Cinderella Story ~ El joven mosquetero

~77~

El regreso fue tranquilo y al llegar Eric y Gustave ya habían regresado a casa. Con Eric en los establos con Vainilla y Gustave en la biblioteca.
-Ten- sonrió ella cuando salió del carruaje dandole algo para cubrirse.
-Mejor me cambio de ropa- sonrió el decaído y corrió a su cuarto.

-Le recordaste quien era antes de mi padre- sonrió Jules viendo cómo su hermanastro parecía esa persona que muy rara vez podía ver.
-Siempre ha sido así, solo que no lo sabe- sonrió Amelie.
-Muchos se sorprendieron- dijo Klaus pensando en como en el pueblo varios veían a Dastan como si fuera un noble.
-Amelie... ¿A qué edad Dastan aprendió a montar?- pregunto incómodo Jules.
-Preguntas por Neron- sonrió ella y el asintió.
-Siempre ha sido un chico listo, siempre andaba entre con su madre, su padre y todos los que estábamos por aqui. Aprendía de todos y también nos ayudaba, el podía pasar tiempo conmigo sin que sus padres se enojaran. Creo que eso le ayudo con tu padre, ya sabía algo del trabajo- dijo ella recordando a Dastan de pequeño.
-Creo que iré a ver a mi padre- dijo Jules viendo hacia la biblioteca.
-Corre- acepto ella y el fue a ver a su padre.
-¿Dastan en esa época era como Jules?- pregunto Klaus mientras veían como se alejaba.
-Ya conoces la respuesta- sonrió ella y fueron a la cocina.

-¿Porque le pediste eso?- pregunto Klaus cuando estaban empezando a ver lo del día siguiente.
-¿Porque preguntas?- pregunto ella sería, aunque el pudo sentir que había algo más en la seriedad.
-Amelie- dijo Klaus viéndola.
-Queria darle un respiro, darle una oportunidad- dijo nerviosa.
-¿Que más?
-Ya es todo.
-Contesta Amelie.
-Es todo.
-Ni tu te la crees ¿Que había aparte de eso?- insistió el y ella ya no se movía.
-No diré nada, lo prometo- la calmo.
-Yo... Yo- se le quebró la voz.
-Cuando sientas que ya puedes contarme esto dímelo. Se que lo hiciste por algo y ese algo debió valer la pena- la abrazo y ella respondió al abrazo.
-Gracias- sonrió ella y el le acomodo la corona.
-Una novia no debe llorar en su día, ni una embarazada- sonrió el y continuaron trabajando. Pero ella no pudo decir que más había ese día.

Los siguientes días cuando la veía el solo sonria y ella bajaba la mirada. Lo que significó que eso iba a tomar algo de tiempo.

