Cinderella Story ~ El joven mosquetero

~30~

-Me gusto como terminó el día de ayer- sonrió Gustave en el desayuno el día siguiente.
-Pero yo no. Ahora los mosqueteros se quejan de que nosotros estamos en mala forma ¿Quienes se creen como para decir algo así?- se quejo Eric. El día anterior todo iba de maravilla hasta que se empezaron a oir voces sobre como Jules y el estaban muy delgados. Aunque quién recibió más todo eso fue Eric, porque de los 2, Jules era el que en mejor forma estaba.
-Puede que tengan algo de verdad. Pero bueno, decidí que ustedes tomaran un par de clases con Dastan para cambiar ese detalle- contesto Gustave haciendo que Jules sonriera y Eric hiciera cara de asco.
-Eric es por un bien común.
-Pero no es justo, yo jamás estaré en un momento donde tenga que pelear y me sorprende como de los 2 yo fui el que más criticaron- dijo lo último señalando a su hermano.
-Puede que sea porque tú hermano haga más que tu- soltó Gustave pensando en cómo el menor de sus hijos era el que encontraba en todos los lugares de la casa.
-Pero no es justo, el se la pasa haciendo estupideces y tomando la biblioteca como su cuarto…- Eric no trates a tu hermano así.
-El ya no va a clases luego. Eso es injusto, está peor que yo en todas- se defendió Eric con lo que nadie creía verdad.
-Sus profesores me dijeron que Jules ha mostrado muchos avances en cuanto a sus clases. Por lo que lo han soltado de esas obligaciones, si quiere puede ir y si quiere no- comento Gustave lo que todos menos Eric sabían.
-Es injusto, si a uno lo liberan de esas obligaciones al otro también y más así. Yo soy el mayor- siguió Eric. Mientras que Jules se paró tranquilamente de su lugar.
-Padre lamento esto pero tengo que marcharme. Me están enseñando equitación y no me gustaría llegar tarde- sonrió Jules educadamente y se marcho, con Klaus detrás de él. Ambos con sus platos como últimamente pasaba cuando las cosas se complicaban a la hora de la comida.

-Suerte y gracias- sonrió Klaus cuando se separaron al salir de la cocina y Jules fue a los establos donde Dastan lo esperaba.
-Prepara a Balios- le pidió Dastan señalando las cosas que tendría que ponerle al caballo.
-Quedo bien- sonrió Dastan cuando checo que todo estaba bien puesto.
-Gracias, vámonos no quiero que alguien llegue- pidió Jules y montaron sus caballos, para después marcharse a toda velocidad.

