(Capítulo especial por los 2K, muchas gracias por leer).
Hace muchos años, una familia de vampiros recientemente había llegado de Arcadia a Galdur y decidieron establecerse algo lejos del territorio del rey de estos.
La familia queria tener hijos, pero como eran vampiros nobles les resulto algo difícil, aún así tuvieron mucha suerte ya que lograron tener tres hijos; dos gemelos que habian sido niños, y después de algunos años tuvieron a su más esperada hija. Todos ellos estaban muy alegres por eso, pero poco tiempo después notaron que ella era especial.
No era como sus hermanos o cualquier otro vampiro, ella había nacido con unos extraños pero hermosos ojos claro que transmitían tranquilidad y alegría a los demás, lo que era algo muy raro en vampiros, pero la familia no le dio mucha importancia ya que eso no le afectaría de alguna manera a su pequeña hija.
Hasta que un día se dieron cuenta que ella tenia una extraña condición jamás antes vista en ningún noble.
Un día como cualquier otro Alisa estaba durmiendo en su cuna mientras su madre tejía a su lado y hablaba con las sirvientas a cargo de la bebé.
—¡Bua, bua! —
Todas las presentes se alarmaron al escuchar el llanto de Alisa, rápidamente voltearon a verla y su madre la tomo en brazos.
—Mi bebé, ¿qué su...? —no pudo terminar de hablar ya que se sorprendió y asusto al ver que ella tenia muy roja su piel, además de tener quemaduras de primer y segundo grado—. Llamen aun medico, ¡Ahora! —grito y todas salieron corriendo fuera de la habitación.
Algunas fueron por el medico, pero otras fueron avisarle a los demás miembros de la familia.
Después de un rato todos llegaron corriendo, y al ver el estado de la bebé se preocuparon mucho, el doctor la examino y les dio una triste noticia.
—La joven princesa es extremadamente sensible a la luz solar —
—¡¿Qué?! —decían todos muy sorprendidos.
—Lo siento mucho duques, pero la pequeña princesa no podrá estar cerca de algo caliente o incluso estar fuera en los días soleados sin sufrir este tipo de quemaduras —
Haley tomo en brazos a su pequeña bebé, esta después de unos segundos se calmo y se volvio a dormir.
—¿Cómo puede ser posible? Somos vampiros nobles, que venimos de los linajes más puros y fuertes que existen. Como puede ser que ahora mi pequeña hermana pueda morir por algo así —Decían sus hermanos muy molesto.
— ... —
Nadie tenia una explicación del porqué ella padecia de alto así, pero desde ese día todos en la gran mansión Amary tuvieron mucho cuidado con exponer a Alisa al sol, fuego o cualquier cosa caliente. Y así después de seis años de estar en casa y solo salir en días nublados ella conoció a alguien muy especial.
— — — — —
Un día nublado, la familia Amary decidio hacer un picnic en el gran jardin trasero de la mansión; se divertían, algunos dibujaban y otros leían, pero todos estaban pasándola bien hasta que de un momento a otro perdieron de vista a Alisa.
—¡Señorita, mire lo que le hicimos! —decían dos sirvientas que estaban al servicio de Alisa, le llevaban una corona de flores.
Al no verla sentada al lado de sus padres empezaron a mirar a todos lados pero no la encontraron.
—¡Princesa! —la llamaron desesperadas hasta que todos se dieron cuenta que ella no estaba y empezaron a buscarla desesperados.
La buscaron en los alrededores y dentro de la mansión pero no la encontraron.
—¡Mi bebé! —La Nerea estaba muy desesperada.
—Tranquila, la vamos a encontrar —decia Haley abrazándola.
Ellos estaban hablando con sus subordinados para ir a buscarla pero entonces a lo lejos notaron un incendio, y rápidamente fueron hacia esa dirección.
— — —
Minutos antes.
La pequeña Alisa estaba jugando poniéndole flores al cabello de su madre y padre hasta que vio a una extraña mariposa y la siguió hasta que entro al bosque, pero poco tiempo después la perdió de vista y empezo a mirar a su alrededor pero se dio cuenta que no sabia donde estaba, se encontraba perdida y no sabia como volver a la mansión ya que era la primera vez que se adentraba al bosque.
Ella estaba empezando a llorar pero entonces escucho el llanto de un niño, así que rápidamente empezo a buscar de donde provenía. Se adentró un poco más al bosque y se encontro una casa, era algo pequeña y estaba empezando a incendiarse.
—¿Hola? —dijo un poco alto.
Espero unos segundos y nadie respondió, pero aún seguia escuchando el sollozo de un niño.
No sabia que hacer pero al escuchar al niño llorando y pidiendo ayuda no dudo más y entro sin miedo a la casa, encontro un niño en el suelo y su lado un bulto que estaba totalmente calcinado que al parecer era de un adulto. Alisa se acerco al niño, lo tomo del cuello de su camisa y lo saco arrastrando de la casa, noto que el tenia pequeñas heridas pero al parecer estaba bien.
Alisa se cento a su lado a esperar que despertara, tomo una ramita y empezo a tocar la cara del niño.
—¿Oye, estas bien?¿Aún estas vivo? —
El niño no respondió.
—Si estas muerto, ¿puedo comerte? —
Pero antes de que ella hiciera algo el niño despertó.
—Cof cof cof —
Ella suspiro y empezó a jugar con sus pies.
El niño recupero la conciencia y lo primero que vio fue a Alisa, y aunque su vista era algo borrosa noto los hermosos ojos claros de Alisa que lo hipnotizaron.
—Un ángel —dijo el inconscientemente.
—¿Crees que soy un ángel? —preguntaba indiferente.
El se dio cuenta de lo que había dicho y se avergonzó, rápidamente empezo a corregirse mientra trataba de sentarse en la tierra.