Capitulo 3

(Agatha Cian)

Sentados en la oficina del administrador no lograba asimilar lo que había sucedido, ¿Quiénes serían esos hombres y que querían de nosotros? ¿Los volveríamos a ver? ¿Tratarían de secuestrarnos?...

Mil preguntas rondaban mi mente mientras buscaba refugio en los brazos de Thomas quien parecía haberse recuperado del shock y trataba de hacer que me sintiera más segura.

-Señores de la Torre lamentamos mucho el terrible momento que acaba de pasar, hemos revisado las cámaras y detenido a sus agresores quienes se disculpan profundamente y les envían esta pequeña compensación esperando que todo quede olvidado.

El administrador depositó un sobre en mi mano y nos mostró la salida, mire a confundida mi esposo, él solo sonrió, se despidió con una voz amable, me tomó de la mano y salimos del centro comercial.

Thomas no se detuvo a mirarme o hablarme hasta que llegamos al departamento, solo cuando cerró la puerta se giró y me abrazo diciendo:

- ¡Nunca he tenido tanto miedo en mi vida, como esta tarde, cuando pensé que te perdería sin poder hacer nada al respecto, en verdad lo siento, mi amor no pude protegerte, eres todo para mí no sé qué haríamos Benjamín y yo sin ti!

Me sujeto fuertemente entre sus brazos como si eso alejara cualquier mal sentimiento o pensamiento que esta experiencia le hubiera producido, me dio un beso en la frente y me pregunto cómo me sentía y que podía hacer para aliviar cualquier mal que tuviera.

Trate que mis ojos le expresaran todo el amor que siento por él, pues hasta ese momento no me había percatado de cuanto le afecto lo sucedido y le dije:

-Amor no te culpo, sé que hiciste todo lo que pudiste por protegerme en esa situación, yo también te amo, tú y nuestro hijo son todo lo que necesito para ser feliz, tranquilo ya con tu abrazo me curaste, ahora solo quiero llamar a tus padres para ver si pueden quedarse con Benjamín un día más hasta que regresemos a la normalidad.

Me dedicó una de sus características medias sonrisas y un poco reacio a soltarme hizo la llamada a sus padres, ellos gustosos aceptaron pasar con Benjamín más tiempo, Thomas no les explico lo que habíamos pasado, eso lo haríamos cuando fuéramos por nuestro pequeño, no queríamos alterar a mi suegra pues sufría de los nervios, así que esperaríamos hasta contarles, a mis Padres ya se los habíamos dicho y después de asegurarles que nos encontrábamos en una pieza y prometerles una visita el fin de semana logramos que colgaran la video llamada.

Fue un largo día y decidimos tener una merienda ligera cambiarnos a los pijamas y recostamos juntitos, como temiendo que nos pudieran separar, esperando que el día de mañana fuera mejor.