Cian Heaton

Capítulo 1: Cian

La psicóloga me pregunta, una vez más, como me siento. ¿Es en serio? ¿Cómo cree que me siento?

Mi padre era un abusivo que maltrató a mi madre, a mis hermanos y a mí todo el tiempo que vivimos con él. Me fui sin mirar atrás y me alejé de mis hermanos buscando dejar atrás el pasado y enfocarme en mi matrimonio, hasta que ella me pidió el divorcio diciendo que no podía lidiar conmigo. Yo, en lugar de quedarme y luchar por la mujer que decía amar, acepté el divorcio y tomamos caminos separados.

¿Cómo podía sentirme?

Alzo la mirada hacia la psicóloga.

—Es mi tercera sesión y se supone que estoy aquí para que usted me ayude a resolver esas cuestiones.

—Mi trabajo es estudiar y comprender el comportamiento humano para ayudarlos a resolver sus conflictos, ya sean personales, sociales, familiares, entre muchos otros. No puedo decirle a usted cómo se siente. ¿Qué siente cuando piensa en su matrimonio? ¿Desearía regresar el tiempo atrás y hacer las cosas diferentes o cree que el divorcio fue la decisión correcta?

Analizo la pregunta y pienso. ¿Quisiera regresar el tiempo atrás y hacer todo diferente? Tal vez si hubiese restaurado la relación con mis hermanos antes, si hubiera sabido lo que sé hoy sobre mi madre, todo podría haber sido diferente; sin embargo, ¿sería así?

A veces pienso que ella debió ser más paciente conmigo y luchar por el matrimonio en vez de huir. Sé que no quise ir a terapia de pareja, pero no se trataba de la pareja, sino de mí y mis problemas del pasado no resueltos. Otras veces pienso que ella hizo lo correcto porque no era justo que cargara con mis problemas.

—No lo sé. A veces pienso que el matrimonio fracasó por mi culpa. Luego veo como Tyron se quedó al lado de mi hermana Willa a pesar de los problemas y no se fue ni cuando ella intentó alejarlo. O Rex que quiso huir y Lola se mantuvo firme.

—Cuando un matrimonio fracasa no es por culpa de una sola de las partes, es de ambas, sea por el motivo que sea. Es mejor enfocarnos en tu pasado, en resolver esos conflictos internos antes de poder analizar tu matrimonio fallido. No te compares con tus hermanos y sus relaciones porque son personas diferentes. Hasta donde me contaste, Willa fue a terapia durante varios años y eso la ayudó. Rex no fue, pero se enamoró de una mujer que supo entenderlo y guiarlo.

—Supongo.

—¿Qué sientes por tus padres en este momento?

Exhalo un suspiro.

—Por mi madre, compasión, aunque no conozco toda su historia, asumo que no es buena y puede que termine sintiendo culpa por no comprenderla antes y no protegerla por creer que se merecía ese trato. Por mi padre siento mucho odio y arrepentimiento por haberlo ayudado cuando no debí hacerlo. No dejo de pensar que todo sería diferente… —guardo silencio y relamo los labios.

—¿A qué te refieres con que lo ayudaste y no debiste?

Niego con la cabeza y me pongo de pie.

—Nada. Ya debo irme.

—Aún nos quedan diez minutos.

Miro el reloj.

—Da igual.

Ella no insiste en que me quede porque sabe que es inútil. La primera sesión la dejé veinte minutos antes, la segunda me fui quince minutos antes de que terminara y ahora aguanté cinco minutos más, lo que es un logro nuevo.

La recepcionista me pregunta si deseo agendar una cita nueva y lo hago sin estar seguro de que asistiré.

No sé si me está ayudando o no. ¿Cómo saber si la psicóloga me está sirviendo o no? Tendré que hablar con mi hermana Willa para que lo confirme.

De momento siento algunos cambios que se produjeron con la experiencia de Willa y su exnovio maltratador que le tomó fotos estando desnuda sin su consentimiento. Todo salió bien; aun así, eso hizo un clic en mi cabeza. También ver como mis hermanos han superado el pasado y yo sigo estancado, sintiendo que estoy a la deriva.

El próximo mes se cumplirá el plazo del testamento para que podamos heredar la propiedad y la casa familiar. Después de eso, podremos vender el terreno al empresario hotelero que está interesado y cada uno hará lo que desee con el dinero.

Yo no necesito el dinero porque, gracias a Dios, me va muy bien con mi trabajo y he sabido ahorrar y administrar. Mi exesposa solo se quedó con la casa y el auto, y no fue un sacrificio porque la casa no era de mi agrado.

A Rex y a Willa les da igual el plazo porque ambos ya están estableciéndose en Ushuaia. Rex está felizmente casado con Lola y está haciendo los trámites para adoptar a Valentina y darle su apellido. Willa pronto se mudará y casará con Tyron.

Yo debo decidir si me quedo aquí o regreso a Brasil o busco un nuevo rumbo. La verdad no sé que hacer, pues aquí están mis hermanos y me dolería alejarme de ellos después de que logramos restaurar nuestra relación. Sin embargo, pienso que debería buscar mi destino y no estoy seguro de que sea aquí.

No estoy seguro de nada en realidad y eso apesta más de lo que puedo admitir en voz alta.

Recibo un mensaje de Rex preguntando si puedo recoger a la tía materna del aeropuerto porque él está atorado en el trabajo.

Cian: ¿No se puede tomar un taxi?



#189 en Otros
#103 en Humor
#724 en Novela romántica
#300 en Chick lit

En el texto hay: embarazo inesperado, drama, madre soltera

Editado: 28.05.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.