Ciencia, Amor y Otras Genéticas

Capítulo 18

―¡Mami, mami! ―Los gritos de Glenda alarmaron a Pandora, ¿Qué estaba pasando? Se preguntó saliendo de la cocina, casi corriendo. ―¡No, papá, por favor! ―Chilló más desesperada y agitada.

Pandora paró en seco cuando su hija pasó frente a ella corriendo despavorida, su perplejidad aumentó cuando vio a los dos hombres correr tras la niña, cada uno con una Nerf en mano y disparando dardos contra su hija.

―Pero, ¿Qué es lo que está pasando? ―Gloria llegó corriendo mientras limpia sus manos mojadas con el delantal. ―¿Están locos? ―Reprendió a los dos hombres que chocan manos mientras miran a la niña en el piso haciéndose la muertita. ―¿Acaso olvidan ustedes que es solo una niña? ―Pandora no podía ni moverse al ver la irreal escena.

―¿Qué? Ella misma dijo que la paz nunca fue una opción. ―La carcajada de Glenda los hizo reír a ellos también.

―No juego más con ustedes, son unos tramposos. ―Rocket volvió a activarse. ―Se supone que yo debía respaldar a mi compañera. ―Protestó.

―Sí, como si tuvieras manos. ―Se burló Vaden.

―No, pero tengo más inteligencia que ustedes. ―Rebatió Rocket callándolo. ―¿Ya olvidaron que una niña de seis años pudo con ambos gracias a mis estrategias?

―Ya casi tendré siete años. ―Le aclaró Glenda poniéndose en pie. ―Soy grande. ―Vaden la tomó en brazos.

―Rocket, creo que tenemos un enemigo en común, hay que retirarnos. ―Glenda y Vaden miraron a Pandora. ―Tristán, solamente tú puedes salvarnos, lo siento amigo, pero serás la ofrenda. ―Vaden inició a caminar dando pasos para atrás sin desviar la mirada de Pandora que los mira como si le fuera a dar un infarto.

―No lo puedo creer. ―Gloria se retiró negando y rezongando por esos dos. ―Si se me llega a quemar el desayuno, hago que se lo coman así mismo. Qué manera de formar un follón y de jugar con una niña. ―Tristán se acercó a su novia y abrazándola, sonrió divertido.

―¿También estás enojada como Gloria o estás arrepentida por negarte a jugar con nosotros? ―Pandora miró esos ojos azules eléctricos y negó sin decir palabra. ―Oh, vamos pandita, sabes que somos una ternura, no te pongas así. ―Pidió al verse forzado a soltarla. ―Vamos guapa, dame un besito y acepta que te ha dado algo de gracia. ―Al no tener respuestas, le disparó en el trasero y como si él no hubiera sido, miró para otro lado y se marchó antes de que explotara.

―Son como dos niños. ―Bufó Pandora entrando a la cocina. ―Realmente siento mucha felicidad porque mi hija ahora tiene a dos más con los que jugar, pero esos dos son demasiado de rudos. ―Negó soltando el aire por la nariz.

―Si le das una hermana, tendrá con quien jugar. ―Pandora se ahogó con su propia saliva, Gloria rio divertida y tras hacerse con un botellín de agua, se la tendió. ―Lo siento, no pude dejar de mencionarlo, Vicky y yo estuvimos hablando y la conversación de como reaccionarías salió y pues… ―Se encogió de hombros.

―Ustedes dos jamás debieron encontrarse. ―Negó después de darle un sorbo al agua. ―Terminemos de hacer el desayuno, todavía tenemos que ir a cotizar algunas cosas para la fiesta de Glenda. ―Gloria se cruzó de brazos y la siguió con la mirada, ese mal gesto que pone cuando habla de la fiesta no lo comprende.

―¿Por qué te resistes a hacerle la fiesta a la niña? ―Quiso saber. ―Ella está muy emocionada, deberías estar feliz. ―Pandora soltó el aire esta vez por la boca.

―Tristán le quiere hacer una fiesta enorme, Gloria. ―Miró a la mujer con tristeza. ―¿Sabes como se sentirá la niña cuando vea todo tan bonito y que no haya niños para acompañarla? ―Gloria incapaz de no empatizar con ella, se acercó y acariciando sus brazos, le sonrió con dulzura.

―No deberías preocuparte por eso. ―La tranquilizó. ―De hecho, habrá muchos niños. ―Pandora la miró un poco confundida. ―Bastián tiene una casa hogar, cariño, y todos los niños asistirán por petición de Glenda. ―Agrandó la sonrisa, sus ojos brillantes gracias a las lágrimas que los llena asombró a Pandora. ―Incluso la niña lo hará de superhéroes y princesas, porque así los niños se lo pidieron, has criado a una niña hermosa de sentimientos excepcionales. ―Pandora descompuso el gesto en un puchero.

―¿De verdad? ―Al verla asentir, inmediatamente pensó en Víctor, sin duda su amigo es quien le ha trasmitido aquello a su pulguita.

―La verdad no tenía idea, yo… ―Cerró los ojos con fuerza.

―Mami… mami… el tío Vaden me ha dicho que hoy vamos a ver las cosas de mi fiesta, ¿Podemos desayunar ya para poder irnos? ―Pandora sonrió, desde que esas personas entraron a su vida, todo ha ido a mejor. Víctor trabajando en una tienda exclusiva de ropa de firma, ella trabajando en la corporación más importante del país y su niña ahora tiene un padre que la ama.

―Vale, ya estamos terminando, ve a esperar, sabes que no me gusta que estés en la cocina. ―Glenda salió del lugar corriendo. ―Está demasiado consentida, ahora no es solamente Vicky. ―Negó sintiendo una felicidad que jamás en la vida había experimentado.

―Deberías relajarte, no podrás evitar que la mimen hasta en lo que no deben. ―Sonrió sirviendo las últimas frutas. ―Espero que el viaje a Japón no tenga ningún inconveniente, la fiesta es justo el otro sábado.

―Estoy rogando lo mismo. ―Pandora siguió a la mujer con una bandeja repleta de panques. ―No puedo creer que se haya adelantado la feria. ―Suspiró.

―Mmmm, qué rico huele. ―Tristán inició a salivar.

―Por supuesto que para ti todo es un manjar. ―Todos miraron la cámara de la esquina. ―Tú ni un poco de agua sabes hervir porque se te seca, es normal que babees hasta por el plato más común. ―Vaden inició a carcajear a batiente abierta.

―Rocket dice la verdad. ―Glenda miró a Tristán con sus enormes ojos azules. ―La otra vez intentó hacerme una leche tibia y todo se regó. ―Tristán se sintió sumamente avergonzado. ―Pero no te preocupes papá, el helado que me diste estaba delicioso. ―Tristán dejó de respirar al sentir la mirada pesada de Pandora, ¿Es así como esa pequeña bruja se vengó de él por solo ayudar a otra mujer?




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