Cimientos de guerra

Capitulo 12. Alianza

Marinep aun no se mueve del lugar y el poder de Esteban se estaba saliendo de control, cadenas empiezan a aparecer en los alrededores llamando la atención de los estudiantes transeúntes. Las cadenas atacan cuando sienten sus movimientos, como puede, Erick crea un muro de fuego que rodee a todas las cadenas, estas al sentir las llamaradas dirigen su ataque hacia él.

Este manteniendo a Esteban para que no se caiga de su espalda lo sujeta fuerte con su brazo izquierdo, inclinándose también un poco hacia el frente y con su otra mano agarra a Marinep por la camisa lanzándola al suelo protegiéndola del fuerte calor que combatía a las cadenas.

—No estoy en condiciones para esto— dice Erick tratando de mantener su respiración estable. —Chico si aun estas sensato habla con ella, necesito que se mueva por sí misma.

—Marinep— se escucha la voz cansada de Esteban.

—…No me hables, no estoy de humor.

—Lo siento… de verdad lo siento…— Esteban estira su brazo para intentar alcanzarla pero ella retrocede evitando su tacto.

— ¿Quieres disculparte? ¿Por qué no empiezas disculpándote con que hiciste publica mi identidad? Sabias bien como me sentía, la humillación que tuve, las amenazas que debí soportar.

—Si te sirve de consuelo yo no sabía que eras tú. Cuando descubrí que eras la líder de Amira Sur me sentí completamente destrozado, me dije a mi mismo que te ayudaría.

—No debiste hacerlo en primer lugar.

—Fueron órdenes de mi gobernante.

— ¿Dices que tu gobernante te envió a crear disturbios en mi territorio para hacerme salir?

—Sí.

— ¿No sabes que eso solo parece una excusa?

—No negaré que así parezca pero es la verdad Marinep yo… ugh… maldición esto duele… ack.

—Mantente cuerdo, no te debilites— dice Erick concentrado aun en protegerlos de los ataques del poder que fluye de Esteban pero al instante este muerde el hombro de quien lo sujeta tan fuerte que comienza a sangrar ocasionando que se desestabilice  y las llamas desaparezcan quedando expuestos. —Cielos esto no es nada bueno ¡niña muévete!

Marinep voltea pero no logra concentrarse por lo que cierra los ojos esperando el golpe que nunca llegó, al abrir sus ojos ve una gran pared de arena.

—Kevin— susurra.

— ¿Estás bien princesa?

—Sí, muchas gracias— Marinep le agradece y Kevin mira detrás de ella a las otras dos personas.

— Por todos los cielos ¡Erick! — Se acerca para ayudarlo con Esteban. — ¿Qué le paso a tu hombro? Se ve realmente mal.

—Más tarde me preocuparé por esto, por ahora es importante que se contrarreste el poder del chico moviéndolo al invernadero, así estaremos seguros.

—Si es nuestra única opción ya que llevarlo a su territorio puede ser peligroso por el largo trayecto.

Los dos chicos comienzan a moverse hacia el invernadero al mismo tiempo que deben defenderse, Marinep por su parte al verlos trata de moverse pero al ver las cadenas que brotan de Esteban hacia todas las direcciones la lleva a ese instante en que todo comenzó y al igual que ese momento no pudo moverse, todas las frustraciones que tuvo aquel día volvieron a ella como una gran oleada.

Se había dicho a si misma que le daría una lección a su principal enemigo y no puede hacer nada teniéndolo de frente y con una clara ventaja a su favor. La impotencia le invade de nuevo y su cuerpo comienza a temblar. Kevin al notar que Marinep no los sigue se detiene para hablar con ella.

—Princesa ¿No vienes?

—No quiero estar donde él esté.

—Princesa… es preciso que no te quedes atrás, hay cosas que debes saber y es por ello que necesito que vengas con nosotros.

—Tú no entiendes como me estoy sintiendo en este momento.

—Es cierto, no te entiendo aunque quisiera hacerlo. Pero créeme cuando te digo en este momento lo que diré <<Rayos no puede ser que vaya a decir esto>> Esteban es una buena persona y sabes muy bien que cuando el gobernante da una orden no podemos rechazarlo.

 —…Lo sé y es lo que más me molesta.

Erick al escuchar que la conversación fluye de una manera en el cual no llegarían a ningún acuerdo pasa a Esteban con Kevin para luego cargar a Marinep como un saco de papas.

—Movámonos hasta que pierda la paciencia— Kevin asiente acomodando a Esteban con un brazo sobre sus hombros y se mueven con rapidez.

— ¡Hey! ¿Qué te pasa? ¡Bájame!

Sin prestar atención a las pataletas de Marinep siguen su camino al invernadero, al entrar llegan al lugar donde Kevin y Marinep habían hablado la vez que estuvieron allí.

Kevin deja a Esteban recostado en una pared para luego acercarse al ventanal, debajo de esta hay un pequeño pilar de yeso cubierto de moho e insectos, con sus manos lo mueve hacia un lado apartando la tierra encontrando debajo de esta un disco de mármol rodeado con una especie de campo de fuerza de color nacarado y cuya piedra en el centro tenía un símbolo borroso semejante al emblema de la institución. Erick luego de soltar a Marinep acuesta a Esteban en el suelo cubierto de arena esparcida por Kevin, al colocarlo ubican su cabeza cerca de la piedra y para que no se lastime Erick coloca su chaqueta como almohada.



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En el texto hay: fantasia urbana, conflictos, escolar

Editado: 11.03.2021

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