Y el plan avanzo con Eric y Vainilla yendo al pueblo para dar las noticias sobre lo que pasó esa misma mañana, solo que soltando toda la verdad. Haciendo que todos se sorprendieran porque Dastan Teyssier seguía con vida después de años desaparecido, olvidando la muerte de Gustave. Mientras Dastan, Jules y Klaus se preparaban para la llegada de los invitados y los que querían ver con sus propios ojos a Dastan, todo con ayuda de Amelie, Claude y Hugo. Todo mientras los demás preparaban la casa y preparaban a Gustave para hacerle un funeral, y para sorpresa de todos fue el mismo Dastan quien pidió el funeral.
Y antes de que alguien más dijera algo, el comentar que todos se lo debían. Diciendo qu aunque Gustave tomo algunas decisiones horribles, también tomo otras por miedo y de bien. Lo cual rápidamente defendió diciendo que el compro un esclavo y lo trato con un hijo, a Amelie la dejo casarse y entendió todo lo que conllevaba, a Jules le dejo seguir lo que el creía bueno y a Eric lo trato como a un hijo. Y cuando le preguntaron por el, el lo defendió diciendo que lo dejo vivir cuando debió matarlo en cuanto su madre murió. Dejándolo vivir años y aunque no lo veía como un hijo, le había tomado algo de cariño y más cuando había tomado por perdidos a sus hijos.
Cosa que calmo un poco a todos y más porque Amelie comento que eso hubieran hecho sus padres. Darle una muerte digna a una persona por solo ser una persona. Sin importar sus actos atroces y solo tomando todas las acciones buenas.
-Tranquilo- sonrió Amelie cuando lo encontró escondido en la cocina durante la fiesta.
-No puedo, estoy nervioso- soltó el asustado.
-Se que es algo que debe ser aterrador. Pero ya es hora que el mundo vea al chico que se tomaba por perdido hace tanto que lo daban por muerto- sonrió ella.
-No se que hacer, que decirles o como actuar.
-Todos tienen miedo y más al hablar en público. Pero solo un noble sabe cómo ocultarlo- dijo ella tomando su mano.
-No entiendo.
-Dastan eres un noble, tanto de corazón como en toda Francia. Debes de salir al mundo y decir quien eres y de quién eres hijo- sonrió colocándole su anillo familiar en el dedo índice.
-¿Crees que...?- Yo se que puedes hacerlo y será mejor que te apures ellos no podrán calmarlos por mucho tiempo- le dio un beso en la mejilla de forma maternal.
-Amelie ¿Cómo sabrán que soy yo?
-Unas marcas no definen a un hombre, lo que lo define sus acciones. Tu salvacion no eran esas marcas, era el como las conseguiste. Quiero ver a ese niño, que distrajo al guardia para hacer que su padre y sus compañeros lograrán escapar. Y aunque no pudo lograr eso pudo vivir con ello, quiero que veas ese acontecimiento, no las marcas- sonrió ella y lo llevo a dónde ocurría la fiesta, de la misma forma que el la llevo al altar cuando se casó.
-Tu puedes- sonrió ella cuando estaban en la puerta. Todos los presentes los miraban, pero sobre todo a Dastan. Y el gran parecido a sus padres.
-Este... Gracias a todos los presentes por venir el día de hoy. Se que muchos esperaban que hoy mi fallecido padrastro hiciera una de sus famosas fiestas. Pero ya no está con nosotros, así que en cambio estamos ante lo que próximamente será un funeral. Aunque...
~Creo que es hora de contar mi historia, mis padres eran Antonie y Gisselle Teyssier, una pareja de soñadores...- empezó Dastan a contar su historia, todo mientras todos los presentes cada vez tenían menos dudas de quien era el. Contó cosas como las pérdidas de sus padres y las amistades que se hizo en todos esos años. Todo evitando hablar mucho de su padrastro, que aunque no quería dejarlo como un santo, tampoco lo dejo tan mal parado. Al terminar de contar su historia, hubo silencio. Nadie sabía cómo tomar lo que sus oídos habían escuchado.
