Cinderella Story ~ El joven mosquetero

~80~

Los 2 días antes de la fiesta pasaron con todos preparando todo para la fiesta y con el actual estado de Gustave todos tenía miedo. Un miedo que se sentía como el de hace años cuando Gustave hacía sus fiestas más seguido.
-¿Dónde están las flores?- demando Gustave molesto cuando el estaba dando la revisión final antes de partir a misa.
-Se están acomodando mi señor- se oyó una voz asustada.
-Cuando llegué quiero está propiedad lista- dijo y empezó a partir.
-Antes de que se me olvide ¿Dónde está Piere?- siguió el, pero al final se oyó más enojado. Recordando que sus hijos ya estaban en el carruaje esperándolo afuera.
-A... Esta...- ¿Dónde está esa bestia?- preguntó Gustave al oír duda, pero nadie le respondió.
-Hablen o traiganlo ante mi ahora.
-Mi señor...- lo quiero ahora ante mis pies- exigió y empezó a haber movimiento en la casa.
-¿Dónde está Piere?- le preguntaron a Amelie y ella supo que pasaría después, cosa que hizo que se apurara a buscarlo y ayudarle a escapar. Pero llegó tarde, cuando lo vio estaba atado de los brazos y al lado de Gustave.
-A ti te tengo planes diferentes demonio. Tu eres mi maldición y antes de la fiesta te quiero muerto- le dijo Gustave, pero Dastan no se movía para nada.
-Te oigo, habla monstruo- demandó el vizconde, pero no consiguió respuesta. Cosa que hizo que el se enojara y lo llevará por las malas donde en un pasado lo castigaba.

-Vas a hablar demonio- lo aventó al centro y tomo el látigo, estaba listo para usarlo por primera vez en su vida.
-No hablaras- sonrió Gustave molesto mientras su hijastro se había bolita sabiendo su destino.
-Te refrescare la memoria. Recordarás que pasaba cuando no hacías lo que yo pedia- dio el primer latigazo, seguido por el segundo.
-Habla... Te haré que hables y no me importa el precio, tu arruinaste mi vida para siempre y ahora pagarás el precio de eso- dio otros 3 latigazos, aunque no sabía que ese ataque tenía ojos observándolo.
-Te exijo que hables hijo de perra- demandó Gustave y siguió con los latigazos.
-Habla- dijo harto y fue a ver a su hijastro. Y al quitarle la capucha no vio a su hijastro.
-¿Que?- preguntó Gustave sorprendido.
-Tenia que hacer algo por el, quería que fuera sus sustituto. Yo le recomiendo que a la próxima se asegure quien está debajo de una capucha- dijo Klaus serio. El en su pasado había aguantado mucho, pero está era la primera vez que lo hacía a voluntad.
-Hablas- dijo Gustave asustado.
-Claro que hablo. Solo decidí no hacerlo para personas como usted- sonrió Klaus.
-¿De dónde eres?
-Soy norte, de un pueblo que cree que pelear por una buena causa te premia con la celebración eterna. Un pueblo que aprendió a ser duro por el helado clima. Un pueblo de marineros. De conquistadores. Un pueblo que sirve a varios dioses. Soy fiel seguidor de los dioses de mis ancestros. Pero sobretodo soy lo que ustedes conocen como danes- dijo Klaus con lágrimas en los ojos. Conocía lo que Gustave era capaz de hacer y más en épocas como esas. Y estaba listo para morir por algo que el creía, la libertad.
-Un danés, con razón nunca hablaste- sonrió Gustave acercándose.
-No es el tonto que creí que era- sonrió Klaus, tenía miedo y más porque en su plan no incluía el estar atando de las manos.
-Vas a morir por nada, cuando encuentre a Piere tu ya estarás muerto- sonrió Gustave mostrando que tenía una daga en su poder.
-Haga lo que quiera- dijo Klaus escondiendo su miedo.
-Tus últimas palabras- dijo Gustave entrerandole la daga en el hombro y sacándosela. Si no podía disfrutar la muerte de su hijastro, al menos podría disfrutar la de un esclavo que el mismo compro.
-Usted después de mi muerte sufrirá mas del doble de lo que ha hecho sufrir a todos. Perderá lo que más quiere en este mundo, pero sobretodo nunca conseguirá la redención que desea, nunca- dijo Klaus tratando de esconder su miedo y dolor.
-Que lindo- sonrió Gustave y cuando estaba a nada de preparar su próximo ataque sintió algo atravesado su espalda.
-Rindete o el próximo será mortal- dijo Jules serio en la puerta con un cuchillo en su mano y deseando haber llegado a tiempo.
-Jules deja esto de una vez- demandó Gustave aún viendo a Klaus.
-No lo repetiré. Aléjate de él y no haré algo.
-No matarías a tu padre Jules- sonrió Gustave.
-Mi padre se fue cuando prefirió irse antes de cuidar a mi madre. El hombre que tengo ante mis ojos, no es, ni será mi padre nunca mas- dijo Jules aunque se oyó su voz quebrar.
-Jules deja de hacer esto.
-Alejate ahora de el o morirás por mi mano- amenazó Jules listo para aventar el cuchillo.
-Jules...- ahora- lo interrumpió y Gustave supo que Jules no jugaba, así que se levantó.
-Tu no deberías hacerle esto a tu padre por un esclavo y mucho menos un danes- dijo Gustave sereno.
-El único monstruo que ha pisado estás tierras eres tu- dijo Jules y empezó a ir por Klaus.
-Jules no creo que puedas salvarle- dijo Gustave corriendo hacia Klaus y enterandole la daga de nuevo.
-No- grito Jules aventando la daga y dándole a su padre en donde iba el corazón. Matándolo en el acto y el cuerpo cayendo hacia donde su amado yacía.
-Klaus- dijo Jules corriendo hacia donde Klaus estaba y moviendo el cuerpo de su padre con lágrimas recorriendo su rostro.
-No... No... No... No mueras- dijo Jules tomando a Klaus sintiendo sangre y Klaus sin moverse.
-No mueras- repitió Jules varias veces abrazando a Klaus. Esperanzado de que no haya muerto.
-No mueras Klaus, por favor. No debiste dar tu vida por esto, si lo hubiera sabido... Te hubieras parado antes de que... No te mueras, lo prometiste. Prometiste que haríamos lo que fuera por estar juntos por el resto de nuestras vidas- se lamento Jules sintiendo como su corazón dejaba de latir, sintiendo como algo se moría dentro de él.
-Klaus- susurro, no quería soltarlo, no aún.
Todo mientras todos los espectadores descubrían que lo que todos tomaban como una simple amistad, era algo más. Un romance que se hizo a escondidas de todos, todos estaban tan sorprendidos de como nadie se dio cuenta de todas las señales que habían. Pero estaban sorprendidos de como el romance pasaba a nada de Gustave y el nunca lo descubrió.



#15892 en Otros

En el texto hay: cenicienta, mosquetero

Editado: 19.04.2022

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