Cuando el beso paro Jules sentía como si lo que pasó con su hermano fuera una pesadilla por lo lejana que parecía. Mientras Klaus esperaba preocupado su respuesta, aunque como fue correspondido esperaba que no fuera por la salida que le mostró.
-Gracias, era lo que necesitaba sin darme cuenta- sonrió Jules calmando al danés.
-No era lo que quería escuchar pero estuvo cerca- bajo la mirada.
-Sera mejor que me vaya, deben de estar esperándome para cenar.
-Mas bien nos esperan- río el danes y fueron al comedor.
Descubriendo que Eric seguía igual y que al ver a Jules este bajo la mirada.
-Se te ve mejor- le sonrió Gustave.
-Si algo- sonrió Jules de una forma que Gustave tenía años que no veía en su hijo.
-Ya había olvidado esa sonrisa. Me recuerda mucho a tu madre.
-¿Que vamos a cenar?- cambio el tema y el resto de la cena siguió el curso que todos temian.
Al día siguiente en un rato libre Klaus le contó a Dastan lo sucedido, sorprendiendolo mucho.
-Deben de tener cuidado. No se cómo funciona en donde vienes, pero aquí no es bien visto eso- contesto Dastan serio cuando Klaus termino.
-No me sorprende. Pero bueno tenía que calmarlo de alguna forma y no se me había ocurrido otra forma.
-Jules es así. Tiende a no controlar sus emociones luego. Debes de tener cuidado en ello, aunque bueno te salió bien la jugada. Aunque conociéndolos era de esperarse, se veía que había algo más entre ustedes- sonrió viendo como ese par luego se miraban o como se comportaban.
-Amelie está algo preocupada, tuve que calmarla. El no llevo moras y lo vio enojado ayer, medio le conté para calmarla- dijo Klaus viendo hacia la cocina.
-Ella es como una madre para mí. Aunque intente alejarme de ella, mientras estemos cerca ella me cuidara.
-Creo que para nosotros no es tanto una madre, no se cómo definirlo...- ¿Un angel de la guarda?
-No se que eso- río el danés.
-Un ser divino que te protege solo a ti.
-Suena muy interesante eso, aunque creo que hay unos que no ayudan en lo absoluto.
-En si hay veces en las que parece que nada nos protege y estamos solos.
-Se como se siente eso Dastan, también he tenido una vida dura.
-Me sorprende como mejora tu frances- sonrió Dastan.
-Desde hace un tiempo solo hablo francés. En si el danés no lo hablo más que en situaciones especiales, las cuales son muy contadas.
-¿Cuando rezas?
-O cuando quiero decir algo solo para mí, o quiero hablar con mi familia. Son muy contadas Dastan.
-Debe ser difícil dejar tu lugar de nacimiento- bajo la mirada el francés.
-Es duro, pero si vemos el lado bueno. Si no fuera por eso no los hubiera conocido y sinceramente me encanta este lugar- sonrió.
-Es hermoso, aunque también debieste de estar en varios lugares muy hermosos.
-Cada uno tiene su encanto. Será mejor que vaya a clase. Quiero ver qué se verá hoy- sonrió Klaus y se marcho. Para después Dastan continuar con su trabajo.
Mientras avanzaba el día Dastan no se podía quitar de la cabeza lo que Klaus le contó y más porque si Gustave o Eric se enteraban habría problemas. Aunque pensar en Gustave lo llevo a pensar en su escapada de ayer y deseaba saber qué pasaba. Lo que lo llevo a en la comida ayudar.
-Padre no has dicho porque te fuiste de la casa en la madrugada- empezó Jules tranquilamente.
-Tenia que hacer algunos pendientes y ver algunas cosas- contesto serio.
-¿Cómo que?- siguió Jules.
-Lo de siempre, aunque también se dice que se acerca una guerra y ando previendo cualquier contratiempo en ella- admitió Gustave algo que le asustaba. Una guerra acercándose y no contaba con la suficiente información, haciendo que el miedo fuera grande.
