Capítulo 7: La noticia que no supe

Capítulo 7: La noticia que no supe

El tiempo pasa extraño cuando estás roto.

Hay días que duran minutos.
Y minutos que se sienten como años.

Después de que te fuiste, mi vida se volvió una sucesión de rutinas sin sentido. Me levantaba tarde. Comía poco. Dormía peor. Releía tus mensajes como si fueran pistas de un crimen sin resolver. Me aferraba a recuerdos como si aún fueran presentes. Pero sobre todo… fingía que estaba bien.

Afuera, sonreía.
Por dentro, no encontraba pedazos para reconstruirme.

Y entonces, de la nada, llegó la noticia.

No de ti.
No de alguien cercano.
Sino por una amiga en común. Una de esas que habla más de lo que debería.

—¿No te enteraste? —me dijo, con ese tono de quien no sabe si está dando un chisme o una bomba—. Ella está embarazada.

La frase me cayó como una piedra directo al pecho.
Mi mundo, ya frágil, colapsó en silencio.

No supe qué decir.
No supe cómo actuar.
Solo me quedé quieto, como si el aire se hubiera congelado alrededor de mí.

¿Embarazada?
¿Tú?
¿Conmigo?

Miles de preguntas me taladraron la cabeza.
¿Cuándo? ¿Por qué no me dijiste? ¿Lo sabías tú también cuando te fuiste?
¿Es mío?

No lo sabía.
Y eso fue lo que más me destruyó.
No saber.
No haber estado.
No haber sido parte de algo que también era mío… tal vez.

Esa noche no dormí.
Reviví cada beso, cada caricia, cada despedida.
Y me di cuenta de que, aunque habíamos cerrado la puerta… algo entre nosotros había quedado abierto.

Tú cargabas una vida.
Y yo cargaba una culpa que ya no me dejaba respirar.

No podía escribirte. No sabía si querías que lo supiera. No sabía si querías verme otra vez. Tal vez ya habías decidido criar a ese bebé sin mí. Tal vez ya habías rehecho tu vida.

Pero yo…

Yo no había podido rehacer ni siquiera mi alma.

Y en medio de todo ese dolor, me sentí más lejos de ti que nunca.