Chispas

Capítulo 55

Vi a Peter y algunos otros detrás de él caer al suelo detrás de Fred, como si hubieran sido golpeados de nuevo por alguna fuerza o cable trampa invisible. Algunos fueron forzados a retroceder medio del aire mientras corrían a nuestras formas. La energía era visible, en las corrientes de los azules iridiscentes y parecían fluir a través de mi piel. Levanté mi brazo para ver las cintas que hacían su camino a través de un lado de la mano y de la otra.

Agarre el cuello de Fred con fuerza en mis dedos y sentí su agarre apretarse en mi espalda.

―¿Qué está pasando?― Susurré.

―No lo sé―, habló en mi pelo ―, pero no me importa.

Me besó suavemente en mi cara, mis labios la mayoría. Yo apenas podía estar de pie y me levantó mientras él me hizo sentir todo en él, todas sus preocupaciones y la ira y el deseo. O tal vez era sólo capaz de sentirlo ahora, debido a la ascensión.

―Sí―,me respondió Fred. ―Te dije que serías capaz de sentir todo de mí después de la ascensión sin siquiera intentarlo.― Él empujó mi pelo de mi cara e hizo una mueca de dolor al ver las marcas ofensivas alrededor de la boca. Hice una mueca preguntándome lo que el resto parecía y olía. Él se rió y negó con la cabeza. ―No me importa. Te tengo de nuevo y eso es todo lo que importa. Lo siento, no llegue a ti primero. Algunos de los que estaban más cerca de la familia llegaron aquí antes que nosotros. Les dije dónde estabas.

―Eso no importa. Me alegro de que estés aquí.

―Estoy aquí,― él estuvo de acuerdo y me llevó más cerca de la parte frontal de mi camisa. Vio la enroscada cortada roja a través de mi cuello y el hombro y al principio sonaba furiosamente caluroso mientras pasaba sus dedos a través de él con el ceño fruncido y gruñendo bajo en su garganta. Luego se animó y los lados de su boca se levantaron, haciendo que me preguntara qué demonios había pasado. Luego miró hacia mí y sonrió feliz. ―Y ahora. Yo puedo hacer esto.

Cerró los ojos y se concentró. Uno a uno, sentí las marcas de ofensa en mi cuerpo y en la cara, el corte hacia abajo el brazo de la pared del pozo y las magulladuras y cortes en los pies hormiguear y quemar. El corte largo a través de mi hombro quemo por un segundo antes de dorar hasta desaparecer. A continuación, el frío dejó mi cuerpo también. Estaba llena de calidez y un resplandor de rectitud. Esto era exactamente donde se suponía que debía estar.

―Fred―, le dije, y él suspiró y tiró de mi cara a la suya, tocando nuestras narices.

―He extrañado oírte decir mi nombre.

―Yo también.

―Ok, lo siento. ¿Qué estabas diciendo?

―¿Qué sobre los Thomson? Estaban aquí buscándome esta mañana.

Se echó hacia atrás y me miró a la cara serio.

―¿Tú los viste?

Asentí con la cabeza.

―Me escondí en una cabaña en el bosque la noche anterior.

―Espera, ¿Qué? Pensamos que te dejarían ir, porque sabían que íbamos a venir por ti.

Me mordí el labio y trató de bloquear esa parte instante de mi mente para que no lo viera. ¿Debería mostrarle todo lo que me hicieron? Él gruñó en mis pensamientos.

―¿Lo que te hicieron? ¿Qué quieres decir? Muéstrame, en este momento, Emma, ―ordenó con voz ronca.

―Por favor, no me dejes otra vez. Incluso para ir y cazarlos luego hacia abajo. ¿Por favor?

Sacudió la cabeza y miró en agonía tanto como me sentía.

―Yo no te voy a dejar por nada. Tú te quedas aquí―Sus brazos se apretaron alrededor de mí. ―Lo siento. No estaba enfadado contigo.

―Ya lo sé, pero no quiero que corras en una carrera para romper la cabeza de alguien.

―¿Qué te hicieron, Emma?―, Preguntó en voz baja. ―Tengo que verlo.

Me mordí el labio y cerré los ojos, inclinando mi frente contra la suya. Le mostré desde el primer segundo que me desperté con la chaqueta, luego despertándome desnuda y siendo lavada por Walisha, a continuación, Sikes, Theo. Una vez que la visión se inició, no podía apagar algunas partes por lo que tuvo que vivir a través de mis retiros también. Incluso vivirlo de nuevo era casi insoportable.

Apretó los dientes con tanta fuerza que podía oírlo. Luego le mostré ellos extrayendo sangre y cuando me vio capaz de leer la mente de la esposa de Sikes jadeó y retrocedió hacia mí, encantado. Sonreí e incliné mi cabeza hacia atrás a la suya. Entonces le mostré yendo abajo al pasillo y arriba hasta el pozo, esperando todo el día y la noche y otro día allá abajo, congelándome y tratando de salir. A continuación, los Thomson atacándome y yo siendo empujada, accidentalmente, por el acantilado. Él gruñó y maldijo y resopló a través de él. Luego vimos el agua, la cabina, ellos buscándome y mi escondite, mi apertura a escuchar mi mente todos los pensamientos y llegando a leer su mente, escuchando a él y a su padre hablar entre sí acerca de mi latido del corazón de regresar a él, Luego su primo Rodney encontrándome, luego aquí, ahora. Me empuje lejos para verlo y él estaba rojo y tembloroso.

―Siguen siendo humanos. ¿Cómo pudieron hacer esto a alguien? ―Murmuró más para sí mismo que a mí.

―Fred―, dijo Peter detrás de nosotros. ―Lo siento, pero ellos saben que estamos aquí por ahora. Van a correr y vamos a perderlos si no nos vamos.

―Voy a matar...

―Lo vi. Todos vimos ―, dijo Peter con voz temblorosa y Fred y yo lo miramos fijamente.

―¿Qué?

Señaló por encima de nosotros y nuestros pensamientos se mezclaban y rebotaban a la vista en las cintas y corrientes de energía en todo y por encima de nosotros todavía. En ese momento, pude ver una imagen borrosa azul rota de Fred y yo mirando las cintas, porque eso es lo que yo estaba pensando y él también al parecer. Era una extraña revelación. Eso me recordó a la primera vez que había oído la mente de la esposa de Sikes y la imagen tembló y cambió a la visión de ella extrayéndome sangre en la cama. Incluso podía oír nuestras voces.

―¿Puedes oír eso?―, Le pregunté y Peter asintió. ―¿Estoy haciendo esto?




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