El día siguiente Claude acompaño a los Musset a misa, para que una vez terminada el y Eric irse. Dejando a Jules con su padre, porque Gustave pensó que 5 ya sobrepasaba su límite en misa. Optando por dejar a Klaus en casa, cosa que el danés aprovecho para ayudar a Dastan y a Amelie.
-¿Seguro Jules que no quieres acompañarnos?- volvió a preguntar Claude cuando ya estaban listos para irse. Era la última oportunidad de Jules de ir con ellos.
-Alguien debe de acompañar a mi padre- contesto Jules sonriendo, aunque por dentro ya no podía con esa pregunta.
-¿Seguro?
-Lamento decir que si, buena suerte- contesto Jules y marcharon a toda prisa. Cosa que sorprendió a Jules por como ese par habían ido a caballo todo el camino, haciendo que sintiera celos y se demostrará que Eric ya sabía bien montar.
-Jules no deberías de preocuparte por mi, aún no lo requiero- contesto Gustave viendo a su hijo perdido en donde su hijo mayor se había marchado.
-Aun me queda mucho tiempo padre para montar. Llevamos mucho sin poder estar juntos, me atrevería decir que hasta años- se volteo Jules a ver a su padre.
-Jules...- paro, viendo cómo su hijo menor ya no era ese niño que pensaba que era. Recordando como últimamente lo veía más imponente y maduro, haciendo que eso llevará a qué pensara en que pasaría si alguien lo viera con el objetivo de llevarlo a la guerra.
-Padre, en oí que tenía planes- cambio de tema Jules.
-No son muchos, solo pequeños detalles. Jules si gustas nos separamos y acordamos dónde vernos. Sería un buen respiro.
-Padre, por mi no hay problema en acompañarlo.
-¿Seguro?- pregunto sorprendido Gustave por cuánta madurez transmitía su hijo.
-Si padre, no pasa nada- sonrió Jules y Gustave dejo que Jules lo acompañará. Cosa que para la sorpresa de nadie era muy diferente a qué si Eric estuviera ahí. Jules se perdía por cosas que Eric jamás lo haría, tenía una forma de ser tan dócil que hasta terminaba ayudando a Gustave en algunas cosas. Luego había que sumarle como reaccionaba a todo, si le preguntaban algo el contestaba cortes y hasta muy intelectual. Si pasaba alguna situación que requería reflejos, Jules sin prácticamente nada de esfuerzo la solucionaba.
También recordó como Jules hacia que todos lo amaran y hasta hablarán de cualquier tema de una forma tan fluida que siempre terminaba con un "Espero poder verte hijo" "Que suerte tuvo al tener un hijo como el" cosas que hacían sentir a Gustave muy orgulloso, pero que también terminaban con comparaciones entre sus hijos o hasta se olvidaban de Eric rápidamente. Pero algo que notaba diferente era que mientras hablaba con alguien se mostraba interesado y hasta sonreía, pero una vez que se marchaban del lugar Jules se ponía serio y casi no hablaba. Haciendo que recordara como de niño terminando una conversación o algún acontecimiento, Jules era difícil de callar.
-¿Te está gustando?- pregunto Gustave cuando ya se había desesperado de que su hijo casi no le hablar.
-Ya tenía rato que no salía y convivía con otras personas, así que si- contesto Jules serio.
-Ya casi es hora de volver ¿No te gustaría comer algo o ir a algún lado antes de partir?
-¿Ya es hora de comer?- pregunto haciendo que Gustave se calmara, Jules mostraba ligera sorpresa al saber la hora.
-En si ninguno iba a comer en la casa. Ellos pidieron permiso y aproveché para también yo hacerlo.
-¿Dónde?- pregunto extrañado Jules. Era la primera vez que acompañaba a su papá y no sabía cómo era acompañarlo.
-Ven- sonrió Gustave y aprovecho la sorpresa de Jules para intentar hacer que todo sea como cuando era un niño. Y lo llevo a una taberna, en la que Jules se quedó un buen rato viendo el lugar.
-Gustave que gusto- sonrió un hombre que actuaba como Gustave.
-El gusto es mío Louis- sonrió Gustave.
-¿Quien es?- pregunto Louis viendo a Jules más a detalle.
-El es mi hijo menor, Jules- contesto haciendo que Louis se sorprendiera.
-Eso es imposible- dijo pensando que era una broma. Ese chico jamás podría ser hijo de su amigo.
-Lo es mi amigo. Este chico que tienes delante tuyo es mi hijo menor- dijo Gustave aunque en el proceso sintió un cambio en el humor de Jules, de serio a incómodo o algo así sintió.
-Gustave esa broma es mala. Ni se parece a ti- se rió Louis.
-Jules...- paro. No sabía cómo defender a su hijo, cosa que no sorprendió para nada a Jules.
-Jules tiene otros intereses, diferentes a los míos. Por eso casi no me acompaña, solo sale cuando hay misa. El...- Gustave es una mala broma, déjala. No cai- dijo Louis al ver cómo ellos estaban incómodos, Gustave por qué decir y Jules se le veía de lejos que quería irse del lugar.
-Es mi hijo- concluyó Gustave sin saber qué decir.
-Si es así, cuéntame de tu madre... Jules- sonrió Louis.
-Sabe que ella está muerta desde hace años- soltó Jules tan frío que ni Louis ni Gustave sabían que hacer ahora.
-Hablame de ella- insistió Louis.
-Y si mejor me habla de su esposa, capitán- contesto Jules recordando quien era Louis.
-¿Capitán?- pregunto nervioso, tal como lo predijo Jules. Louis era de la guardia del cardenal y solo muy pocas personas simpatizaban con el cardenal, y más en lugares así.
-Lo que oyó su exelencia- soltó Jules y salió de la taberna, todo mientras ellos sentían miedo de lo que ese chico podría demostrar.
-¿Seguro que es tu hijo? Tu jamás podrías llegar a eso.
-Pudo haberlo heredado de su madre o de algún familiar mío. Iré a verlo, fue un gusto verte y lamento esto- se despidió Gustave preocupado por su hijo, aunque lo encontró recargado en al lado de la puerta.
-Jules, sigues aqui- se calmo Gustave al verlo.
-Regresemos a casa- pidió Jules ya tranquilo.
-Me parece esa idea, creo que fue mala idea venir aqui- acepto incómodo Gustave y regresaron a casa, solo que con Jules ahora sí sin ver a su padre, pero no por traición, porque ya sabía que eso podía pasar. Si no por el siempre hecho de no quererlo. Mientras que Gustave sentía eso como traición y se sentía incómodo.