Thomas Torres
Se han sentido a la deriva y se han vistos arrastrados por las olas, así es como describiría mi estado actual, mi esposa, la mujer que jure amar y proteger por siempre, con la que juré pasar toda mi vidas juntos, el día de hoy me dejaba…
La agonía que sentí al firmar los papeles de divorcio no tiene descripción, realmente amo a esa mujer y no me causa ni la menor gracia el saber que tendrá que hacerse pasa por un año como la esposa de otro hombre, en especial por como la mira, cree que lo pudo ocultar pero entre hombres existe cierto reconocimiento, su ojos proyectaban anhelo, y tal vez solo tal vez amor incondicional, lo cual si lo pienso de forma lógica es un poco ridículo e incluso imposible pues estoy seguro que hasta el fatídico o bendecido aun no estoy seguro de como referirme al día del centro comercial, sé que no lo habíamos conocido y estoy seguro de lo que hablo pues aunque no fui amigo de la infancia de mi esposa pero he conocido a todos los que sí y él no estaba entre ellos, pero por la forma en que la mira me da a entender que daría su vida por ella, siendo sincero tomo todo de mí no sacar a mi esposa de esa habitación aquel día en el hotel.
Ella tiene razón, no teníamos más opción, cuando fuimos a cancelarles el dinero adeudado a los de las estafa piramidal no les basto que les entregáramos los 30.000 que adeudamos, su objetivo siempre había sido el vender a toda nuestra familia a los traficantes de personas pues en sus palabras les hubieran dado tres millones por nosotros.
Al vernos rodeados me sentí impotente sin embargo nunca espere la previsión del Señor Leman, no solo había arreglado que no siguieran, se había coordinado con la policía poniendo un micrófono y una mini cámara en el maletín que nos entregó con los treinta mil dólares, lo que permitió que ellos obtuvieran la evidencia necesaria para poner a esas sabandijas tras las rejas, además de permitirle salvarnos en el momento justo, cuando estuvimos a salvo espere verlo sin embargo solo su asistente estuvo presente me acerque para agradecerle al ver que terminaba de hablar con los oficiales sin embargo me dijo de manera muy seria:
En ese momento me sentía agradecido y frustrado al mismo tiempo, ¡porque no había considerado que eso podría pasar!, me prometí a mí mismo que eso jamás volvería a pasar, en este año separados me convertiré en un hombre que pueda proteger y proveer para su esposa e hijo sin la ayuda de nadie.
De vuelta al presente me esforzaba con todo lo que poseía aferrándome a nuestro hijo para no ir tras ellas, sabía que no teníamos otra opción pero jamás me perdonaría por dejar que mi ahora exesposa tuviera aceptar el trato que nos propusieron, Hare de mi despacho uno de los mejores del mundo en este año y así nadie jamás nos volverá a separar…