~31~

-Espadas arriba- pidió el profesor de esgrima a sus 3 alumnos esa misma semana cuando iba a evaluar si ya manejaban bien el brazo alzado, después de un tiempo dándoles lo básico y tratando de evaluar cuánto tardaría en enseñarle a los Musset y hasta donde iba con Klaus.
-Aun te falta en brazo- le dijo a Klaus acomodando bien su brazo y como siempre viendo su físico que delataba algo de su pasado.
-No estés tenso- le dijo a Jules el cual no sabía ni qué hacia porque el miedo le consumía.
-No, ustedes 2 su clase concluyó. Tu te quedas- demandó el profesor cuando paso con Eric. El cual ni los pies tenía bien.
-Hasta la próxima clase profesor- se despidió Jules sonriendo.
-Practica, no quiero una estatua- le sonrió el profesor y los 2 chicos se marcharon. Dejando al profesor y a Eric un buen rato más viendo la pose.
Tanto que el profesor se desespero y se fue molesto de la clase para buscar a Gustave.

-Que bueno que me lo encuentro vizconde. Necesitamos hablar- dijo el profesor aliviado al encontrar al Gustave.
-¿Sobre que necesita hablar?- preguntó Gustave sabiendo para dónde iba la cosa, Eric.
-Sobre uno de sus hijos, el mayor. No quiere avanzar- respondió el profesor serio.
-Eso fue algo directo ¿No cree Renoir?- preguntó Gustave pensando en cómo todos los profesores se mostraban con más tacto y este aventó su queja directamente.
-Usted sabe cómo soy de directo y por eso me contrato. Necesito que hable con el y creo que es algo que todos los profesores le han pedido. Así que le solicito que hable con su hijo sobre el tema. Y si no quiere cooperar que me dé permiso de poner mano dura con el- demando el Renoir. 
El cual era el único de los 4 que iba y venía de la casa, todo gracias a qué cuando conoció a los Musset y acepto el trabajo, supo que jamás podría estar mucho cerca de ellos. Lo que significaba que no convivía más que solo lo de sus clases.

-Dudo que se pueda llegar a ese extremo, pero si puedo hablar con Jules- acepto Gustave viendo si ya Renoir distinguía entre sus hijos.
-Con Jules no tengo problemas, con el que si es el mayor. Jules solo necesita práctica y el si está demostrando interes- lo corrigio Renoir. Haciendo que Gustave no se sorprendiera, todos siempre recordaban el nombre de su hijo menor que el del mayor.
-Lo siento, me confundi.
-Solo pido que hable con el mayor es todo- concluyó la conversación Renoir pensando en que esa confusión tenía algo más detrás.
-Hablare hoy con él- sonrió Gustave.
-Gracias, ahora sí me permite me marcho- se despidió Renoir y regreso a su pequeño cuarto que consiguió en el pueblo.

Encontrando en la entrada una carta que sin leer quien se la mando la abrió y antes de leerla prendió una vela y tomo algo de comer, junto con un plato.
"Espero que tu misión vaya bien, no respondas está carta y espera indicaciones."
Y después de leerla la quemó con la vela y dejo que se consumiera en el plato mientras terminaba comer.