-No nos vamos solos -lancé.
-Jackson -explicó Peter-. Los que tomaron a Emma no se encuentran bajo custodia policial. Queremos que se vayan por un tiempo, por su seguridad, para asegurarnos de que estos hombres no vuelvan a intentarlo. Alguien va a ir con ellos.
Nos tomó unos diez minutos de ida y vuelta con Peter y papá para conseguir mantener a Jackson sobre que los "hombres" que me llevaron no estaban bajo arresto, que todavía estaban por ahí después de lo que hicieron. Él estaba furioso. Finalmente se calmó lo suficiente, pero no dejaba de mirarme y morderse la uña del pulgar. En su mente, me quería arrebatar y correr conmigo. Pensó que algo raro estaba pasando. Todo el mundo estaba un poco demasiado tranquilo y sereno de todo.
En primer lugar, a nadie le importó cuando casi me desmayo, y ¿ahora esto? No podía entenderlo, pero no le gustaba. Se fue a poner su brazo alrededor de mí y su mano se topó con el brazo de Fred, ya alrededor de mi hombro. Él lo miró. Me haya salvado o no, Fred le gustaba menos por el momento.
Entonces pude oír los pensamientos de Peter. Estaba pensando en Jen, realmente preocupado. Él esperaba no tener problemas con ella y Jackson pero al mismo tiempo quería que ella fuera feliz, así que se encontraba en conflicto.
También pude oír a Rachel algo molesta porque se había roto un vaso en la cocina y María estaba mirando una mariposa y papá se preocupaba por mí por dejarme y Jen volvió a pensar en Jackson, en lo dulce que era por estar tan preocupado por mí.
Entonces un tío quería segundos pero su esposa le recordaba su colesterol. Un primo estaba espantando una mosca molesta y revoloteando pensamientos de cena a través de su mente. Otro tío miraba a Fred y esperaba que su hijo fuera igual de afortunado.
Fred estaba preocupado por mí, sintiendo la ola abrumadora venir, pero no pude detener el ataque completamente en mi cabeza, incluso cuando tocó mi mano con la suya. Esto disminuyó, pero las voces alrededor de mí, parecieron compilarse y comprimirse en mi cabeza en una nube molesta de niebla y espesor que era casi dolorosamente incómodo. Me cubrí la cara con las manos y respiré profundo mientras Fred frotaba mi espalda.
-¿Estás bien? -preguntó Jackson-. ¿Te sientes débil otra vez?
-No -murmuré.
-No, tú no estás bien, ¿o no te sientes débil?
-Cualquiera de los dos.
-Emma -llamó Peter desde el otro lado de la mesa. Lo miré a los ojos-. Cálmate, ¿de acuerdo? No dejes que esto te moleste. Es peor cuando te enojas. Simplemente bloquéalo todo. Va a ser más fácil, te lo prometo.
-¿Qué? ¿Qué está pasando? -dijo enojado Jackson.
-Deja de ser tan paranoico, Jackson -murmuré lacónicamente. Sentí a alguien rastrillando su mano por mi pelo y miré a Fred. Tomé una respiración profunda y traté de despejar mi cabeza. Era confuso y lleno, pero cuando me detuve y respiré a través de ello, me ayudó. Los dedos de Fred rozaron mi mejilla y el borde de la oreja, tirando el sentimiento también apretado de mí con su toque. -Gracias.
-Lo siento -me susurró-. Sé que es una mierda.
-Está bien -le susurré y sonreí-. Voy a estar bien.
-Muy bien, chicos, tienen que ponerse en marcha. Hay que empacar y todo eso antes de irse -dijo papá, pensando que podría desviar Jackson.
-Tenemos que llegar a la tienda de teléfonos celulares también, así que Emma vamos a irnos
-Bueno -le contesté y me volví hacia Fred.
-Vamos a ir a recogerte en una hora -afirmó-. Eso nos dará tiempo de sobra para llegar al aeropuerto. Sólo tienes que traer un bolso y vamos a comprar cualquier otra cosa que necesitemos cuando estamos allí, ¿sí? No tengo ni idea de cuánto tiempo estaremos en California.
-No es necesario que me compres...
-Emma -regañó-. Está bien, vamos a hacer esto. No estoy preocupado por el dinero, estoy preocupado por ti.
Me besó suavemente e ignoré el gruñido detrás de nosotros.
Luego se levantó y me levantó de mi asiento.
-Ustedes se van y te pasaremos a buscar en una hora más o menos. Jim, te vienes con nosotros al aeropuerto ¿verdad?
Papá asintió.
-Bien, vámonos -dijo papá y se paró, junto con Jackson.
Nuestro movimiento fue notado y todos querían decir adiós. María corrió hacia Fred y yo, abrazándonos a los dos.
-¿Quién eres tú? -preguntó ella dulcemente a Jackson.
-Este es mi hermano, Jackson. Jackson, está es María, hija de Jen.
-¿Ella tiene una hija? -preguntó en voz baja y miró a María con asombro cuando ella le tomó la mano y se la estrechó. Él se rió y sonrió-. Encantado de conocerte, Maria.
-Gracias -dijo María y saltó.
Jen estaba detrás de nosotros y se rió, rodando sus ojos.
-Ella es algo más -dijo, y me abrazó.
-María te echara de menos seguro. Me alegro de que estés bien. Ten cuidado, ¿de acuerdo? -Ella se fue hacia atrás de vuelta para mirarme severamente y leí en su mente lo que quería decir-. Cuidado -reiteró.
-Entiendo -le dije y le di una sonrisa irónica que dijo lo que mi boca no pudo frente a todos los demás, no hay sexo-. Vamos a tener cuidado.
-Me tengo que ir también. -Ella se volvió hacia Fred-. Ya que no te veré antes de que te vayas. Ten cuidado también. -Tomó a Fred en un gran abrazo alrededor de su cuello y le susurró al oído, pero yo podía oír en su mente-. Me alegro de que por fin esté todo bien de nuevo. He estado tan preocupada por los dos.
Él la miró tristemente, sabiendo que nunca tendría esto.
-Gracias, Jen. Impide que mamá se vuelva loca , ¿eh?
-Sip. Te quiero.
-Te quiero.
Se volvió hacia Jackson.
-Tal vez nos veremos de nuevo.
La traducción en su mente: realmente desearía que las cosas fueran diferentes.
Ella me miró sabiendo que había oído sus pensamientos y sonrió un poco tímidamente.
-Tal vez, tengo que regresar a Nueva York, así que...
La traducción en su mente: Wow. Me gustaría poder quedarme y averiguar lo que está pasando aquí. Especialmente con esta.
#6922 en Fantasía
#2516 en Personajes sobrenaturales
#13564 en Novela romántica
#2695 en Chick lit
Editado: 06.07.2025