La voz de Menrip se escucha como un leve susurro en mis oídos, esos ojos entre azules y grisáceos detallan cada centímetro de mi rostro; y su respiración intermitente que con cada exhalación se vuelve más débil, en algún momento se habían acercado a donde me encontraba deteniendo mi avance hacia Joselin. La cabeza me volvía loca con sus incesantes palpitares de dolor, el sudor frio que emanaba mi piel me causan escalofríos, pero, aun sintiendo cada uno de esos malestares me encuentro tranquila, no pienso en perder la cordura si no que al contrario también puedo escuchar atentamente a cada palabra que dice mi hermano. Ordenando mis pensamientos ante lo que ocurre le respondo.
— ¿Qué quieres que diga? — las palabras quieren quedarse atoradas en la garganta, aun así las incito a salir. — ¿Cuál es la condición?
Menrip suelta mi cara para luego abrazarme por la espalda, obligándome a sentarme en el suelo. Esteban se acerca a nosotros para velar de que no nos ataquen, quiero decirle algo pero al oírme murmurar me dirige sus ojos inundados en una preocupación que no puedo explicar <<No voy a morir, no me mires de esa manera>> con esas palabras en mente intento convencerle, no quisiera ver su rostro de esa manera, me muevo de nuevo para alcanzarle pero esta vez mi hermano se queja colocando su frente en mi espalda estando esta tan caliente como las llamas de Erick por lo que al intentar voltear habla.
—La condición es… que no te muevas— su voz se pierde entre una oleada de tos que le impiden incluso respirar. —No puedo… me cuesta res… pirar *cough* *cough* quédate quieta, a diferencia de los otros líderes no te dolerá así que solo espera un poco, todo pasará.
No digo nada, dentro de mi algo se desgarra al escucharle luchar por hablar. Veo a mí alrededor todo más claro, el chico Max tomó a Kevin para alejarlo un poco del lugar de batalla mientras Erick camina hacia Joselin. Esta comienza a prepararse para atacarnos siendo detenida por las llamaradas de Erick, no comprendo lo que ahora ocurre; si nuestra pelea hace unos minutos era contra el líder de Antirda porque ahora se ha vuelto contra Irop, el único que puede darme las respuestas ahora está detrás de mí y mientras estamos en esta situación pienso responder a ellas.
—Respóndeme ¿Qué es lo que en realidad está pasando? Esto no tiene ningún sentido, esto parece una pelea por ver quién será el dueño de la casa de la abuela. Una pelea absurda y sin sentido— digo esperando no sonar tan severa.
—Marinep, lo siento. Lo que diga te parecerá aun más absurdo de lo que crees, por eso, he hecho las cosas a mi manera todo este tiempo.
Detrás de sus palabras se esconden historias sin contar, acontecimientos importantes que nos han sido privadas. Si quiero que esta lucha entre nosotros no se extienda más allá del bosque que nos rodea debo saberlo todo, no solo conocer la historia superficial de eventos, sino el detalle que conllevaron a ellos, ese volver en el tiempo de nuestra existencia donde se le da sentido a las acciones de cada uno de los portadores del poder mágico representativo de los territorios, el derecho del gobernante sobre ellos y el aislamiento del neutral con los demás.
Observando de nuevo la situación frente a mí, donde las llamas son cortadas por la guadaña de Joselin para atacar a su agresor mientras esta también se defiende de los ataques de Kevin a la distancia, le dan menos sentido a estos pensamientos sucesivos de inquietud. Kevin siendo monitoreado constantemente por Max para que no se mueva en exceso y reabra su herida presta total atención a la lucha, caso contrario a Esteban quien no se aparta de mi lado no deja de enfocar sus azules ojos en la burbuja que aprisiona a mi madre ¿Qué es lo que ocurre en realidad? La pregunta queda rondando en mi cabeza cuando escucho la voz de Joselin.
— ¡Cuñada! ¿Ya te sientes mejor? — gritando desde su posición alejada de nosotros, más cerca del bosque donde la brisa se mece fuertemente revoloteando su cabello carmín, su rostro deja ver una felicidad indescriptible entre locura y placer mostrando a su vez una sonrisa aterradora. —Entrégame tu poder, al fin y al cabo no te pertenece, ni a ninguno de ustedes.
—Esa mujer está perdiendo la cabeza— murmura Esteban para sí, pero llego a escucharle.
Joselin comienza hacerse más fuerte, superando sin esfuerzo los poderes en conjunto de Erick y Kevin. El líder de Ocania poco a poco va retirándose sin huir para evitar salir gravemente perjudicado, ante esta reacción la pelirroja se mofa de sus contrincantes. No deja de llamar mi atención para que observe cada uno de sus movimientos que al mismo tiempo es una burla y una muestra clara de que puede derrotarnos cuando le apetezca ¿Por qué hacerse la débil todo este tiempo si podía derrotarnos con la guardia baja antes?.
—No puedo dejar a Amira Sur desprotegido… si le entrego mi poder seria condenar a mi territorio— antes de seguir susurrando lo que pasaría si hago lo que dice la líder enemigo Menrip se retuerce un poco como agonizando, por lo que volteo mi rostro sin moverme demasiado, a lo que rápidamente sus manos me mantienen el rostro fijo hacia el frente.