Ciencia Vampirica

La cacería de Lothar

Salí del cementerio con cuidado, evitando en lo posible llamar la atención, en el camino me encontré a Karl babeando en el mismo lugar donde lo deje, paso la noche embriagado roncado no muy lejos de negocios hechos cenizas por las llamas nocturnas. Procure caminar rápido para evadirlo; pero este sujeto despertó justo cuando pase por su lado, por lo visto las capacidades sensoriales de las que presumía no eran del todo falsas o era un idiota bastante fastidioso, tuve que llevarlo a paso lento a donde nos hospedábamos y lo deje en la cama, en cierta forma me dio algo de alivio no sabía cómo eran los cazadores que me perseguirían, ignoraba que mecanismos usarían para detectarme por lo que la compañía de Karl me dio un buen camuflaje. La cautela hizo ralentizar mi llegada a mi pequeño laboratorio, al llegar la niña me recibió exaltada tomándome de la mano mientras me contaba como mejoraba Edén, no pude constatar la situación de mi protegida se encontraba bañándose, la niña siguió guiándome hasta mi habitación se apartó y cerró la puerta, eso me produjo algo de curiosidad; pero decidí ignorarla y cerré con llave la habitación, busque el pasadizo al lugar donde escondía mis implementos. La mayor parte del conocimiento que acumule se perdió, sin embargo, me esmere en recordar algunos fragmentos de mis experimentos y precisamente uno de los que logre reescribir me serviría para contrarrestar la trampa de mis cazadores.

Es verdad que nunca logre replicar a un vampiro, al menos no uno de verdad; pero si logre algo similar, al menos por un determinado tiempo, antes que se mutara en una criatura espantosa, nunca logre corregir ese desperfecto pero si retardarlo, máximo un día o dos, sin embargo, eso me serviría para los propósitos de esa noche, tome parte de mi sangre filtrándola con una serie de ropas de lana colocadas una sobre otra, debía usar mucha fuerza para lograr sacar dos gotas filtradas, luego las mezcle con algunas plantas venenosas, hongos, agua con sal y sedimento, lo puse a hervir hasta que el líquido se evaporó por completo, tome el resto y volví a filtrarlo agregándole de nuevo agua con sal hasta obtener un líquido grisáceo. Me tomo siglos descubrir esta simple receta, las plantas venenosas ayudaban a retardar el proceso de mutación mantenido al sujeto en su forma corpórea original por mucho más tiempo, incluso al recibir daño celular, el hongo cumplía la tarea de hacer al vampirizado maleable a mis órdenes, el sedimento facilitaba la filtración y por último el agua y la sal solo servían como mecanismos diluyentes. El éxito de la mezcla y filtraje se comprueba con la tonalidad grisácea del líquido, cuatro horas es el esfuerzo invertido, solo para un par de dosis. Ahora necesitaba un individuo adecuado, el mediodía estaba próximo, salí y encontré en mi camino a muchos posibles candidatos, pero no podía ser cualquiera, tenía que tener mi contextura y aspecto, ser lo más idéntico a mi, era necesario si deseaba que todo el plan saliera a la perfección. Me pasee por callejones oscuros con cautela buscando el prototipo perfecto, hasta que lo encontré, fue fácil capturarlo e incluso llevarlo en un saco, parte de la ciudad estaba llena de escombros así que no me fue difícil disimular la carga llenándolo con un poco de arena, así lleve inconsciente a mi conejillo de indias, al llegar a la casa de nuevo me recibió entusiasta la niña, mantuvo su mirada baja mientras me abría, me toma de la mano y de nuevo me llevó a mi habitación, ante de cerrar la puerta le pregunte por Edén respondiéndome "esta dormida, no te preocupes", esta vez su actuar me resulto extraño, pensé que la niña sabia el contenido de mi transporte, esa duda me hizo dejar el saco lo mejor escondido que pude y salir a verla. Allí vi la causa de la actitud misteriosa de la niña, todo el día había estado preparando una elegante cena, limpio los viejos utensilios hasta hacerlos brillar como plata, preparó una llamativa cena con lo poco que le traje, al verme me reprochó diciendo: "¿qué haces?, ¡arruinaste la sorpresa!". ¿Han visto a un inmortal apenado?, es raro pero en ese momento me apene conmigo mismo, no por haber descubierto la sorpresa de la niñita sino por haberme sentido amenazado por esa ingenua criatura, aunque, debo admitir que su dedicación y temple en medio del caos de su gente me inspiro el suficiente respeto para decirle "lo siento, no me gustan las sorpresas", la chica cambio de actitud, sonriendo corrió a tomarme de la mano diciéndome "no importa, adelantaremos la comida, siéntate, iré a buscar a Edén" mientras tocaba los platos de porcelana y los utensilios me dio algo de gracia lo sucedido, había salido de la habitación con la intención de matar a esa niña por mera paranoia, sin duda, si no lograba descubrir los métodos e identidades de mis cazadores pronto estaría matando a cada hormiga que encontrase en mi camino. Aún faltaba mucho para el atardecer por lo que decidí distraerme con la planificación de la pequeña, acomode la servilleta en mi cuello y espere. Sabía que estaban cerca por los ruidos de la niña esforzarse por traer a la chica, al fin la logro sentar, observe curioso el rostro de Edén, ya no tenía el barro y su cabello claro estaba bien peinado y brillante, al ver su rostro tuve un repentino dolor en mi cabeza y pecho, me maree y perdí la noción del tiempo, cuando me recupere la niña estaba junto a mí, yo estaba en el suelo, me apoye de la mesa y me volví a sentar, al volver a ver a la chica, el dolor volvió pero esta vez estuve consciente de lo sucedido, viejos recuerdos volvían, tan antiguos que removían mi cerebro causándome tormentosas sinapsis, mi pecho temblaba y mis pulmones inhalaban aire sin yo ordenarlo, sentí éxtasis como nunca había recordado, mis sentidos se congestionaron con mis sensaciones internas, entonces entendí, frente a mi estaba aquel rostro de antaño, la primera portadora de mi promesa, Ebba... Iba desfalleciendo, cerrando mis ojos me percataba como la niña asustada cubría los ojos a Edén... Al despertar veía estelas rodeándome, luces parpadeantes que me hipnotizaban, sentí los golpe de pequeñas manos en mi cara, la niña estaba intentando reanimarme, de nuevo estaba en el suelo, me incorpore confuso buscando de nuevo aquel rostro conocido, pero Edén se había retirado a su habitación, me senté algo aturdido tocando mi pecho y cuerpo, la niña me trajo un vaso con agua mientras me decía "¿Tu bebes agua?", bebí con pequeños sorbos, veía oscura la habitación y le pregunte a la niña "¿que hora es?" ella me respondió "Estuviste mucho tiempo dormido, son las 6 de la tarde", Me levante de repente, fui a mi habitación, tome el frasco de dosis, el saco y salí lo más rápido posible.




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