-- Nueva York, 17 de noviembre de 2018 --
El circo estaba a su máxima capacidad, dado que era la última función de la compañía, muy reconocida en todo el mundo, y que llevaba dando funciones desde principios de octubre debido a que se habían centrado en reclutar nuevos talentos. Para esta última función solo se presentarían aquellos de antemano para ser parte del acto principal.
—El plan es sencillo —había dicho Kyle días atrás—. Vamos a atraer a Tatsu hacia una trampa usando como cebo a Raven.
—¿Y hacia donde lo llevará la trampa? —preguntó Sachi—. Debe ser un sitio donde su poder se vea mermado, o de lo contrario usará la muerte primigenia contra ustedes.
—¿Hay algún sitio donde se pueda bloquear el poder de Primeval? —preguntó Carter dirigiéndose a Sekai.
El kitsune meditó un momento y respondió:
—De hecho, hay unos cuantos.
Y, tras pedir un mapa a Lily, señaló los sitios; uno de los cuales fue a su vez señalado por Kyle dando unos golpecitos en el mapa.
—Hay un circo aquí —dijo—. Voy a presentarme allí como parte del acto principal y lo enfrentaremos en la carpa.
—¿Cómo vas a conseguir que nos dejen allí cuando la función termine? —preguntó Lyra.
—Puedo ser persuasivo cuando me lo propongo.
Y así había sido: al terminar el espectáculo, Kyle logró convencer al dueño de que lo dejara permanecer allí un rato más y el hombre accedió con indiferencia, de todas formas iban a retirarla al día siguiente; qué más daba si uno de sus nuevos trapecistas quería hacer el tonto y jugar ahí dentro. Kyle subió al trapecio y se balanceó colgándose en éste, sujetándose con las piernas sin mirar abajo, luego se dirigió a las telas, bajando al escenario luego de asegurarse que nadie de la compañía estaba allí.
Y esperó.
El plan había sido algo apresurado y ciertamente era un poco arriesgado, pero tenía cierto mérito: de funcionar, se librarían finalmente del embrollo causado por su padre y no tendrían que preocuparse porque alguien los quisiera asesinar. En caso contrario… al menos podrían comprobar que Tatsu era el asesino que tanto habían buscado. Las palabras de Sekai rondaban por su mente como un mantra premonitorio de un oscuro destino.
“La venganza es un camino tortuoso que no conduce más que a la maldad o a la desgracia”
La maldad. La desgracia. La venganza infinita. Todo lo que ahora sabía se le antojaba tan lúgubre que, de no ser por lo que había pasado, no se lo creería por completo. Lo único que sí creía era cuánto podía durar el odio de una persona hacia alguien más, él sentía un odio similar hacia su padre a pesar de que estaba muerto. Debió haberlo matado. Debió…
El sonido de pasos sacó a Kyle de sus pensamientos y vio a Tatsu Ikaranase de pie frente a él, con una sonrisa gentil y un sencillo atuendo negro. El nigromante miró alrededor y dijo con un deje de nostalgia:
—Han pasado muchos años desde la última vez que pise un circo.
—Más de cuatrocientos años, según tengo entendido —replicó Kyle.
Tatsu arqueó una ceja disimulando su sorpresa, pero decidió que averiguaría luego cómo se había enterado.
—Ah. ¿Así que ya lo sabes? —soltó—. Es sorprendente, sin duda. Siempre he sido bueno borrando mis rastros.
—Hay un dicho… ¿cómo es qué dice? “A la mejor cocinera se le queman los tomates”
—Cierto. Eso significa que ya no es necesario que siga fingiendo.
Tras decir esto, Tatsu desenvainó una ninjato y con una rapidez inusitada se acercó al escenario y dirigió el filo de la espada hacia Kyle, que retrocedió haciendo un desplazamiento hacia atrás al tiempo que materializaba su lanza, y arrojó un golpe con la punta dorada que Tatsu esquivó; con un giro de muñeca Kyle contraatacó blandiendo la punta plateada y ésta se encontró con la espada. Ambos se separaron, Tatsu extendió el brazo invocando un hechizo y para su sorpresa nada sucedió.
—Un bloqueador de flujo energético —dijo—. Ahora veo porqué me trajiste aquí, sin duda eres más listo que tu padre.
Como si hubiera sido una señal, un látigo salió disparado desde la oscuridad enroscándose en la muñeca del nigromante, y Gareth apareció jalando el látigo para tensarlo a manera de amarre; al mismo tiempo Anette se dirigió al frente, usando su recién adquirido poder sobre la tierra para hacer crecer una raíz, la cual apresó el otro brazo de su objetivo, inmovilizándolo. Raven atacó golpeándolo por la espalda, lo que obligó a Tatsu a arrodillarse, y el filo de una guadaña le rozó el cuello.
—Así que serás tú —dijo alzando la vista, mirando a Carter antes de dirigirse a Kyle—. Debo admitir que es una charada muy inteligente.
—¿De veras crees que es una charada? —preguntó Carter.
—Sé reconocer una charada cuando la veo.
Kyle permaneció impasible, pero una alarma sonó en su interior. Tatsu sospechaba algo pero le era muy difícil adivinar qué, el nigromante era complicado de leer, tuvo que confiar en que no supiera demasiado.
—No tienen que preocuparse por sus padres —dijo Tatsu—. Sellé su sepulcro para que no pudieran ser revividos, tal como Reese me lo pidió. Además, me conviene más que permanezcan muertos.
—¿Qué? —soltó Raven situándose al lado de Carter.
Tatsu dirigió su mirada hacia ella, asegurándose de que nadie le prestara atención, y sonrió.
—¿Sabes algo? —dijo—. Tu madre fue la primera en morir. No tienes idea de lo sencillo que fue rebanar su cuello…
Raven se adelantó avanzando hacia Tatsu, provocando que Carter retirara la guadaña para evitar herirla y al mismo tiempo Kyle corrió para intentar detenerla.
—¡Espera! —exclamó presa del pánico.
Tatsu sujetó la raíz que lo aprisionaba, y la hechizó con un conjuro de putrefacción que la rompió en pedazos; soltándose de ella, y se puso en pie de un salto golpeando a Raven en el pecho con el canto de la mano, al tiempo que la empujaba provocando que cayera sobre Kyle; con la otra mano sujetó el látigo y lo jaló arrastrando a Gareth, a quien lanzó contra Anette en cuanto ella se acercó a él.