Científicos, Hechiceros y Astronautas.

Astronautas – Incidente con la Irregularidad 889 1.

Irregularidad 890 – Acceso de clase A:

Se le asignó al Departamento de Investigación de Irregularidades Espaciales el análisis de la Irregularidad 890. Se trata de la primera de las cuatro gemas presentes en la Irregularidad 889. Denominada como Luminocristal Marciano.

Presenta propiedades luminiscentes, se encuentra en formaciones geológicas de cañones y montañas marcianas. Su composición es una combinación de cristales fosforescentes en tonos azules, violetas y plateados que exhiben bioluminiscencia natural.

Esta característica permite que el Luminocristal absorba la luz solar durante el día y emita una suave luz estelar durante la noche. Los análisis y conjeturas indican que su función es servir como la fuente de energía de la Irregularidad 889.

 

El año pasado.

 

Esta era la primera vez que Magali haría algo así con otra persona, su padre solía decirle que no lo hiciera pero después de ver tantas series y libros ella quiso intentarlo. Ahora que se le presentó la oportunidad no quería dejarla pasar, quería disfrutarla y el momento parecía ser perfecto. Al menos lo era antes de que todo se arruinara.

     En la plaza, bajo la tenue luz cálida del atardecer el murmullo de la ciudad parecía desvanecerse alrededor de ambos. Una suave brisa envolvió la piel de Magali, acariciaba su cabello y lo hacía danzar a su espalda. Sus ojos brillaban imaginándose como seguiría la situación que tenía en frente mientras observaba al chico delante de ella, su compañero de secundaria iba a tercer año al igual que ella. Ahí era donde se habían conocido.

     Con una mirada llena de cariño y asombro, el chico sostenía la mano de ella con delicadeza, como si fuera un tesoro preciado que no quería dejar escapar. El ruido de la ciudad casi desaparecía para ellos, y sus mentes imaginaban escuchar ambos corazones latiendo al unísono, llenando el aire con una melodía que solo ellos podían escuchar.

     La atmosfera estaba cargada de una dulce anticipación, los dos sabían que ocurriría aunque no se lo hubieran dicho y estaban preparados para eso, casi como si el universo conspirara para crearles un momento mágico. Sin mediar palabras, sus rostros se acercaron, cada paso hacia el otro estaba lleno de expectativas y eso provocaba que las manos de Magali sudaran un poco.

     Se sintieron tan cerca el uno del otro que podían percibir la calidez en sus alientos, el mundo se desvaneció a su alrededor. Estaban a punto de descubrir la magia de un beso, algo que solo habían podido imaginar hasta ahora. Entonces fue que él dio la iniciativa final, se adelantó y sus labios se encontraron en un tierno y lento beso; el tiempo pareció detenerse mientras se perdían en el sabor de aquel momento.

     Lo que primero fue un roce de labios pasó a incluir las lenguas, permitiéndose entrar al lugar ajeno de la otra persona. Experimentaron un deseo compartido y un placer susurrado por sus bocas sin la necesidad de palabras.

     Sin embargo, fue entonces que ocurrió. El fuerte sonido de algo chocando contra la madera los hizo sobresaltarse y separarse de golpe, algo había chocado con el árbol que tenían a un lado. Cuando ambos miraron al suelo se percataron de la presencia de una piedra del tamaño de un puño a su lado.

     De entre los demás arboles a la distancia aparecieron un grupo de cinco chicos, ambos reconocieron todos los rostros al instante: se trataba de un grupo de amigos que iban a su mismo año y al parecer los habían seguido a ambos hasta la plaza solitaria cuando salieron del instituto.

     La cabeza del grupo no tardó en hablar cuando supo que tenía la atención de los dos tortolos – ¡Miren chicos! –señaló a ambos tomados de la mano con un dedo inquisitorial –Magali besó al chico más feo de toda la escuela –las risas burlonas de sus compañeros no tardaron en aparecer detrás de él.

     – ¿Si te pagó también me besarías? –preguntó otro de los chicos burlándose y moviendo sus labios como si fueran los de un pez.

     La mano con Magali se apretó con más fuerza a la de su acompañante, le dirigió la mirada y este solo tenía la cabeza baja aceptando los insultos sin resistirse. Bueno pues si él no se defendía ella lo haría, pero solo porque no le parecía bien que juzgaran sus propios gustos –Ya te gustaría tener suficiente dinero Tomi –le gritó ella. Rápidamente su vista pasó al líder del grupo –No lo puedo creer Gabi, que bajo has caído ¿En serio nos seguiste solo para reírte? ¿No tienes una vida o es que estas celoso?

     Un profundo silencio se generó al escuchar esas palabras, solo roto por el movimiento de las hojas de los árboles gracias al viento. El chico se llenó de una furia indescriptible –Yo… yo solo quería salvarte –declaró dejando confundidos a todos –Pero ahora que lo besaste te vas a contagiar de su fealdad –acto seguido se agachó y tomo una piedra para lanzársela a la chica.

     Sus amigos no se quedaron atrás y copiaron la acción, todos tomaron piedras del suelo para lanzárselas a ambos. El chico que Magali había besado se puso en frente de ella para protegerlos pero no pudo hacer nada contra cinco flancos distintos: una de esas piedras le golpeó en el ojo y otras en el estómago y los brazos.

     Cuando el chico se agachó del dolor Magali intentó ayudarlo, revisar sus heridas para ver qué tan graves eran pero entonces una piedra cayó directo en su cabeza. La fuerza fue tal que el objeto se partió a la mitad y la sangre salió a borbotones, pero la situación no acabó ya que antes de desmayarse ella pudo ver como el grupo se acercó a ambos para empezar a golpearlos.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.