Mientras los Musset estaban en clases unos días después de esa noche, el decidió ir a ver a Amelie para hablar con ella. Necesitaba alguien de su pasado para hablar y ella era la única que sabía que ayudaría. Pero no contaba con que se encontraría con Lecroix en su camino.
-Hola Piere- sonrió al encontrarse con él, pero Dastan no contesto.
-He oído mucho de ti- siguió Lecroix mostrando que no se saldría fácil de el.
-Deme paso señor, tengo mucho que hacer- soltó Dastan rogando que se fuera, quería ver a Amelie antes de decidir huir como todas las veces anteriores a esta.
-Todos hablan de ti, aunque nadie sabe bien de ti ¿Porque?- siguió Lecroix deseando ver al chico que tenía ante sus ojos.
-Mi vida no importa, solo le sirvo a mi señor, sin importar el precio- sintió una daga en su corazón.
-Eso es mucho y siento que tú lo sabes- siguió Lecroix.
-Lamento informarle que sus palabras no ayudan- siguió Dastan empezando a ver cómo huir del hombre.
-No siento que sea de importancia eso para muchos, pero para mí puede que si- sonrió Lecroix viendo las intenciones del chico.
-Dejeme- pidió cuando le tomo la muñeca.
"Hoy sería el dia" pensó Lecroix.
-No, quiero comprobar algo- sonrió Lecroix intentando tomarle el rostro, pero empezó una pelea. Dastan tratando de alejarse y Lecroix insistiendo por ver su rostro.
-No vale la pena señor- sintio lágrimas en sus ojos.
-Claro que si vale toda la pena, Dastan Teyssiere- soltó Lecroix dejando al chico sorprendido, el cual al oír su nombre se quedó quieto. Cosa que Lecroix aprovecho para quitarle la capucha y ver el rostro del joven con quién jugaba cuando estaba en esa casa cuando aún eran niños.
-Sabia que no habías muerto- soltó Lecroix sintiendo alivio.
-¿Cómo...?- no sabía que preguntar.
-¿No me recuerdas?- preguntó Lecroix viendo la sorpresa de Dastan y el solo pudo negar.
-Ya tiene rato que no nos vemos, mi padre murió hace años Dastan. Pero siempre pensaba en ti y creía que no habías muerto- siguió Lecroix recordando a su padre.
-Claude- soltó Dastan pensando en el único hijo de Travis.
-En persona- sonrió Claude al ver cómo Dastan lo recordaba.
-¿Que haces aquí? ¿Cómo lograste quedarte aquí?- preguntó Dastan sorprendido.
-Tu padrastro, bueno un amigo de tu padrastro. El solo pedía que los profesores no hayan sido mosqueteros y nunca pensó investigar si tenían parientes mosqueteros- sonrió Claude, pensando en lo fácil que fue llegar a esos terrenos.
-¿Cómo murió Travis?- preguntó Dastan sintiendo un dolor en su pecho.
-Como un mosquetero, Eugene se encargo de cuidar de mi y de mi madre. Él era soltero, se casó con ella para por lo menos cuidar a uno de los únicos niños que quería como suyos- contesto Claude pensando en cómo irse de estás tierras devastó a su padre y a Eugene.
-Lecroix es el apellido de Eugene.
-Tuve que cambiarlo para intentar entrar aquí. Cuando tú padrastro llegó donde trabajaba, vi una forma fácil de llegar. Ya tenía rato usando el apellido de Eugene como mio.
~Y cuando la oportunidad se presentó me ofrecí, cuando preguntaron cómo sabía, dije que mi padre era un hombre que le tenía miedo a todo, tanto que aprendió a defenderse y me enseñó como protección. Se notó que Gustave jamás supo el apellido de ellos y eso me dio una buena ventaja- sonrió Claude.
-¿Cómo está Eugene?- preguntó Dastan pensando en el último del trío.
-Aun vive con mi madre, tengo una hermanita, además de que ya está fuera de servicio y únicamente solo ayuda a los mosqueteros en cosas básicas, dando asilo, información- Sonrió pensando en la pequeña que nació para no llamar la atención del pueblo y que todos amaban.
-¿Hermanita?
-Si Gisselle. Eugene y Travis desde lo que pasó esa vez con tu padre estaban muy mal, luego lo de tu madre y después lo tuyo. Los devastó horrible. Y cuando murió mi padre, Eugene si no fuera por mi madre...- paro.
-Debio ser duro.
-¿Quién es el que tomo tu lugar? Se lleva mucho con Jules- preguntó Claude pensando en cómo al seguir a Klaus se percató de que no era de Francia y que había algo más entre ellos, más grande que una simple amistad.
-Un amigo- admitió Dastan temiendo que tuviera que soltar mas.
