Cimientos de guerra

Capitulo 21. Herencia

 

Hablar con la voluntad “natural” que posee la potestad de escoger a los próximos portadores de las fuerzas místicas ocultas debajo de nuestros territorios; hace que mi cuerpo entre en una creciente emoción sin explicación, añadido a eso, una presión producto de un mal presagio emerge desde dentro sin poder calmarla. Inconscientemente tomo con fuerza la camisa de mi hermano sintiendo como las uñas comienzan a lastimarme la palma de la mano, dicho acto llama su atención; este quien aun no dejaba de abrazarme me suelta despacio para luego tomar mi cara entre sus manos y con una sonrisa de su boca reflejada en mis pupilas  me proporciona un poco de calma.

 

—Necesito que te des prisa Marinep, yo…— un ruido estridente viene de la dirección en la que están peleando los otros líderes, por lo que ambos volteamos para ver que está sucediendo.

 

— ¡Ca- ri- ño! — la voz de Joselin se escucha como el canto melodioso de un pájaro a la distancia, sin embargo deja entrever en ella un dejo de ira espeluznante. —Sabes, había olvidado que con tu personalidad debí comprender que nunca le darías la noticia de nuestro pronto matrimonio a la familia.

 

Mi cara se muestra sorprendida por lo que miro a mi hermano para corroborar la veracidad de sus palabras pero este tiene en su cara un gran reflejo de desagrado, de su boca balbucea “Jamás le propuse matrimonio, primero muerto”. Eso ocasiona que deba retener una carcajada dentro de mi garganta, conociendo a mi hermano las palabras de Joselin debieron molestarlo de gran manera; acto siguiente ella comienza un discurso de cuanto amaba a mi hermano, del como sus miradas demostraban su amor incondicional desde la primera vez que se conocieron en una competencia deportiva dentro de la institución. No sé si sentirme aterrada ante sus detallados recuerdos de un amor que pensaba de igual manera eran las correctas, desde que la conozco siempre había sentido una gran afinidad entre ellos para luego solo enterarme de que era una alianza sin tregua… nada más que un camuflaje.

 

—Lamento decepcionarte— responde Menrip en tono notablemente severo. —Yo jamás te propuse tal cosa ¿La máscara de niña buena que mantuviste todos estos años por fin se ha hecho demasiado pesada para que la sigas portando?

 

— ¿Qué cosas dices? La unión entre nosotros es inevitable, tú mismo me lo has demostrado— se queda un momento pensativa, mira hacia atrás y al notar movimiento llegando desde el bosque dirige su mirada de nuevo hacia el frente. —Esto es vergonzoso, los invitados han llegado.

 

 Al terminar sus oraciones, de entre los árboles del bosque que rodean a la institución comienzan a salir muchas personas muy bien armadas por lo que distingo, son seguidores y no solo lo son del territorio de Irop si no que de igual manera lo son de otros territorios como Esia y Amira. Todos comienzan a juntarse cerca de Joselin y esta, levantando su guadaña los envuelve a todos en un aura verde ocasionando que sus armas tomen ese color emanando de ellos una fuerza abrumadora, similar al caso del arma que porta Max y que previamente había usado contra nosotros hiriendo a Kevin en el proceso.

 

—Tu madre espera nuestra unión y todos los presentes también.

 

Menrip me indica que lo siga; acercándonos a la burbuja donde esta mamá, con solo decir la palabra “reverso” la burbuja que aprisionaba a mi madre se desvanece liberándola. Ella busca el aire que desde hace minutos se le había sido reducido; Joselin a lo que acaba de presenciar se ríe dando pequeños aplausos como un niño que le acaban de regalar algo que le gusta, sin dejar de seguirnos con la mirada mientras nos reagrupamos con los otros líderes. Erick en un repentino arrebato de cólera al ver que tiene tan cerca a Menrip le propina un fuerte golpe en la cara, mi madre se mueve para ayudarle a reponerse pero mi hermano la detiene asegurando que está bien, que era algo que se merecía.

 

—Estás muy enojado Erick— dice Kevin con su peculiar humor. —Pero eso era innecesario, en esta situación abstracta necesitamos de su ayuda.

 

—Maldición… es que me molesta todo lo que está pasando, esa loca se trajo al ejercito de cada territorio, este idiota no dice en que podemos ayudarlo dejando que malinterpretemos la situación que lo envuelve, peleamos en esta batalla sin sentido, tú estás herido…— camina un poco para relajarse, sin dejar de mantenerse alerta ante los movimiento de Joselin.

 

— ¿Cuál es el plan? — Esteban interviene ante la creciente amenaza ante nosotros. —Podría decir que la cantidad de personas que están de su lado no es ningún inconveniente, pero, debido al movimiento que acaba de realizar supone una gran desventaja para nosotros.

 

—Solo hay una manera de poder superarles— Menrip dice mirando a cada uno de los presentes hasta llegar hasta mi que estoy a su lado. —Marinep debe obtener el poder original para derrotar a Joselin.

 

Los presentes quedan con una gran interrogante en su rostro, Max es el único sin cambios limitándose a tomar a Kevin por un brazo para también guiarnos a mi madre y a mí a un lugar seguro. Los demás piden respuesta ante sus palabras, a lo que mi hermano alega que es una larga historia por lo que se determinan a actuar según sus creencias y convicciones. Antes de alejarnos de ellos Menrip me mira y de sus labios se forman las palabras “Canales de conexión: abierto”.



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En el texto hay: fantasia urbana, conflictos, escolar

Editado: 11.03.2021

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