El inframundo pareció temblar desde sus cimientos con lo ocurrido. Tres asesinatos simultáneos, en tres reinos distintos, era algo que no ocurría desde la unificación, por lo que esta acción desató una reacción violenta por parte de los habitantes afectados.
Los seres de Kaosa emitieron un chillido agudo que aumentaba de intensidad conforme se agrupaban cada vez más. Lyra se dio cuenta de lo que pasaba y volteó hacia su hermano, que estaba rodeado por aquellos seres.
—¡Carter, sal de ahí! —exclamó—. ¡Es su grito de guerra!
Apenas terminó de pronunciar la última palabra, los espectros del caos se lanzaron contra ellos teniendo sus dedos largos y afilados como única arma. Carter creó un escudo para protegerse de sus ataques, y Lyra se elevó en el aire copiando el poder de la levitación; la joven extendió un brazo imitando ahora el don para controlar la gravedad, haciendo flotar a los habitantes que rodeaban a Carter, de modo que el hombre se movió con rapidez apartándose de la muchedumbre que flotaba sobre él. Su prioridad era salir de ahí, de modo que hizo un aspaviento con las manos convirtiendo el escudo en una onda de energía; que esparció en derredor suyo atravesando a los entes caóticos, provocando que salieran volando y creando un espacio libre, en el cual Lyra aterrizó.
—Tenemos que irnos —dijo Carter—. Ya no averiguaremos nada más.
Había un ligero reproche en sus palabras, ya que no habían tenido oportunidad de saber la identidad de la persona que había ido a ver a Damien, pero Lyra no se dio por aludida y replicó:
—Vi su mente. Mi telepatía no es perfecta como la de Kyle, pero pude obtener bastante información.
—Perfecto. Razón suficiente para irnos de aquí.
Pero los espectros no estaban dispuestos a dejarlos ir tan fácilmente. Su señor había sido asesinado, y el sortilegio de Reese les impedía reconocer a Lyra como reina, por lo que los dos hermanos debían parecerles poco menos que unos traidores. Y los traidores debían ser eliminados.
—Absorben la magia —indicó Lyra—. A partir de aquí tendremos que luchar a brazo partido.
—Debe haber algo que no absorban —dijo Carter materializando su guadaña, lo que provocó una sonrisa por parte de Lyra.
—Claro —replicó ella, materializando una aljaba llena de flechas—. Las armas.
Tras decir esto, lanzó una flecha a uno de los espectros detrás de Carter y giró sobre su eje con el brazo izquierdo extendido, usando el arco para golpear a varios otros. Carter imitó el truco de su hermana, cercenando cuerpos con la guadaña, al tiempo que avanzaba para abrirse paso hasta el pasillo por el cual habían venido; Lyra volvió a elevarse en el aire y abrió sus alas enviando una andanada de cuchillas a su derecha e izquierda, las cuales Carter hizo crecer con un hechizo para duplicar su tamaño y así crear una cerca, Lyra aterrizó a su lado de nueva cuenta y ambos echaron a correr internándose en el pasillo. Estaban a punto de salir de Kaosa, cuando Lyra cayó al suelo y notó que algo sujetaba su tobillo. Entonces miró a su hermano, que se dirigía hacia ella, y vio una sombra moverse detrás de él.
—¡Carter, cuidado! —gritó señalando hacia atrás.
Carter volteó en el momento que un espectro rezagado brincaba sobre él.
*****
Raven cayó al suelo, con un demonio de mil dientes encima de ella intentando alcanzar su cuello. La chica interpuso un brazo recibiendo una severa mordida en éste, lo que le dio tiempo suficiente para alcanzar su espada y cortarlo a la mitad. A poca distancia de dónde se encontraba, Kyle evitaba los zarpazos de otro demonio alejándose de él, en ese momento apareció otro demonio a sus espaldas; y Kyle se quitó del medio haciendo que éstos dos se atacaran entre sí, después extendió un brazo enviando un ataque telequinetico que hizo retroceder a la horda infernal que se abalanzaba sobre él.
Raven se puso de pie sujetándose el brazo herido y conjuró una marea dorada con su magia de sueños que lanzó a los seres demoníacos que la rodeaban, los cuales se pulverizaron al contacto con una magia tan pura. Kyle se situó a su lao en el instante que los entes de Infernua se preparaban para atacar de nueva cuenta.
—No podemos seguir así —dijo Raven.
—En eso estoy de acuerdo —dijo Kyle—. ¿Alguna sugerencia?
—De hecho, sí.
Raven pasó la mano por su herida abierta, convocando un hechizo que le permitió manipular su sangre, la cual lanzó hacia los demonios. Al llevar la sangre de Alexandria, logró apartar a los entes abriendo un camino por el cual ambos pudieron pasar. En cuanto lograron cubrir una distancia segura, Raven rompió el hechizo y echó a correr seguida por Kyle en el momento en que los demonios comenzaron a perseguirlos.
—¡Raven! —exclamó Kyle abalanzándose sobre ella para sacarla del camino de un demonio.
*****
Anette cayó al suelo, cubriendo a Gareth para protegerlo del hechizo pulverizador que iba dirigido a él. El conjuro dio a la pared abriendo un hueco y los dos voltearon hacia allí.
—Eso estuvo cerca.
—Sin duda. ¡Arriba!
Los muchachos se pusieron de pie en el momento que les lanzaban otro hechizo que esquivaron por los pelos. Por lo general, quienes habitaban Limbo eran seres pacíficos y benevolentes a menos que se actuara de manera innecesaria, como juzgaban ahora el comportamiento de Anette al asesinar a su abuela por algo que ya no tenía remedio; ese acto inútil turbaba sus mentes y debían acabar con aquello que impedía el obtener un equilibrio perfecto.
Las ánimas, pertenecientes en su mayoría a brujas y hechiceros de todas las épocas, se unieron en un mismo ataque conjurando un hechizo destructor que dirigieron hacia los dos jóvenes. Al ser una magia alimentada por almas, Gareth pudo drenar parte de su energía para disminuir la fuerza de su golpe mientras que Anette creaba un escudo; pero aún así el hechizo tuvo la fuerza suficiente para lanzarlos por el aire varios metros.