Capítulo 62

Así resultó, Arizona no era donde nos dirigíamos. Aparentemente había un tío que todavía no había conocido que tenía una casa de vacaciones en la playa en California. Ugh. Sólo la idea de estar en el mismo estado al que mi madre había huido me daban ganas de vomitar.

Peter nos había despertado a la mañana siguiente. Vino temprano. Él y mi padre tenían todos los detalles elaborados antes de que incluso nos levantáramos. Aparentemente necesitaba el sueño porque dormimos en el sofá profundamente hasta las 11:00 de la mañana.

Recuerdo que me sentía absolutamente cálida y contenida. Mi cuerpo silbaba con energía y felicidad mientras lentamente terminaba de dormir. Abrí los ojos para ver a Peter sobre mí con una sonrisa mientras sacudía suavemente a Fred. Pude ver que Fred y yo no nos habíamos movido ni un centímetro durante la noche, despertando en exactamente la misma posición que habíamos dormido. Fred abrió los ojos y me miró primero.

La sonrisa que se deslizaba a sus mejillas fue esclarecedora. Entonces vio a su papá y su expresión se volvió a neutral.

-Oh. Oye, papá-murmuró Fred.

Peter parecía divertido.

-Oh. Me alegro de verte, hijo- Él se inclinó hacia arriba y asintió con la cabeza a la cocina.

-Vamos, ustedes dos. Tenemos mucho de qué hablar.

Se dirigió a esa dirección, escuché sus pensamientos acerca de la casa de la playa y nuestro vuelo que salía esta noche al salir. Volví a mirar a Fred.

-¿Has dormido bien?- Le pregunté.

-Sabes que así fue. Es imposible dormir sin ti.

Asentí con la cabeza y empuje a los pensamientos del sueño irregular y doloroso que había tenido con los Thomson. Alzo mi cara vuelta hacia arriba con un dedo debajo de la barbilla.

-No pienses en eso. Eso está detrás de nosotros- Él me besó en la frente.

-Ahora. Ve a tomar una ducha y voy a ver lo que estos dos payasos quieren- bromeo -Voy a tomar una ducha aquí si a tu padre no le importa.

-Ok.

No necesitaba nada más conveniente. Me ayudó a levantarme y corrí escaleras arriba. Me sorprendió la cantidad de energía que tenía. Me sentía como una persona completamente diferente.

Por mucho que me quería sentar en la ducha durante horas, yo sabía que me estaban esperando, así que me apresure con una ducha caliente y fui a vestirme en mi habitación. Cuando tomé mi toalla en frente de mi espejo hico una toma doble.

Esta no era yo. Parecía una mujer. Recordé después de la ascensión como Fred tenía cambios sutiles a los que yo había notado pero no me había visto a mí misma en absoluto desde entonces. No me había visto ayer, todo enmarañada y sucia, pero hoy en día, limpia y pulida, casi no me reconocía.

Mis mejillas estaban un poco más definidas. Tenía el pelo brillante y un poco más largo. Mis brazos estaban todavía suaves pero podía ver los músculos con mayor claridad. Me sentía más fuerte. Mi estómago y piernas estaban un poco más delgado y, uh, mis partes femeninas estaban-bien-más femenina.

Me incliné hacia el espejo y examine mi cara. Mis pestañas eran más largas y más completas. Mi cara estaba completamente clara. Mi tez bronceada y brillante, por lo que mis pecas se destacaban más, pero por alguna razón se veía bien en mí. Mis ojos verdes parecían remolinos de malas hierbas marinas con la oscuridad y la luz.

Me pregunté por qué mi papá no había notado los cambios anoche. Tal vez los cambios no fueron tan notables como yo pensaba. Me veo a mí misma todos los días, me daría cuenta más que alguien más. Me encogí de hombros, sabiendo que todo fue causado por la ascensión, yo no sabía por qué, así que no me preocupe por eso en ese momento.

Me puse una falda de jean y mi blusa de coral. No tenía ni idea de lo que estábamos haciendo hoy, así que sólo me puse algo cómodo. Me puse mis aretes de aros de plata, mi pulsera había sido tomada de mí por los Thomson junto con mi teléfono. Ya lo perdí. Me puse un collar largo que papá me había dado un par de años atrás para la Navidad. Era un revoltijo de encantos en el extremo: un corazón, una cruz, un remolino de círculo, un cuarto de luna, unas gemas. Siempre me encantó, pero había dejado de usarlo el año pasado porque estaba tan enojada con él.

Hice mi camino descalza por las escaleras y me detuve en la puerta de la cocina. Ellos hablaban acerca de mí. Fred debió haber tomado una ducha rápida.

-Así que, durmiendo contigo no sólo la mantiene a salvo de que alguien le haga daño en sus sueños, su ancla o lo que sea, ¿pero también la hace sentirse bien físicamente en la mañana?

-Si. Los dos lo hacemos. Nuestras energizan entre sí, con ... contacto con la piel, nos sanamos entre sí- me di cuenta de que Fred se sentía incómodo por su tono, pero no sabía papá podía sentirlo o no.

-Huh- Mi padre tiene un pensamiento y estuve a punto de estallar en detenerlo pero espere-Espera. ¿curaste a Emma ya? ¿le han hecho daño y la sanaste antes de que la trajeras a casa?

-Um. Bueno- empezó Fred pero Peter intervino para más detalles.

-Cuando alguien la toca, cualquiera de nuestras mujeres -que quieran hacerles daño, deja una marca ofensa, una huella casi quemada donde quiera que las hayan tocado. La piel de Emma también les manda choques, tipo de, para entrar en calor que no tienen derecho a hacerle daño. Les duele que la toquen, incluso a través de la ropa. La unión puede quitar la marca cuando se tocan una vez que sean ascendidos. Las marcas, no la perjudican solo la cansan, drenan su energía. Cuando nos enteramos que Emma, tenía un buen número de estas huellas en las manos de ella, Fred le curo. Esa es una razón por la que estamos tan preocupados por el echoling. Mira, él puede hacerle daño en sus sueños. Puede recibir un eco, una marca de delito u otra lesión que se produce en un sueño. Mi abuela la sanó de algunas de estas lesiones antes.

-Gah. No puedo creer que todo esto estaba pasando todo el tiempo detrás de mi espalda y nunca se me ocurrió sospechar. Así que este chico está detrás de Emma por tu culpa- se preguntó papá, pero su tono era fácil, no estaba acusando, sólo preguntaba.