Perspectiva Normal
Chloe y su abuela se preparaban para ir al country club de su tío que quedaba cerca de esa playa.
Chloe no dejaba de pensar toda la mañana sobre ese lugar al que iría, por parte estaba emocionada porque le gustaba la idea de salir de casa y liberar un poco de estrés pero por otro lado no quería verle la cara a sus tres primas que siempre la habían tratado mal. Sus tíos, por ser personas adultas, le tenían cierto tipo de respeto aunque cuando estaban entre ellos siempre les gustaba hablar sobre lo rara que era su sobrina y que no era como sus primas o como cualquier otro niño.
Llegaron ahí y se encontraron con las 3 primas de Chloe, por supuesto que ninguna de ellas se alegró al ver a Chloe puesto que no se llevaban bien con ella porque la trataban de diferente y rara al igual que su abuela.
La abuela ya era una mujer anciana de más de unos 90 años, Chloe no sabía exactamente la edad de su abuela y consideraba una falta de respeto si le preguntara eso, la abuela solía decir algunos disparates que nadie hace caso en absoluto así que cualquier cosa que decía o hacia no lo tomaban enserio. Aunque sus hijos le tenían cierto aprecio a su madre, no podría decirse lo mismo de los nietos; ya ningún familiar tomaba enserio a la abuela, la única que solía hacerlo era Chloe porque, según dicen sus primas, la abuela está tan cuerda como Chloe.
—¡¡¡Abuela!!! —gritaron las tres primas de Chloe.
—Telasie, Wendy y Gary, mis tres hermosas nietas —saludó la abuela.
—Hola chicas —saludó Chloe.
—Chloe, no me había dado cuenta de que estabas aquí —dijo Telasie con desprecio.
—Abuela la invitación era solo para ti —habló Wendy entre dientes.
—Niñas, los padres de Chloe se fueron de viaje y yo la estoy cuidando mientras ellos no están.
—Bueno abuela para la próxima avísenos inmediatamente si va a traerla —Gary mira con odio a Chloe.
—Ahora vayan a jugar que eso les hace falta —las botó de ahí la abuela.
Salieron todas a la playa que había ahí afuera y las primas de Chloe se metieron al agua, Chloe lo iba a hacer pero sus primas se lo impidieron.
—No quiero que tú entres a mi playa —dijo Wendy remarcando el "tú".
—La abuela dijo que nos divirtiéramos —se defendió Chloe.
—Vamos Wendy, déjala entrar al agua —pidió Telasie.
—Si Wen, que se meta para poder divertirnos todas —siguió Gary.
Las tres se dieron una mirada cómplice dejando a Chloe confundida.
—En buena fe dejaré que entres Chloe —aceptó Wendy.
—Gracias, solo quiero estar aquí cerca nomás y mojar mis pies, no sé nadar y me da miedo el agua profunda.
—Pero debes estar aquí en lo profundo con nosotras —la jaló Wendy.
—Si Chloe, no te pasará nada —jaló también Gary.
—Ven para acá —la empujó Telasie.
Chloe se cayó un poco más lejos de donde estaban sus primas y casi se ahoga, felizmente salió del agua toda empapada con la misma ropa que había venido que ni siquiera le dieron tiempo de quitarse, sus primas se empezaron a reír de ella.
—Ha ha ha pero que torpe Chloe —se burló Telasie.
—Solo tenías que acercarte poquito no mucho —dijo Gary riéndose.
—Yo no iré a buscarte y no creo que nadie lo vaya a hacer, está muy profundo donde estás —añadió Wendy.
Todas se empezaron a reír fuerte y a chocar los cinco.
De pronto Chloe se molestó, las miró fijamente haciendo que sus primas se asustaran, el cielo empezó a oscurecer y los ojos de Chloe se volvieron blancos. Empezaron a salir truenos y el agua se empezó a mover, justo se levanta una ola gigante y todas se asustan, salen corriendo, Chloe voltea y ve la ola a lo que ella sale corriendo del agua. Sus primas llegan primero, ven que Chloe está corriendo hacia la casa y le cierran la puerta para que no entre, llega la ola y arrasa con todo lo que había, incluyendo a Chloe. Justo cuando Chloe pensaba que saldría del country club, la ola la deja sobre el techo del lugar antes dicho, específicamente sobre su cuarto al cual pudo entrar por la ventana sin problemas.
—¿Cómo se habrá formado esa ola? —se preguntó a sí misma.
Se miró al espejo y recostó su cabeza en él. Para su sorpresa su cabeza nunca golpeó el frío espejo, Chloe levantó la cabeza y vio que ya no seguía en su habitación del country club si no en un callejón y delante de ella una puerta... De pronto escucha algo.
—¿Quién anda ahí? Muéstrate espectro del mal —agarró una roca y la levantó con la intención de golpear hacia lo que hacía el ruido.
Nadie respondió, pero siguió el ruido. Chloe decidida siguió de dónde provenía el ruido, y vio que provenía detrás de la puerta.
—Debe haber algo detrás de esa puerta.
Siguió caminando hacia la puerta y cuando llegó abrió la puerta.
—Santos caracoles...
¡No lo podía creer! Ha visto algo que creyó que no vería: un pueblo secreto.
—¿Será que esto es real?
—Dudo mucho que seamos irreales corazón —dijo un señor que pasaba por ahí.
—Disculpe señor, ¿Dónde estamos?
—¿No lo sabes? Estamos en la ciudad "setecientos setenta y siete".
—¿Setecientos setenta y siete?
—Si jovencita, te recomiendo que si estás lejos de tu casa regreses allí porque este no es un lugar seguro para las bromistas.
—Señor ¿De qué está hablando?
—No tengo tiempo para esto.
El señor se fue un poco disgustado porque pensó que las preguntas de Chloe eran alguna especie de broma, no era normal que la gente que obviamente vivía ahí preguntara dónde está.
Chloe sumamente perdida caminó por las calles hasta que encontró una tienda de mascotas donde vio que afuera se encontraba un tierno hurón que la miraba desde afuera de la tienda. Chloe se acercó al pequeño animal y este corrió hacia ella subiéndose por sus extremidades hasta llegar a su cuello y acurrucarse ahí.
—Qué lindo amiguito —acarició la cabeza del hurón—. ¿Te escapaste de la tienda?