Ciencia Vampirica

Meditaciones

He caminado por un par de días; una larga caminata ayuda a despejarme; despertarse es tan intenso como el nacer, mis sentidos se incrementan por varias semanas, meses e incluso años, un mecanismo de protección para garantizar la supervivencia, aunque parezca una ventaja también es un tormento, las emociones son inestables; las sensaciones bombardean mi mente; incluso, puedo oler la fragancia de la madera húmeda, impregnada con pólvora de las viejas batallas; recorro el bosque lentamente apreciando los sonidos de las ramas chocando, hojas cayendo y el canto de los insectos en el apareamiento; es sublime y tortuoso.

Percibo mis sentimientos, pequeños residuos de mi humanidad; siento éxtasis de lo inexplicable, de los misterios que retumban en mis pensamientos. La curiosidad es el rasgo mas fuerte en mi, de hecho es la cualidad humana que evita el convertirme en un anima, por eso la ciencia lo es todo; solo el saber calma el intenso odio, por un momento la nostalgia me hace sentir como cuando el tiempo era valorado; necesito hacer una pausa.... mis experimentos me esperan, no se cuanto tardare en asegurar mi nuevo nombre; por lo que me urge, antes de hacerlo, rememorar mis anotaciones, eso me ayuda a estabilizarme...

Me adentro en las costas de Alemania, la brisa esta fría pero hace buen tiempo, busco un árbol hueco donde dejo mis pertenencias, ropa y demás accesorios; me sumerjo desnudo en la playa; me interno y nado a profundidades que un ser humano no puede aguantar, hasta una cueva subterránea; es una caverna de más de dos kilómetros cuadrados; asomo mi cabeza con cautela notando que está despejado el lugar, ya tuve invasiones de sanguijuelas vengativas, por esa razón nunca inverno allí, sino me tomarían por sorpresa, arriba hay un orificio que ventila el lugar, eso me permite encender el centenar de antorchas que he dejado para iluminar el lugar.

Durante la primera guerra mundial fue fácil recolectar vampiros de todas las etnias: africanos, asiáticos, europeos e incluso varios americanos, los tengo encerrados en gruesas jaulas que me permiten ver su evolución a sustancias químicas de distintos índoles. Muchos están letárgicos, otros están maldiciendo o suplicando, la rutina de un laboratorio de conejillos de indias; seguro pensaran que es cruel; pero les aseguro que no eran almas caritativas, muchos eran soldados que masacraron a diestra y siniestra, saciando su sed en los hombres y mujeres que participaban en las batallas.

Encontrar a un vampiro no es tan fácil como cuentan, no sirve el agua bendita y olvídese de esa estupidez de que necesitamos permiso para entrar a los hogares, todos esos son rumores que los míos implantaron para despistar a los cazadores, ahora les diré cómo detectarnos, son simples detalles pero muy importantes: no comemos, nunca verán a un vampiro comer, pueden simular, pero terminara regurgitando a excepción de que sean expertos en controlar sus estómagos; no nos late el corazón a menos que bebamos sangre y tampoco respiramos, solo recogemos aire para hablar, en especial es simpático ese defecto, a muchos los detecto por el tip que acontece por no tener nada en los pulmones para gesticular palabras, típico error de vampiros novatos, normalmente con menos de una centuria de edad. Estos datos solo los uso para cazar a los vampiros cuerdos, aquellos con la suficiente humanidad para ocultarse entre sus victimas; las animas, son diferentes: son locos, desquiciados; que son fácilmente detectables porque generan rumores a su alrededor. Un ejemplo interesante fue la bestia de gévaudan en Francia, es correcto, eso era un vampiro; no se quien convirtió a ese loco; pero fue un grave error, era un sádico corpulento que solo atacaba a mujeres y niños, llevando encima una piel de animal y garras de fabricación personal, se cortaba así mismo provocando que el deseo de regeneración le incrementara la adrenalina y por ende la fuerza física; entonces imagínense, un tipo con ojos negros, piel arrugada, dientes grandes y con una piel de animal encima; con razón muchos pensaron que era un lobo del infierno. No detallare como lo elimine, es irrelevante en este momento.

No hay nada místico en nosotros, solo somos chupa sangres con un gran sentido de la teatralidad. Cace a muchos, en castillos embrujados, bosques encantados y todos aquellos lugares donde el miedo les proporcionaba un buen sitio para ocultarse; pero los más peligrosos son lo que viven entre la gente, bestias que se confunden entre la multitud humana, esos son realmente difíciles de capturar a menos que sucedan guerras humanas; es el único momento en que olvidan por completo sus escondites sociales y se aventuran a deleitarse con la cosecha del momento.

En todos mis siglos de cazador he clasificado a los vampiros en tres grupos: animas, solitarios y familiares; pero realmente hay tantos tipos de vampiros como emociones, obsesiones e idealismos. Ya conocen cómo actúan las animas y de los solitarios soy el mejor ejemplo de ello; pero los familiares son distintos, tienen sus jerarquías, estructura social e incluso leyes, solo he podido cazar rango menores. No he podido matar a un vampiro más viejo que yo, los más jóvenes son los expuestos, haciendo labores de pastores de humanos en las guerras, alimentándose en la confusión, irónico que los humanos no supieran que son manejados igual como ellos hacen con el ganado.

Como dije, solo he podido vislumbrar las castas inferiores, no es fácil conseguir a los ancianos, por no decir imposible, algunos de mis capturados me confesaron que les llaman los lengua de dragón, tantos milenios existiendo los convirtieron en maestros de las palabras, con susurros encantan a humanos y vampiros; con ese poder manipulan el mundo a su antojo, deciden que nación cae y cual se levanta. Escuche decir que el ajedrez fue un invento de ellos y así ven al mundo como un gran tablero donde la humanidad está representada por peones sacrificables, no puedo confirmarlo, nunca he visto uno, en muchos de los  vampiros menores que he apturado se manifiesta un fanatismo extremo hacia esos enigmaticos lider, no es producto de un aprecio verdadero, sino de algo parecido al químico que una abeja reina usa en su enjambre para controlarlos, por supuesto son meras conjeturas.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.