-Llegaron- soltó Jules asustado después de unos días.
-Vienen con muchas cosas- soltó Klaus al ver una pequeña caravana de carruajes algo lejos.
-Ha de traer a los maestros y a otras personas- soltó Dastan viendo la cosa detalladamente. Se veía que no había mosqueteros de por medio.
-Sera mejor que bajemos y nos preparemos- soltó Jules y los 3 se apuraron para prepararse.
-Padre- sonrió Jules cuando los carruajes pararon.
-Jules, hijo mio- se oyó la voz de Gustave en algún carruaje.
-Padre ¿Dónde están?
-Aqui y traemos muchas cosas- sonrió Gustave saliendo de uno de los carruajes.
-Ven Jules abrázame te extrañe- sonrió Gustave. Haciendo que Jules dudará unos instantes y luego correr.
-¿Y esa duda?- preguntó Eric serio.
-No se, los extrañaba. Tenía días sin verlos y no sabía si eran reales. Todas las noches he soñado y siempre he despertado con deseo de que fuera verdad- contesto Jules abrazando a su padre.
-Ya estamos aquí Jules y traemos muchas cosas como ya habíamos dicho. Empiecen a bajar el cargamento… Eric, Jules, Dastan vengan- empezó Gustave y todos menos su hijastro se movieron.
-Pierre ayuda, es mucho cargamento- demandó Gustave cuando visualizo a su hijastro en las sombras.
-Pierre- demandó Gustave y el chico se movió.
Para después Gustave presentarle a sus hijos a los profesores y los demás meter todas las cosas.
Y la cosa siguió así unos días más, los chicos se dividieron a como eran las cosas antes.
Aunque eso sí Klaus y Jules se distanciaron más por las clases de Klaus de esgrima y otras más que por Eric Jules no podía tomar.
-Este chico necesito que hable urgentemente- demandó uno de los profesores a Gustave un día.
-Dudo que se pueda- soltó Gustave tranquilo con un te en su mano.
-No aguanto, en mis clases pido que participen y sinceramente esos chicos no tienen remedio. Eric responde mal, Jules anda perdido y Dastan no habla.
-Eric es listo solo que no es para algunas materias.
-Pero he oído que es igual en todas. Todos son igual en todas las que se les dan.
-Calmese señor Petit.
-Nada que me calme, esos chicos no tienen remedio y no renuncio porque la paga es buena y el lugar hermoso. Pero aún así no puedo aguantar más esto, haga algo con ellos Musset- demandó enojado el profesor y se marcho. Mientras Gustave seguía disfrutando su te.
-Piere- grito cuando ya no oyó al señor Petit.
-Si mi señor- contesto el chico acercándose a su padrastro.
-Llevale al señor Petit algo de te y galletas- pidió Gustave sereno y el chico fue a hacer lo que se le pidió. Sorprendido de que su padrastro le dejara a solas con uno de los profesores.
-No puedo aguantar más, esos chicos me van a sacar canas- se quejo el señor Petit en su cuarto.
-Señor Petit, mi señor me pidió que le trajera algo- dijo Dastan tocando la puerta.
-¿Que?- demandó molesto.
-Te y galletas- contesto Dastan y el profesor abrió.
-¿Cree que con eso podré aguantar esto?- demandó viendo lo que trajo el chico. Que aunque se veía bueno, sentía que no era prudente tomarlo.
-No lo se.
-Hablas muy poco- dijo el profesor viendo al chico o bueno lo que pudo.
-Interesante- se quedo viendo al chico.
-Tengo más trabajo señor Petit ¿Donde puedo dejarle esto?- preguntó Dastan.
-En la mesa donde están las frutas- dejó pasar al chico.
-Si no es mucha molestia me gustaría decirle que puede que no solo usted esté pasando por eso, señor Petit. Mi señor tiene sus momentos donde se puede comportar así. Le recomiendo calmarse e intentar buscar una solución más prudente donde pueda hasta disfrutar sus clases… Me despido- soltó Dastan mientras estaba dentro del cuarto para después ir a la puerta.
-Chico, quién debe de dar esos consejos es tu señor. No tu un simple sirviente que de seguro no tiene estudios ¿Que va a saber alguien como tú de esto?- soltó orgulloso el profesor haciendo que el chico sintiera algo romperse dentro de el.
-Puede que me menosprecie señor Petit pero déjeme decirle que de todos los que están aqui, soy el que más desprecia mi señor. Por lo que le recomiendo que evite decir cosas así sin meditarlo. Recuerde que las cosas no son lo que parecen y en mi caso, yo he tenido que aguantar varias cosas del señor Musset que usted dudo que siquiera imagine- contesto el chico tratando de evitar mostrar sentimientos, cosa que le costaba en esos momentos.
-¿Que has tenido que lidiar chico?- soltó el señor Petit interesado por el muchacho que tenía frente suyo.
-Dudo que sea de su interés, me marcho. Estoy atrasado algo señor Petit- se despidió y se marcho.
-Hey tu- soltó el profesor pero no supo siquiera si el muchacho le oyó.