Al momento que Derek estaciona su auto frente a mi casa, cierro los ojos y me encojo en mi misma, estaré sola ahí adentro, pero no quiero estar sola… Su mano examina mi codo, en busca de mi atención.
__ Te dejare dentro, tienes una cara de desmayarte en cualquier minuto…
No espera que responda; baja del auto, lo rodea y vuelve para sostenerme. Al entrar a casa no me suelta y agradezco nuevamente. A duras penas estoy tratando de lograr guardar el millón de cristales rotos que me aguijonean por dentro. Me dispongo a adentrarme a mi habitación y cierra la puerta detrás de mí; mientras comienzo a desvestirme, escucho los murmullos del otro lado, estoy segura que es su jefe, se ha ido sin cumplir su horario de trabajo.
Termino de sacar mi ropa y me cambio al pijama. Observo aquella caja en la cual tenía todos mis ahorros, la toco, me muerdo el labio con fuerza, rasco mi cabello con fuerza y enseguida, comienzo a llorar.
__ ¿Por qué…? ¿Por qué?
Estoy indiscutiblemente rota, no encuentro mis partes, necesito que alguien me ayude por favor… No logro respirar correctamente, no es cuando su cuerpo se asoma y me envuelve en un abrazo. Tiene la preocupación tallada en su rostro, no entiende lo que pasa, pero no me presiona.
#8692 en Joven Adulto
#23178 en Otros
#6919 en Relatos cortos
desamor y traición, vida real, adicciones amor carino llanto
Editado: 17.04.2020