No sé cuántas vidas me faltan, pero en cada una de ellas espero encontrarme contigo
Era mi primer día en la universidad me desperté emocionada, rápidamente me cambie, me hice una coleta alta y baje a desayunar, en la cocina mi hermana ya me estaba esperando, con un vaso de leche y mi cereal favorito
-Lista para el primer día- dice sonriéndome
-Más que lista
-Bien entonces apúrate para no llegar tarde, que hoy te llevare
-Comí rápidamente, subí a cepillarme, agarre mi mochila y baje corriendo, mi hermana Sonia ya me estaba esperando en el auto
Les cuento que me llamo Verónica Fernández, tengo 18 años, soy de estatura 1.60, cabello negro, largo y ondulado, mis ojos son de color marrón, tez blanca, vivo con mi hermana, anteriormente vivía con mis padres, pero al terminar mi colegio decidí mudarme con ella ya que me quedaba más cerca de la uní
-Llegamos-dijo Sonia
-Gracias por traerme, nos vemos más tarde-dije saliendo del auto
-Nos vemos, cuídate-sin más arrancó y fue desapareciendo de mi campo de vista
Entre rápidamente, pase a buscar mi horario y fui a mi primera clase en donde me presente, así transcurrió la mañana, hasta que llego la materia de geografía
Una chica se sentó a mi lado, y me pregunto de donde era, así nos fuimos conociendo, su nombre era Kate, tenía un novio que jugaba al baloncesto, en fin, hice una nueva amiga
Al tocar el timbre junté mis cosas y salí, seguramente mi hermana ya me estaba esperando, afuera no había ni rastros de ella, miré a todos lados y nada, de repente mi celular empezó a sonar, era Sonia, descolgué la llamada
-Por qué aun no has llegado-dije
-Disculpa tuve un inconveniente, podrías venir en bus por favor, ya que no podré ir a buscarte
Di un largo suspiro- Bien, nos vemos-colgué la llamada y decidí ir a la parada más cercana, después de unos largos cuarenta minutos de espera llego un bus al cual me subí, el trayecto duro como quince minutos, por fin llegué después de caminar unas cuadras
-Ya llegué grite, pero todo estaba en silencio. Seguramente aún no había llegado me dije a mi misma subiendo las escaleras, antes de entrar escuché un ruido en la habitación que está al frente del mío, fue raro ya que esa habitación nadie la usa, mi hermana tiene su habitación abajo ya que a ella no le gusta tener que subir, entonces esta se quedó como la habitación de huéspedes, pero ella no me había dicho nada de que tendríamos visitas, deje mis cosas
Tuve un poco de miedo y si era un ladrón, saque uno de mis zapatos y me acerque lentamente a la puerta, gire la manilla y entre, no había nadie, pero se veía en la cama un par de maletas, mi ceño se frunció
Hasta que alguien salió del baño hablando
-Sonia tienes una seca…dejo sus palabras al aire y me miró fijamente, solo tenía una toalla en su cintura y su torso bien formado al descubierto, pero sus ojos me atraparon unos hermosos ojos ambarinos, por unos minutos no dijimos nada solo nos quedamos mirando fijamente, es como si tuviéramos una conexión
-Ohh aquí estas- dijo mi hermana entrando- rompí el contacto visual desconcertada que fue eso, miré a mi hermana
-Veo que ya se conocen-prosiguió, el almuerzo ya está pueden bajar a comer, por cierto, Verónica que haces con tu zapato en la mano
-No me dijiste que tendríamos visita, pensé que era un ladrón, exclame
Soltó una risita- En verdad lo siento, se me olvido decirte, pero no hay problema con que se quede verdad
-No me voy a interponer, es tu casa- le digo con una sonrisa-giré mi rostro y con una sonrisa le dije- Un gusto conocerte…
-Nahuel- dijo
-Bien Nahuel un gusto conocerte, espero que nos llevemos bien y podamos ser amigos
-El gusto es mío Verónica, también espero lo mismo-dijo con una sonrisa, que me derritió por completo, pero que me está pasando, porque tengo estas sensaciones raras, sin más salí de ahí fui a mi habitación a cambiarme
Al bajar ya me estaban esperando en la mesa, sin más me senté a disfrutar de la deliciosa comida, sentí una mirada sobre mí, pero hice caso omiso y seguí comiendo, al terminar lave mis cubiertos rápidamente, le dije a mi hermana que tengo tarea que hacer y subí a mi habitación, no quise mirarle, aunque no lo mirase su presencia me causa una sensación extraña, esos ojos, esa sonrisa…pero que me está pasando, apenas hace algunas horas que lo conozco