Chispas

Capítulo 66

Bueno, desmayarse es una palabra fuerte. Pre-débil es mejor. Podía oírlos. Era como si yo no estuviera completamente consciente, pero tampoco completamente dormida. Jackson me tranquilizó mientras me balanceaba y se sentó en la mecedora en el porche conmigo en su regazo. La cabeza me latía con fuerza mientras me frotaba la sien.

-¡Emma!

-¡Qué alguien traiga a Fred! -Oí gritar a Gran-. Retrocedan todos. Ella está bien, sólo está un poco abrumada.

-¿Abrumada? -dijo Jackson airadamente-. ¿Por qué está llamando a Fred? ¡Llame al 911!

-Ella va a estar bien, hijo. Soy abuela de Fred. Tú debes ser Jackson.

-Este no es el momento de las presentaciones. ¿Por qué sólo está allí parada? Llame a una ambulancia.

-Estoy bien, sólo mareada -insistí.

-Emma -susurró Jackson y entonces sentí a Fred abriéndose paso entre la multitud de personas que reunieron en torno a mí, mientras oía sus pensamientos a todo volumen hacia mí, incluso antes de verlo.

Él estaba enojado.

-Chicos. Les dije que lo desactiven antes de que ella llegara aquí -gruñó y se fue a tomarme en sus brazos pero Jackson me sostenía fuertemente.

-¿De qué estás hablando, desactivar? ¿Qué?

-Nada -murmuró Fred y se arrodilló a mi lado para acariciar mi mejilla con sus dedos y mi dolor de cabeza se marchó al instante-. ¿Estás bien?

-Sí. Sólo, uh... -Miré a Jackson y de nuevo a Fred, Gran y los otros me observaban-. Lo siento. Me parece que no puedo...

Crap. Ni siquiera podía explicarme con Jackson aquí.

Está bien. Ellos saben lo que está pasando. Mi papá y yo les dijimos que mantuvieran sus pensamientos en silencio cuando has llegado hasta aquí, pero estaban tan emocionados... Es demasiado fácil quedar sobrecargado en un principio. Se toma un tiempo para controlarlo, pero papá dijo que es fácil una vez que lo domines.

Ok. Por favor, ¿me llevarías dentro para que todo el mundo dejará de mirarme?

Él sonrió y tendió su mano hacia mí. La tomé pero Jackson me agarró la otra.

-Hay que ir al hospital, Emma. Esto no te pasa sin ninguna razón.

-Estoy bien, sólo que no he comido nada hoy. En serio, vamos a ir a buscar a papá.

-Lo que sea -dijo y levantó las manos como si se estuviera rindiendo.

Me volví para ver a Gran que seguía esperando.

-Hola, Gran.

-Hola, niña bonita. Has hecho una buena entrada, -dijo ella con un brillo de diversión en sus ojos. Me abrazó con fuerza y me acarició el pelo-. Es tan bueno tenerte de vuelta, sana y salva.

-Gracias. Es bueno estar de vuelta.

-No pensé que podías ser tan bonita -canturreó ella y alzó mis brazos a los costados-. Pero mi, mi... -cantó y levantó mis brazos a los costados-. Pero mi, mi...

Le sonreí tímidamente y estoy segura de que me sonrojé.

-Sí. Mi, mi -repitió Fred y me sonrió.

-Sí. Es... algo -murmuré.

-¿Está todo bien? -me preguntó la abuela.

-Sí, sólo pensando sobre... sobre todo. -Yo recordaba haber pensado sobre Gran en mi celda. Acerca de cómo ella había sido a través de los retiros como yo. Ella y Fred fueron los únicos que habían pasado por algo así-. Yo, uh, bueno, yo... quería decir que lo que me dijiste antes, yo...

-Lo sé. -Ella sacudió la cabeza-. Nunca se puede entender hasta que vas a través de ello, ¿verdad? Y siento mucho que tuvieras que hacerlo, a los dos. -Miró a Fred y de vuelta a mí. Tragó saliva y me estremecí cuando vi el recuerdo de su retiro-. Pero nunca más. Manténganse el uno al otro a salvo de ahora en adelante y todo estará bien.

Asentí con la cabeza y me volví hacia Jackson.

-Este es mi hermano, Jackson. Jackson, esta es Gran.

-Es un placer conocerte, Jackson. -Ella agarró su brazo, encajándolo a través del suyo-. Entonces. Nueva York. Fui a Nueva York una vez.

Ella lo apartó y se lo agradecí. Apreté la mano de Fred cuando pasamos por la puerta. Después de haber explicado a papá que yo estaba bien, continuamos. Fui abrazada y acariciada por todos.

Los padres de Adam, dijeron que apenas me reconocieron. No estaba segura de si eso era bueno o no. Sus padres, mi padre, Peter, Fred, Adam y yo estuvimos de pie y hablamos durante un largo rato sobre todo, la falta de mi capacidad, la ascensión y la forma en que las cintas de energía estaban todo alrededor de nosotros y como yo había proyectado mis pensamientos en ellas. Todos ellos canturrearon acerca de lo maravilloso que era todo. Papá escuchaba atentamente con una mirada de asombro todo el tiempo.

La mamá de Adam me habló de su ascensión y cómo pensaba que tenía los brazos de hombre después y lo odió. Me reí con ella y el papá de Adam llegó a decirle que amaba sus brazos.

Papá y Peter siguieron junto con nosotros cuando dimos la vuelta. Papá había sido presentado a casi todo el mundo antes de llegar allí y todo el mundo me decía lo mucho que lo querían ya. Él fue un éxito.

Jen y María no me habían visto todavía, pero Rachel me abrazó fuerte y por mucho tiempo.

-Oh, Emma. Lo siento mucho por todo esto. Me alegro de que estés a salvo.

Me aparté para ver su llanto mientras se limpiaba los ojos y en su mente, ella se sentía como que me habían arrastrado a una vida loca de confusión y no sabía cómo solucionarlo.

-Yo también.

-Te ves tan hermosa. Siempre lo hiciste, pero... Te ves completa, ahora -dijo ella con una mano en mi mejilla.

-Gracias -le dije, porque no sabía qué más decir-. Rachel, ¿has conocido a mi padre ya?

-No, yo estaba en la cocina. -Extendió la mano hacia él.

-Es muy agradable conocerte. Soy Rachel, madre de Fred.

-Encantado de conocerte.

-Emma es tan querida.

-Lo es. Esta es una gran casa la que tiene aquí.

-Oh, no vivimos aquí. -Ella retorcía el delantal entre las manos-. Esta es la casa de mi primo. Vivimos a unos treinta minutos de aquí. Más o menos todos aquí lo hacen. Sólo venimos aquí por... bueno, por Emma.




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