Pandora decidió mantenerse lo más lejos posible de su jefe, decidió centrase en el trabajo que tenía sin pensar en nada más.
Tristán tuvo la misma idea, se mantuvo fuera del laboratorio para no tener que soportar la tensión de tenerla tan cerca y no poder decirle ni siquiera una palabra.
Vaden entró a la cafetería e inmediatamente visualizó a su mejor amigo en una esquina mirando a la nada.
—Amigo. —Vaden colocó su café sobre la mesa para poder sentarse sin problemas. —¿Has estado todo el día aquí? ¿Por qué dejaste a Pandora sola? —Tristán alejó la taza de café vacía y suspiró.
—Ella me pidió que la dejara sola. —Lo miró con gesto aburrido. —Es primera vez que me echan de mi laboratorio y me prohíben trabajar en mi propio proyecto. —Resopló. —Ella cree que puede encender el androide y mantenerlo así sin que explote. Se nota que lo construí mal. —Se encogió de hombros.
—No puedo ayudarte. —Vaden le dio un sorbo a su café. —Al parecer también está enojada conmigo y ya no soy más Vaden, ahora soy el señor Newman. —Ambos hombres miraron a la nada.
—¿Desde cuándo perdimos nuestro encanto con las mujeres? —Quiso saber Tristán.
—Desde que Pandora Radcliff pisó esta corporación. —Garantizó con diversión. —No tengo pruebas, pero tampoco dudas. —Ambos sonrieron.
—¿Por qué tantas caras largas? —Stella se invitó a la mesa. —Tristán, me han dicho que tu compañera está empeñada en encender al androide.
—Así es. —Respondió sin mucho ánimo.
—¿No ha explotado ya tres veces? —Tristán la miró con reproche.
—Gracias por recordármelo. —Stella orgullosa de poder molestarlo, sonrió.
—A mí no me mires. —Vaden la miró con advertencia, es demasiado odiosa.
Pandora miró el circuito y sonrió, lo ha terminado en pocas horas y quizás no funcione, pero de eso se trata, probar, fallar y mejorar.
—Rocket, quiero asegurarme de que estás bien. —Miró a la cámara que la enfoca. —Si algo sale mal, por favor... por favor... no me dejes encerrada, ¿De acuerdo? —Le imploró.
—No te preocupes flor, cuidaré de ti. —Pandora sonrió tras agradecerle.
—Insertando circuito. —Todos los compañeros se acercaron con curiosidad. —Conectando el circuito. —Con cuidado lo fue incorporando a las líneas de energía del robot. —Circuito insertado. —Se alejó un poco, no hubo reacción de ningún tipo, así que todo podría salir bien. —Rocket, quiero que entiendas el prototipo.
—Encendiendo el prototipo. —Pandora cruzó los dedos para que su esfuerzo valiera la pena y no fuera un auténtico desastre.
Todos sintieron la tensión del momento, los corazones se detuvieron cuando Rocket finalmente lo encendió. La espera por alguna reacción del prototipo elevó la adrenalina en todos.
—Dame informes Rocket. —Ordenó Pandora bastante nerviosa.
—El prototipo responde bien al circuito, está encendido y estable. —Todos soltaron un jadeo de emoción.
—Bien, dame los controles a mí. —Rocket se desconectó y Pandora se acercó a la computadora. Tecleó por unos segundos y después se apartó.
—Hola, soy el prototipo Androide A1. —El grito de Pandora emocionó a todos.
—Rocket, llama a Tristán, por favor. —Todos se acercaron, no solo encendió, también fue capaz de trasmitir lo que Pandora escribió.
Tristán sacó el móvil al escucharlo sonar y su sorpresa fue el mensaje de urgencia que Rocket le envió.
—Debo irme, creo que algo pasó en el laboratorio. —Salió corriendo y detrás de él Vaden y Stella.
Una vez llegaron al laboratorio, Tristán comenzó a abrirse paso entre sus colegas. El corazón latiendo con fuerza en su pecho lo aterró más, ¿Acaso Pandora se hizo daño? ¿Por qué la dejó sola? Inició a culparse por lo que sea que estaba pasando.
—Llegaste. —Pandora lo tomó de la mano, Tristán no movía ni un músculo sin ayuda. El asombro era tal que solamente podía ver al prototipo encendido y escuchar la frase que repetía una y otra vez.
Tristán se acercó al robot sin poder creer lo que veía. ¿Cómo es que no se había sobrecalentado o sobrecargado? ¿Por qué aún no había explotado?
—¿Aislaste la fuente de energía, y de ese modo no lo conectaste directo al núcleo? —No salía de su perplejidad, estaba seguro, pero no pudo evitar preguntar lo que ya era evidente.
—¡Sí! La última falla que tuvimos fue porque la energía extraída desde el núcleo era inestable y por ende sobrecargaba las líneas de energía. ¿Lo recuerdas? —Tristán asintió emocionado, viendo como su robot se mantenía encendido y repitiendo la oración. —Entonces pensé, ¿Por qué no crear su propia fuente de energía con nanotecnología y de paso colocar un control eléctrico hecho de carbono para ayudar al núcleo a permanecer estable?
—Espera, pero para ello debes tener una fuente confiable. —Pandora asintió.
—Rocket, quiero que pongas el procedimiento en la pantalla principal. —Cuando la pantalla se iluminó, Pandora se acercó. —Ya sabes que la nanotecnología puede ofrecer un mejor rendimiento de electricidad, así que utilicé nanotubos de carbonos que conecté directamente del núcleo, de la fuente de energía del robot y de esa manera la energía pudiera distribuirse sin sobrecargar el sistema, todo eso con ayuda del control eléctrico. Al aislar la energía para el funcionamiento de la parte superior del robot, ayuda a no sobrecargar la fuente y por eso ha encendido sin explotar y se ha mantenido así. —Tristán no pudo evitar carcajear como un loco emocionado.
—¡Lo lograste! —Pandora no fue consiente de cuánto estaba expresando en ese momento, se sentía realmente feliz y emocionada por su logro. —¡Lograste encender un androide sin que explotara! —Los aplausos llenaron el laboratorio, ocasionando una emoción más grande en Pandora.
—Lo logramos. —Corrigió. —Ambos lo hicimos. —Se miraron a los ojos con una sonrisa auténtica. Por primera vez Tristán aceptó que ella es mejor de lo que su padre había dicho, por primera vez no quiso romper esa conexión que lo atrae hacia ella y por primera vez en mucho tiempo la sonrisa de una mujer lo llenó de emoción.
Editado: 08.07.2023