Cimientos de guerra

Capitulo 9. Discresion

Kevin se levantó temprano en la mañana para ir a trabajar en la clínica veterinaria ubicada en su territorio. Antes de entrar en el bosque observa las aves que se posan en sus ramas y lanzan hermosos cantos al aire. Kevin sonríe adentrándose a la marea de arboles en dirección a su trabajo; al llegar al puente escucha ruido detrás de él, sonido de hojas secas siendo pisadas llegan a sus oídos, al darse vuelta no ve a nadie solo el denso bosque. Un hombre que lleva la vestimenta de la clínica veterinaria se acerca a Kevin, este sin voltearse a verle le ordena.

—Trae unos cuantos más contigo, que vengan preparados. Una invitada no deseada ha llegado sin permiso del gobernante de Afriz y por supuesto sin mi autorización.

— ¡Si señor! — el hombre se va inmediatamente.

Kevin ve la espalda del hombre alejarse, una vez solo de nuevo se queda admirando sus alrededores, el rugido de los animales; los arboles dispersos en la tierra, las dunas del territorio y las banderas serpenteando con el cálido viento. Nada ni nadie salió del bosque en el tiempo que el hombre regresaba con refuerzos, por ello Kevin dibuja una sonrisa complacido. Los hombres armados crean una línea de ofensiva frente al bosque.

—Deja de jugar al escondite niña, alguien que sea de  nuestro territorio no iría por el camino de hojas dentro del bosque, por lo que sé que me has estado siguiendo. Pensé que te retirarías pero la realidad es que no fue de esa manera. ¿Quieres luchar para obtener mi poder? ¿Crees que con eso podrás derrotar a Antirda? Yo te sugiero que seas mi amiga, juntos podremos vencerle o eso espero.

—Quiero derrotarte, no cambiaré de opinión al respecto— se escucha una voz salir del bosque.

—No es por nada, pero, en este momento debería estar trabajando por lo que te pido que te retires, regresa al instituto, nuestros asuntos se resolverán luego.

—No lo haré.

—Créeme, lo que más quiero en este momento es hacerte pagar por el incidente en el baño con la princesa, pero lamentablemente no puedo perder el tiempo aquí, me retiro, no causes problemas o estas personas tendrán que verse en la necesidad de actuar.

—No te atrevas a ignorarme, esto es algo que no puedo desobedecer— sale de los arboles con guadaña en mano.

—Se que no es importante pero te supero en número, mantente al margen. Existe la razón de que no debes desobedecer pero ¿No crees que la circunstancia lo amerite? Es por ello que te digo, vuelve sobre tus pasos a la institución o haré que abran fuego, claro que si eso no funciona atacaré.

***

En algún lugar bajo tierra donde los secretos aguardan y esperan. Cuatro personas se reúnen, aquellos que dictan las órdenes para que los lideres las ejecuten, quienes han sobrevivido a los asesinatos que han ocurrido en estos últimos meses. Los gobernantes se encuentran frente a frente pues a pesar de sus diferencias e intereses tienen un enemigo común.

—Bien, nos hemos reunido aquí para tratar el tema que nos concierne  a todos, el líder de Antirda sobre nuestras vidas— expresa el hombre gobernante de Amira Sur.

—Sabemos quién es el nuevo Líder Neutral pero nuestro dolor de cabeza es el líder de Antirda y no sabemos quién es. De seguro que ambos están en nuestra contra— habla el gobernante de Amira Norte.

—Esta reunión es estúpida y sin sentido. Mientras estamos aquí sentados el chico de Antirda debe estar preparando su siguiente ataque— habla la gobernante de Ocania.

—A mis oídos llegaron que tu líder no pudo resistir hacerle frente y salió muy mal herido, por lo que ha estado mucho tiempo en el hospital de tu territorio.

—Los chismes sí que vuelan rápido, ojalá así fueran de activos para acabar con las amenazas que nos acechan— la gobernante de Ocania expresa con un disgusto notorio en su rostro.

—Señores es evidente que no nos llevemos bien, ya que, todos queremos lo que el otro tiene: poder. Que estemos así de cerca unos de otros y sin protección es demasiada tentación— los gobernantes le miran reprochándole que no debe decir nada innecesario. —Si se dan cuenta es muy probable que estemos en esta situación por esta agradable ambición de obtener lo que los representantes tienen— dice el gobernante de Esia con una sonrisa burlona en sus labios.

—Esto sucede por ser arrogantes me incluyo también, nunca debimos hacerlo, el codiciar lo que no es nuestro. Debimos solo ejecutar nuestro deber de proteger el sello, no absorberlo— analiza la gobernante de Ocania.

—No sea paranoica ¿Cuál es la diferencia entre protegerlo a costa de nuestras vidas con el costo de nuestra vida? Ninguna, hasta suenan similares. Que cuidemos el sello de poder cual es la intensidad total de los poderes que rigen a los representantes con nuestras vidas no tiene diferencia. De igual manera la estamos protegiendo, no sé porque tanto drama por esto ¿Todo para que los representantes no inicien una guerra con el máximo de sus poderes? Tonterías y ¿Qué si es así?

—Veo que el que hayamos cambiado las reglas de este juego fue en parte del propósito que has expuesto. Alteramos las leyes a nuestro favor, aquellas que permiten a nuestros ciudadanos elegir a quien quieren para su gobierno por una elección al alcance de un dedo, dimos vulnerabilidad  a los lideres para que no se alzaran contra nosotros porque por más que brindemos apoyo de esta fuerza no es suficiente y en casos no es controlable para ellos llevándolos a una locura que podría acabar con la vida de muchos y de la suya propia— la gobernante de Ocania muestra irritación porque los presenten no prestan atención.



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En el texto hay: fantasia urbana, conflictos, escolar

Editado: 11.03.2021

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