-Se ve que no es de aquí.
-Llego de Inglaterra. Gustave lo encontró entre unos esclavos cuando una carta llego- soltó Dastan, llamado la atención de Claude. Justo como el quería.
-¿Que carta?
-Una del Gastón.
-¿Les llegó entonces?- sonrió Claude ahora llamado la atención de Dastan.
-¿Sabes de la carta?
-El Gastón la envío pero no fue como tal idea suya, era de Eugene, mi padre y unos más que creíamos que seguías vivo.
-¿Que?- preguntó Dastan sorprendido.
-Algunos mosqueteros, incluidos mi padre y Eugene te tomaban como vivo aún, solo que Gustave te escondió o te mando lejos. Así que se ideó un plan para buscarte... Primero mandaron a varios mosqueteros al área, no se tuvo respuestas.
~Después mandaron a uno, Renoir, pero no pudo conseguir algo bueno. Pero al estar en los terrenos pudo dar mejor información, por lo que se quedó para conocer que pasa. Luego llegue yo por pura suerte.
-¿Cómo fue que supiste de que Gustave estaba mintiendo?
-El chico se ve que no es de aquí desde lejos, se parecen pero tienen sus diferencias que solo alguien que te conoce en persona puede ver. Luego poco a poco la cosa gritaba que tú tenías algo bueno que contar. Te observé un tiempo y tenía poco para reconocerte, pero mucho para tener una corazonada. Cuando te llamé por tu nombre era para probar suerte- admitió bajando la mirada, cuando soltó el nombre temia que se equivocara de persona.
-¿Y el Gastón?
-Le debia un favor a alguien dentro, aunque también lo de la carta lleva tiempo circulando en su mente. Fue fácil pedirle el favor- sonrió.
-El capitán…- esta con nosotros. Cómo varios altos mandos que te conocían. Esas pruebas que le ponían al chico eran por algo. Las lograba pasar las físicas, las otras no. Tu padrastro siempre decía que era porque perdió la memoria, nadie le creyó. No se mueve como mosquetero, pero tú si. Después de años sigues mostrando tu linaje.
-No lo entiendo- dijo asustado Dastan mirando el suelo.
-Esto fue para rescatarte, varios sentían que ellos escondían algo, tu.
-Deberias irte, si se enteran puedes tener problemas.
-No los tendré, quién si es Renoir. El es mosquetero aún en servicio. Yo no.
-El...- tu padrastro no se ha dado cuenta. El está prácticamente como suplente. Nunca está por aquí y si está es solo poco tiempo desde el inicio. Odia a tu padrastro y a Eric.
-Deberias alejarte de mi, pueden sospechar.
-Dudo, Gustave esta metido en sus cosas, Eric está en su venganza, si se puede llamar asi. Los aliados de ellos, son todo menos aliados. Solo trabajan para el, pero la verdad les da igual que hace, mientras les de algo estan tranquilos- dijo pensando en cómo ya conocía como funcionaba todo en esas tierras.
-¿Venganza?
-Eric tiene celos de su hermano, aunque bueno no lo culpo. Hasta yo le tengo algo de celos, el chico se ve que tiene cerebro y fuerza bruta- admitió Claude pensando en Jules.
-¿Fuerza bruta?
-Das no te hagas el tonto, sabes que tú hermanastro para la edad que tiene y su padre es imposible que sea así. Lo he visto en acción en mis salidas con ellos y me sorprende, tiene algo que muestra que tuvo 2 maestros diferentes. Y apuesto lo que sea a qué tú eres uno y el otro es el extranjero.
-¿Porque lo dices?
-Se ve de lejos. El tiene una forma de pelear muy impresionante, me atrevería a decir que se me dificulta saber que hará luego. El otro chico no es de aquí y lo que hace que se me dificulte seguirle debe de ser de dónde es el. La otra parte, es claramente de ti, de un mosquetero- contesto y Dastan pensó más en Jules y Klaus.
-¿De donde es el chico?
-Danes- contesto Dastan al ver qué ya sabía mucho y Claude se asusto.
-¿Danes?
-No te asustes, en si es muy tranquilo. Además tiene algo que perder si se va de Francia.
-Jules- complemento Claude pensando en ese par.
-No le digas a nadie de dónde es. El quiere dejar eso así por su bien. En Inglaterra por su origen tuvo muchos problemas.
-No diré nada y más porque lo tomas como un aliado. Además de que claramente ellos son tus aliados, ellos quedan libres.
-Gracias- sintió como podía volver a respirar desde que salió lo de Klaus.
-Sera mejor que me vaya, espero poder hablar más contigo y no te escondas de mi como he oído que haces- sonrió Claude y se marcho para dejar a su amigo trabajar. Todo mientras pensaba en Klaus y Jules.