-Dastan Teyssier, no hay duda de que eres tú. Yo soy ciego y sabes el porque, así que no entraré en detalles. Pero eso no me quita saber quién está ante mi, tu eres el verdadero hijo de mi gran amigo Antonie Teyssier y también el niño que ayude esa temporada donde tu rostro se desfiguró. Se por lo que cuentas que ya esas marcas, ya no están como antes. Yo las conocí desde que estaban frescas y siempre creí que estabas vivo- empezó el hombre que ayudó a Dastan cuando necesitaba ayuda y un amigo de su padre, Louis Dubois. Que tenía a su lado a Eric tomado de la mano con su hija, Odette, los cuales se conocieron cuando Eric fue la casa del mosquetero a dejar una carta y el insistir en qué comiera algo como agradecimiento. Y en ese agradecimiento ambos conocerse y empezar a enamorarse.
-Claude, te agradezco por no perder la fe en que el estaba vivo. Fuiste el único que jamás la perdió ¿Algo que quiera decir capitán?- preguntó Eugene abrazando a su hijastro. Y todo porque cuando Eric pidió las invitaciones dejarle una a Claude para conocer a su misteriosa familia, cosa que cuando vio a Eugene este no saber ni como actuar o que hacer por la sorpresa. Pero Claude al parecer velo por ambos hijos de Gustave y Eugene sonreírle para calmarlo.
-Admito que tenía razón el chico. Y que estos 4 muchachos mostraron valentía, junto con mi soldado. Así que creo que mejor preguntaré, aún cuando uno no sea hijo de Francia- sonrió el capitán mientras Eric le pasaba una espada.
-Claude Lecroix ¿Te gustaría seguir los pasos de tu padre y padrastro y formar parte de la guardia del rey?- preguntó el captan mientras Claude se acercaba a el.
-Acepto capitan- dijo Claude mostrando como debía de ser cada nombramiento.
-Jules Musset ¿Te gustaría formar parte de la guardia del rey?- preguntó el capitán mientras Eric estaba a su lado como mosquetero, orgulloso de su hermano.
-Acepto- sonrió Jules repitiendo lo de Claude. Klaus y el habían pensado que si se volvían mosqueteros podían estar juntos, aunque mantendría su romance aún a escondidas.
-Perfecto- sonrió el capitán viendo lo que ya había oído muchas veces del menor de los Musset. Y sintiendo ironía por cómo los hijos de Gustave se volvieron mosqueteros.
-Klaus el Danes ¿Te gustaría formar parte de la guardia del rey?
-Seria un honor servir al país que me dio un hogar aún siendo un extranjero- sonrió Klaus pensando en como en Francia encontró un hogar y amigos.
-Y para nosotros será un honor tenerte como aliado. Y ahora el momento que llevaba tanto esperando y deseando poder ver esto... ¿Conde Dastan Teyssier le gustaría formar parte de la guardia del rey y seguir los pasos de su padre?- sonrió el capitán orgulloso viendo en Dastan a su padre.
-Seria un un honor seguir los pasos de mi padre con mis amigos como aliados- dijo Dastan sintiendo como si sus padres estuvieran a su lado, ambos orgullosos de su hijo.
-Perfecto, bienvenidos a la guardia del rey. Ahora hay que apurarse para que el rey mismo lo haga ya oficial y felicidades Dastan. Lograste tu sueño, tus padres estaría orgulloso de ti- sonrió el capitán.
-Aun falta algo capitán, Dastan nos harías el honor- sonrió Eugene mientras Amelie le daba una copa a Dastan.
-Todos para uno- dijo Dastan viendo a todos sus aliados que la vida le dio.
-Y uno para todos- se oyó un coro.