-¿Una guerra?- preguntó Eric asustado lo que todos sentían.
-Si y estoy evitando a toda costa que la cosa llegue aquí. Dudo que nos afecte mucho pero lo hara... Pierre ¿Cómo funciona el protocolo en esos momentos?- preguntó a la única persona que podrá ayudarle con esa duda.
-La guardia real irá quieran o no- contesto Dastan serio.
-Asi que me hubiera podido deshacer de ti si te hubiera dejado ir a ser un mosquetero- se quedó pensando Gustave.
Aunque estaba pensando en su época mandar a su hijastro con los mosqueteros, jamás quiso por miedo de perder la propiedad.
-Si, yo estaría en el campo de batalla si o si- trato de esconder su tristeza.
-¿Qué pasaba con los civiles?
-Depende de lo que el rey decrete. Puede que nada, puede que solo mandé a algunos, o puede que los más posibles. Pero siempre hombres sanos.
-¿Decreto del rey?
-Si, pero no sabría decirle cuando se mostrara ese decreto o si solo será uno.
-No sabes entonces- contesto Gustave pensando en cómo lo poco que sabía ahora era muy poco pero a la vez muy completo.
-Lamento informarle mi señor que no. Yo solo se lo básico.
-¿Crees que sea necesario mandar a alguien de aquí?
-No sabría decirle, no estoy tan al corriente de la situación.
-¿Crees que sea necesario mandar a uno de mis hijos?- preguntó lo que más temia.
-A diferencia mío o de Dastan, sus hijos son más indicados para mandarlos. Tienen lo necesario para reconocerse como hijos de Francia- contesto sabiendo que a todos les afectaría la noticia.
-¿Tu no?
-No tengo papeles que puedan demostrarlo. Dastan no puede ir, es mudo. No le ven futuro en la batalla, sería hombre muerto rápidamente.
-Espero que no llegue eso. No quiero ver partir a mis hijos a una muerte segura- contesto Gustave viendo a sus hijos. Eric estába asustado y Jules atento en la conversación.
-¿Si algo pasa a quien es más probable que tenga que mandar?- preguntó Gustave pensando en cómo Jules tenia un físico que podría ayudarle y Eric era el mayor.
-No lo se, esta es la primera guerra que he presenciado- contesto Dastan viendo como sus hermanastros estaban asustados, sabiendo que habían buenos motivos que los obliguen a ir. Aunque también se encontraba el hecho de de ambos podían ir y tenía miedo de que el mejor candidato fuera Jules.
-¿Crees que vayan los 2?
-No lo se, pero empezarán a buscarse hombres en zonas cercanas a la batalla y a París. Nosotros estamos algo alejados, la noticia tardará un rato en llegar.
-Pero llegará.
-No sabría decirle, puede que si puede que no. Cómo ya le he dicho no estoy al corriente de lo que pasa.
-Ni yo lo estoy y eso que ayer busque respuestas- soltó Gustave pensando en cómo el día anterior se la paso buscando algo útil y todos sabían que una guerra se acercaba. Pero agradecía que su hijastro le soltara algo de la información que les pidió a los mosqueteros y no le dieron.
-Eso suena a qué no encontró nada padre- contesto Eric tratando de ocultar su miedo.
-No, pero bueno- se cerró Gustave. Deseaba saber más de esa guerra, pero a su vez no.
-A partir de ahora se bajarán las prácticas que se puedan ver de carácter militar. Es decir cambiaremos el esgrima por el baile, oí que son algo similares- decidió soltar algo Gustave al ver cómo todos lo miraban entre preocupados y esperando una respuesta buena.
-¿Para todos?- preguntó Eric.
-Para todos, incluyendo Dastan. Las clases darán un giro algo brusco para evitar llamar la atención y también les pediré que no llamen la atencion- dijo Gustave y asi se hizo.