No para ti! Tú eres responsable, y algo ingenua y... ¡y responsable! Tú no haces cosas como esta. Me está asustando un poco.
-Está bien. Oye. ¿Por qué no salimos todos juntos? Y entonces podrás interrogarlo tú misma. ¿Cita doble?
-De acuerdo. La mejor idea que has tenido hasta el momento. ¿Cuándo? -soltó con un tono maternal.
-¿Qué tal mañana en la noche? Termino a las 7:00, ¿así que podemos encontrarnos a las 8:00? Le preguntaré a Fred si está de acuerdo con todo esto.
-¿Pero qué hay de la fiesta de despedida del instituto? Es mañana en la noche, a las 8:00. ¿No irás?
-No planeaba hacerlo. Lo había olvidado, en realidad-me quejé. Lo había olvidado todo-. Veré qué haré. Así que supongo que podremos salir la próxima noche.
-Tendré que ver quienes se riñen por ser mi cita.
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Editado: 25.11.2024