Ciclo Sin Fin: Renacimiento.

Bendicion

Me siento abrumado por la magia que fluye a través de mí. No puedo encontrar otra explicación para todo esto. Es como si estuviera envuelto en un mar de poderes místicos.

"William..."

Escucho mi nombre, pero no puedo ubicar de dónde proviene la voz. Me pregunto qué ha pasado con la presencia que solía hablarme en mis sueños. Tengo tantas preguntas sin respuesta.

"¡William!"

Finalmente, despierto de mi ensueño y me encuentro rodeado por mis padres. Observo que puedo ver los nombres de mis padres y sus habilidades mágicas, pero lo que más me llama la atención es el apodo de mi padre: "Desertor".

"Ya despertó, como te dije, William es un niño muy fuerte", dice mi padre con orgullo.

Mi madre me mira preocupada y me pregunta: "¿Cómo te sientes, William?"

"Siento dolor de cabeza y mi cuerpo se siente pesado", respondo.

"No te preocupes, esos síntomas son normales. Toma esta agua curativa que hice especialmente para ti", dice mi madre mientras me entrega una botella.

Agradezco a mi madre por su magia de agua y tomo el agua curativa. Me siento reconfortado al saber que puedo contar con sus habilidades.

"Si, gracias madre", expreso mi gratitud.

Mi padre interviene y dice: "Antes de que llegue, tu madre te dará un regalo especial".

Mi madre parece un poco desconcertada, y me doy cuenta de que tal vez no tiene nada preparado.

"Tengo algo para ti", dice mi madre mientras se quita uno de sus collares.

Me muestra el collar y dice: "Este collar me lo regaló mi madre cuando cumplí cinco años. Ahora es tuyo, William".

Quedo impresionado por el gesto de mi madre y agradezco sinceramente: "Wow, muchas gracias madre".

Mi padre parece dudar y pregunta: "¿Estás segura de eso, Ana?"

"Por supuesto", responde mi madre con determinación.

Mi padre asiente y acepta la decisión de mi madre. Aunque parece haber algo más detrás de todo esto.

Mientras tanto, mi madre comienza a sentir una presencia cercana y se pone tensa. Ella le informa a mi padre: "Roger, siento que algo se acerca".

Mi padre pregunta: "¿En qué dirección?"

"Hacia el oeste, está a unos diez metros de aquí", responde mi madre.

Mis padres se ponen en alerta y se preparan para lo que pueda venir. Mi madre toma su báculo y mi padre crea espadas de piedra. Mi padre decide investigar y me pide que me quede con mi madre.

Ha pasado más de cinco minutos y mi padre aún no ha regresado. Me preocupo por él, pero mi madre parece mantener la calma, como si aún sintiera la presencia de mi padre.

"Parece que es ella", murmura mi madre en voz baja.

Sus palabras me intrigan y me acerco a ella para escuchar mejor. Parece haber reconocido a alguien.

"William, quiero presentarte a alguien", anuncia mi padre al regresar.

Detrás de él, veo a una figura más pequeña que mi padre, casi del tamaño de mi madre. Su piel tiene un tono grisáceo con detalles verdes y su cabello parece hecho de hojas. Nunca había visto a alguien así antes, es casi como si fuera un árbol con forma humana. En cierto sentido, puedo decir que es hermosa.

"Ella es Deidra. Preséntate", dice mi padre.

La chica parece tímida y no dice nada en un principio. Mi padre la anima dándole un pequeño golpe con el codo.

"Adelante", le anima.

Finalmente, Deidra rompe su silencio y dice: "Sí, como él dijo, me llamo Deidra. Soy la vigilante de este bosque. Mis disculpas por no haberme presentado correctamente, eh estado esperando tu nacimiento William, hoy te dare una Bendicion."

Me parece familiar por mis sueños pero no logro recordar si enverdad es ella...

Parece que mi reacción la toma por sorpresa.
Deidra parece aún más sorprendida. Me pregunto cómo sabe mi nombre. Tal vez mi padre se lo haya mencionado.

"¿Le contaste mi nombre, padre?" pregunto curioso.

"El no me lo dijo. Recuerda que soy la que vigila este bosque. Sé todo lo que ocurre aquí", responde Deidra.

Me maravilla su conocimiento y le pregunto emocionado: "Eres genial, Deidra, pero ¿por qué accediste a darme una bendición si tu papel en este bosque es solo vigilar?"

~Ah, ahora veo por qué está interesada en ti~, murmura Deidra en voz baja.

Susurra algo que apenas puedo escuchar.

"La respuesta a tu pregunta se resolverá al caer la noche", dice Deidra.

Me sorprende cómo parece haber leído mis pensamientos.

"Mientras tanto, iré a patrullar la zona. Les avisaré si veo algún problema", comenta mi madre.

Mi madre se levanta y se prepara para partir. Parece que está preocupada por algo.

"Cuida de ti, Ana. Llámame si me necesitas", dice mi padre.

Mi madre solo levanta el pulgar.
Parecia muy cansada.

Le pregunto: "Deidra, ¿tú no nos avisarás si estamos en peligro?"

"No, soy una vigilante. Mi función es solo observar. No intervengo a menos que el bosque me lo pida", responde Deidra.

"¿Pero hoy estás dispuesta a darme una bendición?", insisto.

"Sí, son órdenes de mi creadora", afirma Deidra.

La mención de una creadora me hace preguntarme si se refiere a un dios o alguien con un inmenso poder mágico.

"¿Creadora?" pregunta mi padre.

"No diré más. Bueno, empecemos con la bendición. Acércate, William Necrono", invita Deidra.

Me acerco a Deidra y nos encontramos cara a cara. Ella se arrodilla y me da un beso en la mejilla mientras susurra algo en mi oído.

~Cuando estés en peligro, escucha el llamado del viento~, susurra Deidra.

Después de sus palabras, mi mejilla se vuelve verde por un momento y luego el color desaparece.

"Listo, mi bendición ha sido completada", anuncia Deidra.

"¡Genial, ¿no, William?!" exclama mi padre emocionado.

Siento un ligero dolor en la mejilla, pero aparte de eso, estoy bien. Sin embargo, esperaba que la bendición fuera algo más emocionante, como volverse rico o tener poderes especiales. En cambio, he recibido una bendición para protegerme de los peligros.



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En el texto hay: magia elemental, mundo nuevo, reinos enemigos

Editado: 04.08.2023

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