Círculo de sangre. Gato mágico 1. Guardianes 4

Primera parte

Primera parte:

¿Quién es ella?

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Vidas pasadas

Febrero 1896

 

—Catherine. ¿Dónde estás? —ignoro su llamado con la esperanza de que tome el camino de regreso a la casa. No lo hace, Marian, mi madre. Seguro ha recorrido cada rincón de la casa buscándome, llamando a gritos. No tengo ganas de hablar, ni con ella ni con nadie; no necesito escuchar como justifica las actitudes de mi padre, una y otra vez. No se cansa de decir siempre lo mismo.

El último lugar por revisar, el jardín. Donde me encontró, sentada en el columpio improvisado que alberga la mayor parte de mis recuerdos: una tabla de madera y cuerda de cabo, como las que usan en los barcos, colgando de las fuertes ramas de dos árboles entrecruzados que dan sombran a gran parte del jardín.

Lo hizo mi padre, Antonio De La Rosa; un hombre de carácter difícil, al que a muchos les es imposible llevarles la contraria, soy parte de la minoría que lo consigue.

El jardín cubierto de un denso y verdoso césped, y flores de todos colores… por las cuerdas del columpio se enreda una planta de flores silvestres blancas.

La niña que se mecía cada tarde en este columpio, quedo en el pasado. Con dieciséis años ya cumplidos, soy una joven que está lejos de cumplir con los estándares sociales.

Mi madre impulsada por mi padre, trata por todos los medios que escoja un marido, pero no quiero casarme aún. Tengo otros planes para mi vida, unos que van más allá de atender a un marido y tener hijos.

Soy la única mujer guardiana en el mundo, la única que se atrevió a lidiar con las injustas leyes y parámetros de la sociedad, donde las posiciones más importantes de la jerarquía de poder son privilegiadas para los hombres, las mujeres por más fuertes que sean se quedan en casa encargándose del hogar y la educación de los niños, ellas no tienen derecho a replicar si algo no les parece bien, siempre sumisas ante la voluntad del hombre.

Algo en lo que no estoy de acuerdo.

Marian, trata de llevarme a una vida igual a la que ella ha tenido por años, sé que no lo hace porque quiere, más bien porque mi padre y mi abuelo, se lo exige. Haber tenido que presenciar tanto maltrato hacia ella, me ha llevado a enfrentarme hasta con mi propio padre, uno de los guardianes más importantes de la ciudad, todo por el cometido de ser la primera mujer guardián en todo el mundo, con el fin de lograr un cambio que a futuro beneficiara a las féminas de mi naturaleza, estoy harta de ver como mi madre y cada mujer de esta ciudad tiene que agachar la cara ante su marido, ante el hombre. Son ellos la autoridad en la casa. No quiero esa vida.

No fue nada fácil posicionarme entre los mejores guardianes, las críticas, los insultos, las humillaciones, tanto por los hombres como por parte de las mujeres, muchas lo hacían con malicia, pero otras simplemente tenían miedo, miedo de opinar diferente que sus esposos.

Pero, aun así, con el mundo en contra logre lo que más deseaba.

Con la edad de catorce años, ingrese a Cirvius, una institución para adiestrar a los guardianes. Allí, coseche más enemigos que amigos, pero eso no me importo, seguí adelante, nada ni nadie fue capaz de hacerme retroceder. Era momento de cambiar la ideología de todos y desatar las cadenas que nos apresan ante el yugo del hombre.

Me propuse ser la responsable, aunque para muchos fue una desfachatez. En aquel lugar conocí a seis chicos, seis jóvenes que sin conocerme me apoyaron y ayudaron a ser lo que soy ahora conocerlos me dio a entender que no todos son iguales, y que el cambio hacia la liberación de una población sometida a los maltratos sería más temprano que tarde; más que mis amigos los considero mis hermanos, los hermanos que no tengo.

Soy hija única

Tuvimos que pasar por muchas pruebas, ya que solo los mejores son quienes resguardan la integridad del mundo, en un principio para ellos era una locura enfrentarme al concejo de la ciudad, pero a medida que paso el tiempo nació un lazo entre nosotros que nadie pudo romper, y digo nadie porque fueron muchos los que intentaron sacarnos del camino.

Cuando ya estás en la recta final de un sueño, siempre alguien hace hasta lo imposible por verte fracasar —con nosotros no fue la excepción— muchos quisieron vernos muertos, pero nuestro equipo era sólido, nos protegíamos unos con otros, no aceptamos ni manipulaciones, ni sobornos por parte de nadie, eso nos hizo invencibles y reconocidos ante los ojos del resto de los guardianes.

Disfruté el haberme superado a mí misma, para lograr todo lo que me propuse, y demostrarle a mi familia que nadie podría contra mí —y no solo yo—, cada uno de mis amigos tuvo que enfrentarse a sus allegados para un bien común, a pesar de que la educación que todos recibían por parte de su padre era la misma, ninguno de ellos quería ver a sus madres maltratadas otra vez. Después de tanta insistencia, el concejo accedió, al ver el gran potencial que erradicaba en mí y mi equipo, ya que soy una especie nueva entre ellos por así decirlo —un gato mágico—, como me bautizaron por ser la única persona en el mundo que siendo un felino pueda dominar la magia, no se había visto nunca una cosa así en el mundo, es más para todos es imposible, pero por alguna extraña razón, existo.




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