-Hola- dijo Jules cuando oyó a su hermano entrar a los establos.
-Hola- contesto el y fue directo a Vainilla.
-Les dan bien de comer, hasta comen mejor que muchas personas- dijo Jules viendo como Eric le daba algo de manzana.
-A ella le gustan y darle de la mía no hace mucho- contesto Eric con un pedazo a nada de su boca.
-¿Porque manzanas?
-Jules no tiene una historia muy impresionante.
-Si tu lo dices.
-El potro va muy bien- dijo Eric viendolo.
-Tornado- dijo Jules y el potro lo vio atento.
-Y hasta entrenado- sonrió Eric.
-¿Cómo llego a ti Vainilla?
-Su antiguo dueño murió en batalla y ella regreso al campamento. Cómo cuando llegue ella apareció nerviosa y asustada, y medio logré calmarla me la dieron. Fue un milagro que pasará, pero todos nos tomaron como equipo. Después... Ella me acompaño a todas mis misiones y se volvió mi amiga- contesto Eric acariciándola.
-¿Como la calmaste?
-Ni yo sé. Solo empecé a recordar cómo he visto que calmaban caballos tu, Pierre, Claude y otras personas- admitió pensando en como sin querer aprendió a domar caballos todo el tiempo que vivió en esos terrenos.
-¿Quién te enseño a matar?
-En el campo de batalla. Pero no aprendí como tal hasta que me sacaron de ahí.
-Debio ser duro- se trato de imaginar Jules lo que su hermano vivió.
-Mas de lo que crees.
-¿Porque no me atacas ahora?- pregunto Jules extrañado. La única compañía que tenían eran los caballos.
-No quiero. Además los caballos tienden a asustarse- contesto aunque había algo más de trasfondo y sentía que tenía que ver con su yegua.
-¿Cuando crees que te vuelvan a llamar?
-No lo se, yo ya no pertenezco al campo de batalla desde hace meses, soy espía. Si me llaman es muy seguro que regrese de nuevo.
-¿Solo vendrían por ti?- pregunto Jules pensando en varias posibilidades.
-No lo se. Honestamente no lo sé, aunque ya se corrió la voz de que siguies vivo.
-¿Crees que me busquen?
-Honestamente no se. Aunque Louis se ve interesado en ti... Y no lo culpo, si hubieran podido elegir esa vez te hubieran tomado sin dudarlo- sonrió Eric. Cuando hablo con Louis, se pudo dar cuenta que Louis se maravillo por su hermano. Tanto que Eric varias veces estuvo a nada de decirle que mejor hablé con Jules y no con el.
-No quiero estar al servicio del cardenal Richelieu- soltó Jules pensando en como luego este mostraba cierto odio hacia el y no lo culpaba. Todos los mosqueteros que Jules conocia lo odiaban.
-Y no te culpo, yo en un año aprendí a odiarlo y a su guardia maldita- dijo Eric serio y con algo de odio en su voz.
-¿Seguro que odias a los mosqueteros? Pareces uno- sonrió Jules.
-Me convertí en lo que me enseñaron a odiar. Parece que invertimos papeles- dijo Eric viendo a su hermano. Jules sin problemas no hubiera escapado a la primera que le dejaron irse.
-Yo no quiero ser un mosquetero, pero Dastan si. Te hubieras librado de esto si lo hubieras delatado.
-A padre lo hubieran mandado a la horca.
-¿Y eso? ¿Que oíste en el campo de Dastan?- preguntó Jules interesado en el tema.
-Dastan está destinado a la grandeza- dijo Eric repitiendo lo que siempre había oído de Dastan hasta antes de conocerlo. Además de recordar cómo en el campo de batalla luego se hablaba de Dastan y de su padre, tanto que evitaba lo más posible que se supiera de que su padre era viudo de Gisselle.
-Creo que...- Mis 2 hijos que suerte tengo- interrumpió feliz Gustave a Jules.
-¿Padre que lo trae aquí?- preguntó Jules aún con la sonrisa.
-Sabia que los iba a encontrar en los establos- contesto Gustave entrando.
-¿Pasa algo padre?- preguntó Eric serio, Jules le había dejado un mal sabor de boca.
-Te decidido hacer una de mis famosas fiestas, creo que ya es hora de hacer una- dijo Gustave haciendo que Eric agradeciera eso y Jules deseara no ir.
-¿Que se celebrará?- preguntó Eric ya de mejor humor.
-Nada, solo será una reunión social. Será la próxima semana. Ya empecé a ver todo.
-Me parece muy buena idea padre.
-Gracias Eric ¿Jules estás bien?- preguntó Gustave viendo a su hijo menor serio.
-Si solo me llegó muy de sorpresa esa noticia. Llevas muchos años sin hacer una- se excuso Jules recordando como la última fiesta que hizo fue hace tanto que la sentia como un sueño.
-Entiendo eso, pero tranquilo. Todo irá muy bien, ya lo verán. Y creo que ya es hora de buscarles pareja- soltó Gustave y sus 2 hijos ahora no sabían que hacer.
-Ya es hora de buscarles pareja. Eric podría encontrar rápido por su servicio y Jules... Jules no deberías estar atado a mi- dijo al final preocupado.
-¿Qué día se hará?- cambio de tema Jules pensando en su amado danes.
-El siguiente domingo después de misa.
-¿Dónde se hará?
-Aqui mismo, estas tierras son las ideales. Ya mandé invitaciones a todas las familias nobles y respetables con hijas sin comprometerse- dijo Gustave y los hermanos se vieron. Ninguno quería casarse, aún.
-Dejare que lo mediten. Pero les estoy dando una buena oferta para que consigan pareja. Si no ayudan yo me encargaré de buscarles una en esa misma fiesta- dijo Gustave y se marchó muy animado.



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En el texto hay: cenicienta, mosquetero

Editado: 19.04.2022

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