-Aprendes muy rápido, aunque aún tienes varios detalles- soltó Dastan cuando ya estaban algo retirados y habían disminuido la velocidad.
-Si Eric estuviera aquí dudo que hubiera progresado tanto. El que siempre pone las trabas es el, no yo- sonrió Jules viendo el cielo.
-Oi que hasta la política le llega a fallar.
-Es porque no ha leído a Maquiavelo- se burló Jules y ambos rieron.
-Dudo que el haya leído algún libro alguna vez.
-Me sorprende como el y yo podemos ser tan diferentes que se note a simple vista.
-Jules eso es bueno, desde que hablas con tus profesores solo por gusto has logrado que tu padre te admire- sonrió Dastan recordando como desde que Jules se ha soltado con sus maestros para dialogar de cualquier cosa. Ellos han quedado satisfechos por eso y como agradecimiento el tenía la obligación de solo asistir a una clase de cada asignatura a la semana. 
Y más porque Eric iba muy atrasado en todas, tanto que hasta Klaus tambien podía escaparse de las clases.
-Me gustan los temas que abordamos.
-Me gustaría correr con esa suerte, aunque bueno yo hubiera terminado con teoría y práctica bien logradas. A ti solo te falta un poco la practica.
-Tu deberías cambiar de lugar con Eric. Tu tienes más interés que el en ser alguien importante.
-Dudo que pueda aguantar lo que yo.
-Lo se, aunque bueno. Hay veces que siento que padre lo hecho a perder.
-Dudo que solo él- contesto Dastan pensando en cómo también puede que Eric también tenía algo que ver.
-Me sorprende como padre accedió a qué me enseñarás a cabalgar y sin Eric- cambio el tema Jules cuando ya divisaban el lago.
-No debe de sorprenderte, lo que pasó fue que cuando llego descubrió que te estábamos enseñando a cabalgar y cuando te comento de eso dijiste que tú lo pediste.
-Pero que esperaras que dijera.
-Despues pidió ver tus avances y se los diste- continuo Dastan sonriendo.
-Todo hombre debe de saber cabalgar- se defendió Jules serio.
-Esa no fue la excusa que le diste a tu padre. Le dijiste que habías leído libros donde el héroe podía cabalgar y que eso luego le ayudaba- se rió Dastan mientras que su hermanastro bajaba la mirada.
-¿Que otra cosa podía decir?
-No lo se, aunque bueno. Varias de tus excusas tienen que ver con libros.
-Leo como loco, puedo decirle cualquier cosa excusandome con eso y me creera.
-Creo que no es necesario abusar mucho con eso.
-¿En cuanto a leer o las escusas?
-Ambas- contesto Dastan cuando pararon.
-Puede que sea verdad, pero que otra tengo. Si le suelto la verdad a mí padre... Me da miedo que sepa la verdad.
-Jules gracias a los libros has decidido hacer cosas a las espaldas de ellos. Antes solo eras bueno con todos y ahora has cambiado aún más la forma en que ves al mundo- dijo Dastan cuando empezaron a bajar de los caballos y caminar al lago para sentarse.
-No solo fueron los libros Dastan. Tambien fuiste tu, cuando te veía me admiraba de todo lo que sabías. Sabías de varias materias que veíamos, sabías esgrima. Recuerdo cuando te veía practicar, era hermoso. Parecía que bailabas por tu vida- sonrió Jules recordando cuando eran niños.
-Y yo los envidiaba, bueno aún lo hago. Jules llevo años sin tomar clases...- Pero aún así de seguro sabes más que Eric. Eric está tan mal que luego no sabe que vimos el día anterior y hasta los profesores me mandan a leer un libro por una semana, para que Eric se pueda recuperar. Y el fin de semana se toque lo del libro- lo interrumpió Jules pensando en cómo desde que empezó a faltar su hermano se ha empezado a atrasar más. Haciendo que los profesores lo buscarán en la noche en la biblioteca y le pidieran leer algún libro, para que al final de la semana ellos hablar de el, para que avanzará.
-Jules a lo que voy es que, de los 4 con quién menos conviven ellos soy yo. Y dudo que tu padre me deje tener eso, ni me ve como un igual- bajo la mirada Dastan.
-Pero ellos se dan cuenta que puedes, Dastan he oído luego como hablan ellos de ti. Están admirados de ti, de que se ve que sabes... Y también de como le haces para evitarlos.
-No tengo de otra, si tu padre lo descubre no se de qué sería capaz.
-Todos debemos tener el derecho a estudiar, no solo nosotros. Tu también debes de.
-Jules disfruta lo que yo perdí. Me gustaría también que Eric lo entendiera, pero el ya es un caso perdido.
-Padre dijo que a Eric y a mi nos darían clases como esgrima- cambio de tema Jules para ver qué decía su hermanastro.
-Ya no las necesitas, solo es pulir detalles- contesto perdido en el lago.
-Ellos no lo saben, en si tampoco sé mucho sí Klaus ha demostrado que avanzo en la ausencia de ellos.
-Pero aún así, Klaus sigue prefiriendo los cuchillos y el arco, en tu caso no sé.
-Creo que prefiero los cuchillos y las espadas.
-Aun de seguro no les enseñan armas de fuego ¿Verdad?- preguntó Dastan como si esa pregunta no tuviera tanta importancia.
-No ¿a ti si?- preguntó Jules sorprendido por la pregunta.
-Antes de que se fueran estaba empezando, solo se lo más básico, me falta aún pulir todo y aprender mucho.
-¿A que edad crees que hubieras podido enlistarte? Si todo hubiera ido bien
-Ya estaría con ellos si o si en esta época. Cómo ya habías dicho solo faltaban detalles- bajo la mirada.
-¿Aun con mi padre aquí?
-Si ellos hubieran estado aún por aquí, ya estaría en París en el cuartel o hasta ya en misión.
-Y ya no nos verias- ahora fue Jules decaído quien bajo la mirada.
-Ya no mucho, bueno en sí se iba a complicar mucho pero aún vendría a la casa.
-Si mi padre hubiera sabido eso...- lo sabía. Una vez oí como se pelearon, Eugene y Travis le trataban de convencer diciéndole que me prepararían rápido, que saldría de sus vidas en la adolescencia y ellos se irían conmigo. Tu padre no lo acepto, ahí me di cuenta que puede que el me odiaba y no aceptaba verme feliz. Aún cuando eso significara que me iría de sus vidas.
-Me gustaban más sus clases, eran estrictos pero a la vez era más divertido. Me hubiera gustado conocerlos mas- sonrió Jules recordando a los mosqueteros.
-Dastan- soltó preocupado Jules al ver a su hermanastro con lágrimas en el rostro.
-No te preocupes, no es nada- le calmo Dastan con la voz sería. Haciendo que Jules recordara como hablaba siempre con su padre, ninguna emoción aún cuando a las espaldas de Gustave no podía esconder su tristeza.
-No pensé que podría pasar esto. Lo siento.
-No es tu culpa, no tienes de que disculparte.
-Pero aún así...- Jules prométeme que jamás cambiarás, y si cambias que no sea para seguir los pasos ni de tu padre, ni de tu hermano- le interrumpió Dastan con lo que Jules jamás hacia. Prometer algo.
-Jules prometemelo- insistió mientras Jules tenía una batalla interna.
-Jules por favor, se que eso es algo difícil para ti. Pero prometemelo.
-Sabes que no me gusta prometer algo Dastan- de defendió Jules.
-Porfavor, no quiero que pierdas quien eres.
-Lo prometo- soltó esas 2 palabras de golpe y sintiendo algo por dentro.
-Gracias, volvamos. Tengo muchas cosas que hacer- se paró Dastan y se marcharon del lago hacia la casa. Para que Jules fuera a la biblioteca y Dastan terminar lo del día.



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En el texto hay: cenicienta, mosquetero

Editado: 19.04.2022

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