—Kyle…
Lyra se arrodilló frente a su hermano, sacudiéndolo con suavidad para no alterarlo. Había pasado varias horas desde que la conexión con Raven se había perdido luego de una sesión intensa y dolorosa de tortura, tras lo cual Kyle se había sumido en un trance propio del mutismo.
—Hay que dejarlo descansar —dijo Carter—. Sufrió un shock tremendo. Creo que todos debemos descansar —añadió sin mucha convicción.
De uno de los muebles salieron despedidas varias mantas que, a diferencia de los libros, se posaron con suavidad en la mesa y la temperatura de la habitación aumentó hasta alcanzar una agradable calidez. Carter y Lyra repartieron las mantas y el pequeño grupo se sumió en una tensa vigilia. Fue hasta las primeras horas de la mañana que los dos mayores tuvieron una idea y se decidieron a sacar a su hermano del sopor en el que se encontraba.
—Kyle, despierta —insistió Lyra al ver que no reaccionaba—. Sé cómo podemos encontrar a Raven.
El joven reaccionó al oír el nombre de su melliza y fijó la vista en su hermana mayor, parpadeando varias veces como si despertara de una pesadilla. Una vez estuvo atento, Lyra le preguntó:
—¿Crees que puedas invertir tu vínculo con Raven?
—¿Eh? —por un momento, Kyle miró a Lyra como si le estuviera pidiendo resolver un galimatías—. ¿Quieres decir… que use nuestro vínculo para entrar en su mente?
—Sí, pero quiero que vayas más allá —dijo Lyra.
—Comprendo.
—Yo no— intervino Anette—. ¿Nos explican?
Kyle cerró los ojos respirando hondo y se los frotó, sintiendo de repente un cansancio monumental.
—Lo que Lyra quiere que haga es que me proyecte mentalmente en el cuerpo de Raven para controlarla —dijo.
—¿Cómo control mental? —preguntó Gareth.
—No —respondió Kyle negando con la cabeza—. Es más complicada. En el control mental solo necesito… colarme, por así decir, en la mente de alguien. Es como si me asomara dentro de una habitación para manejar algo a control remoto: debo estar cerca de mi objetivo para manipular sus acciones. La manipulación mental es como una posesión: transfiero mi esencia y una parte de mi mente a alguien, así puedo controlarla a una distancia remota.
—¿Crees qué puedas hacerlo? —preguntó Carter.
Kyle asintió sentándose en una silla, inspiró hondo varias veces y cerró los ojos.
*****
Raven, con la esencia de Kyle en su cuerpo, despertó. En algún punto de la noche le habían quitado las cadenas para dejarla en una celda, la chica miró alrededor antes de ponerse en pie lentamente, apoyándose en la pared para no caerse mientras inspeccionaba la reja, al cabo de un rato se acercó a ésta y se sujetó de los barrotes.
La reja, obviamente, estaba cerrada, y Raven se dirigió hacia donde se encontraba la cerradura. Usando el vínculo que los unía, Kyle transfirió su telequinesis a Raven y ella reventó la cerradura, con cuidado de no hacer mucho ruido, esperó unos minutos para asegurarse de que no había llamado la atención y salió, accediendo a la casa propiamente dicha. En comparación con la lóbrega mazmorra en la que había estado, el lugar se le antojaba excesivamente colorido y alegre.
“Debo admitir que tiene buen gusto para la decoración”, pensó Raven y siguió avanzando. De repente escuchó la voz de Tatsu con claridad y se detuvo, el temor de haber sido descubierta la paralizó hasta que Kyle la obligó a moverse y se agazapó detrás de un mueble. Luego de unos minutos, tras asegurarse de que nadie salía en su búsqueda, Raven salió de su escondite y se asomó por una puerta entreabierta, donde vio a Tatsu y Reijiro discutir.
—El vestíbulo es lo primero que se ve al entrar —dijo Tatsu.
—Es un ardid muy obvio —objetó Reijiro.
—Y ahí está su simplicidad. No sospecharan nada hasta que sea muy tarde.
Raven frunció el ceño, pensativa. Seguramente Tatsu planeaba usarla como cebo para atraer a sus hermanos y cumplir la profecía, si lo hacía para contribuir al propósito de Ritsu o por obtener algo para sí mismo le tenía sin cuidado, ella no permitiría que se saliera con la suya. Retrocedió con cautela para no hacer ruido, ya que todavía necesitaba hallar una salida, pero repentinamente sintió remordimiento por dejar a Reijiro solo con Tatsu, sin tratar de ayudarlo ahora que sabía cómo lo mantenían bajo control. Sacudió la cabeza retrocediendo otro paso, encontraría la forma de auxiliarlo una vez saliera de ahí y estuviera a salvo.
Sin embargo, el piso chirrió como si hubiera presionado un juguete con bocina. Raven se quedó quieta y por el orificio de la puerta Tatsu la miró con sorpresa antes de dirigirse hacia ella, lo cual fue suficiente para la chica, que salió corriendo sin fijarse siquiera a donde se dirigía, todo lo que le importaba era alejarse de allí lo más pronto posible así que siguió su carrera sin detenerse hasta que un pasillo llegó su atención. Más concretamente, la ventana abierta al final del pasillo la atrajo poderosamente, y se adentró en éste con la intención de saltar por ese hueco en la pared y obtener así su libertad, pero todo lo que pudo hacer fue echar un vistazo al paisaje de afuera antes de que algo filoso se encajara en su columna vertebral. Un segundo después fue devuelta al interior de la casa, Raven sintió los brazos de Reijiro inmovilizándola y Tatsu se situó frente a ella.
—No esperaba que despertaras tan pronto —dijo. Luego la analizó fijamente y soltó una risita—. Claro, no lo hiciste sola.
Tatsu le dio un empujón en la frente a Raven y ella se desmayó.
*****
Kyle abrió los ojos respirando hondo.
—El muy maldito me expulsó —masculló.
Tras decir esto se llevó las manos a la cabeza soltando un gemido ahogado. Carter se acercó a él dándole un vaso de agua y dos pastillas para la migraña y luego de que su hermano las tomó, preguntó:
—¿Lograste averiguar algo?