Cinderella Story ~ El joven mosquetero

~33~

-¿Que haces aquí?- lo despertó Gustave aún de malas.
-Me quedé dormido, no volverá a pasar- contesto el chico al ver hacia afuera y ver qué ya era tarde.
-Mas te vale. No estoy de buenas hoy y menos contigo. Mejor ve y apúrate, creo que estás muy atrasado y más porque hoy te toca ayudar en el campo- y se marcho Gustave. Y antes de que el se diera cuenta su hijastro estaba apurado recuperando el tiempo perdido y de paso adelantando cosas para poder ir al campo. Dejando ligeramente satisfecho a Gustave.
Aunque en la noche el chico al llegar a su cuarto quedó inconciente con solo poner su cabeza en el costal que ocupaba de almohada.

-Señor ¿y Pierre?- preguntó Petit a medio dia preocupado y mas porque se oían voces que mostraban preocupación por el chico.
-No lo se, pero debería estar trabajando- contesto Gustave serio.
-Señor todos hablan sobre que no lo han visto en todo el dia.
-Debe de andar por algún lado- siguió Gustave aburrido y el profesor decidió dejar la cosa por el bien de todos. Aunque en el resto del día se seguían oyendo voces que hablaban de la desaparición del chico y no fue hasta la mañana siguiente donde Amelie preocupada fue a su cuarto para encontrarlo sin poder moverse.

-Necesitamos un doctor urgentemente- grito ella entre lágrimas alarmando a todos.
-¿Que pasa Amelie?- preguntó Gustave interesado en sobre que le preocupaba a la cocinera.
-Fui a su cuarto porque me preocupe al no verlo en todo el día y cuando llegue le tome la temperatura, tiene fiebre y se ve que hasta le puede estar costando trabajo respirar- comento ella recordando como lo vio y como al verla le sonrió con trabajos.
-No creo que sea necesario un doctor- trato de calmarla Gustave.
-¿Que planea hacer? Si la cosa se complica puede que todos los que estemos en este lugar terminemos como el. Dudo que pueda irse por su cuenta de aquí, debe de ayudarlo. Recuerde quien es- pidió Amelie con el corazón roto, rogando que lo ultimo ayudara.
-Traigan al médico, dudo poder aguantarla y tampoco pienso correrla- soltó Gustave e inmediatamente se empezó a buscar un médico. Aunque con la regla del vizconde de no mosqueteros o cercanos a la cosa fue en vano.

-No se porque me la veía venir- soltó Gustave aburrido después de que los sirvientes demostraran que era eso un caso imposible.
-Vizconde ¿porque tanto alboroto?- preguntó Renoir cuando vio a Gustave.
-Uno de mis criados está enfermo y no quiero que la cosa se propague- contesto serio.
-¿Que tiene?
-No lo se, hasta donde se temperatura y creo que le cuesta respirar.
-Espero que no sea tan grave y también, creo que le puedo ayudar. Mi padre era medico asi que le se algo. Si gusta le puedo ayudar con su pequeño problema- le propuso serio Renoir con una actitud algo aburrida. Ya que sabía que si actuaba así Gustave no le daría mucho interés.
-No vendría mal intentarlo. Cualquier cosa avisé y Amelie, la cocinera lo ayudara. Ella lo encontró- acepto Gustave y Renoir fue a buscar a Amelie.

-Amelie, el vizconde dio la orden de que me ayudara con el criado- soltó al aire Renoir cuando entro a la cocina.
-¿En serio?- preguntó ella sorprendida.
-Si ¿Me podría hacer el favor de indicarme como llegar a el?- preguntó el y ella inmediatamente lo llevo.

-Aqui es. Pero antes el chico...- no supo ella como decir que el cuarto donde dormía Dastan aunque estaba ordenado tenía detalles extraños, como la oscuridad o el nulo reflejo que se podía encontrar. Además de como era físicamente el chico.
-Tranquila, primero me gustaría saber quién de todos es- le propuso el.
-Pierre es joven, pero Gustave lo fuerza a tal grado que nadie sabe cómo es que sigue vivo- le explicó ella pensando en cómo las pocas veces que lo había visto de una forma más completa últimamente, el chico presentaba varios problemas, desde lo externo hasta lo más interno.
-¿Es el criado que se aísla?- preguntó intentando recordar a quienes había visto ese día y el anterior.
-Si, es él.
-Con eso me basta- abrió la puerta el, pero al ver adentro se sorprendió al ver el lugar.
-Ayudelo- le recordó ella tratando de no llorar al ver cómo el hombre no se esperaba ver todo lo que el lugar decía.
-Cierto el chico- salió del trance y busco al chico, encontrándolo en lo que parecía su cama y como dormitando.
-¿Sabe algo de medicina?- le pregunto a ella viendo de rápido al chico.
-Si, se algo.
-Necesito agua y tela para calmar la fiebre, además de...- empezó a darle la lista de lo que requería, para que al terminar avisarle que se podía marchas y la criada corrió por las cosas.
-Hola- se sentó al lado del chico. Ese tiempo iba a aprovecharlo para ver qué sacaba del misterioso chico.
-Despierta hijo- le movió ligeramente para despertarlo. Cosa que logro aunque el chico se le veía mal.
-Necesitamos luz- sonrió Renoir y empezó a abrir ventanas para que entrara la luz.
-Nunca espere esto y con luz este lugar se ve diferente- soltó al ver cómo el lugar se veía menos triste, además de ver ciertas cosas que le llamaban. Aún cuando estás se encontraban escondidas a simple vista.
-Creo que necesitas quitarte algo de ropa. Pero antes tiene que llegar ella, de seguro confías más en ella que en mi- sonrió Renoir viendo al chico y empezó a ver con más atención el lugar mientras Amelie llegaba.



#15884 en Otros

En el texto hay: cenicienta, mosquetero

Editado: 19.04.2022

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