Cisne y el ejército del Libro

Capítulo XVI. Cisnes contra Libros

Anton salió del cuartel junto a Jonathan rumbo a los arsenales con el fin de preparar todo el armamento que sería necesario para la batalla final, desde armas pequeñas como simples fusiles de caza, hasta cuatro poderosos tanques que se habían ensamblado durante todos los hechos de esta aventura – Por cierto, Jonathan, ¿Dónde conseguiste esos guantes? – preguntó Anton – Los fabrique aquí en la base, ¿te gustan? Son a base de Titanio puro y los nudillos de Titanio combinado con otros metales cortantes – le respondió Jonathan – Si bueno, son de un mejor material que mi espada, pero su filo es más potente que el de cualquier otra arma – Dijo Anton mientras desenvainaba su arma para mostrársela a Jonathan - ¿Realmente crees que esto salga bien? ¿Hay una esperanza para la victoria? – pregunto con nerviosismo Jonathan – La verdad, será incluso difícil salir con vida de ahí, pero, hare todo por a quien yo amo, no dejare que le pase nada y salvare nuestra nación y la humanidad – le respondió Anton – Sabes que querrá ir con nosotros al campo de batalla – le dijo seriamente Jonathan – ¿De qué hablas? – preguntó Anton dejando un lado lo que estaba haciendo – Hablo de Cisne, sabes bien que vine a esta lucha por ella y ya acepte las cosas, pero si algo le pasa no voy a perdonártelo – amenazo fuertemente Jonathan a Anton - ¿Quién te crees que eres? – le respondió Anton – Solo te estoy diciendo las cosas, y si mueres, créeme que no desaprovechare la más mínima oportunidad – dijo Jonathan retirándose del área de arsenal, Anton por su parte se dirigió al interior de su cuartel debido a que había caído la noche, él se encontraba recostado pensando en los planes del mañana, en todo lo que sucedería y si de verdad había una oportunidad de vencer, en ese momento alguien comenzó a acariciar su rostro, se trataba de Cisne quien sentada a un costado suyo había llegado junto a el - ¿Qué sucede? Te noto muy nervioso – le pregunto Cisne mientras realizaba el mismo acto – No quiero que vayas mañana – le dijo Anton - ¿Qué? ¿De eso se trata? – le dijo Cisne – Si, debes estar a salvo – le dijo Anton – Lindo… estaré desde la parte de atrás del ataque, mantendré protegidos los tanques y creare rayos para debilitar los ejércitos, estaré bien, todo saldrá bien, tenlo por seguro, nada me hará daño y caes entonces caeremos juntos – dijo Cisne mientras se acostaba a su lado abrazándolo, cayendo ambos en un profundo descanso para estar preparados ante el inminente final de la catástrofe… o de ellos.

Anton despertó a las siete de la mañana en punto, dejo dormir a Cisne mientras él se levantó a cargar su pistola de mano, su ametralladora y afilar su espada, salió en dirección a los cuarteles donde los soldados encontraban alistándose, reviso ambos helicópteros, ayudo a cargarles la gasolina, posteriormente levanto a Cisne para irse a desayunar y a las doce en punto se alzó desde la torre más alta de la base junto a Marco y Jonathan - ¡Soldados! ¡Escuchen con atención! Hoy lucharemos por la patria, pero también por la prosperidad de la humanidad, Mendoza está desafiando a los gobiernos de la humanidad, ya ataco Zathuria en busca de Vincent y ahora junto con el buscará gobernar el mundo entero, pero eso no sucederá ¡Si hoy nosotros lo evitamos! ¡Por Kelto ¡Por Zathuria! ¡Por el mundo! – Dijo Anton mientras todos sus hombres gritaban con ganas de un mundo libre, fue así que poco a poco el ejército de los Cisnes, como Anton decidió nombrarlo junto a Jonathan, se acercaba a las torres de Mendoza donde el ejército del libro esperaba el ansiado regreso de Vincent, Marco tomó la batuta del bloque principal, que había organizado creó una línea de defensa de cuatro batallones al frente, los tanques detrás y en la retaguardia Cisne junto a dos batallones con armas pesadas, mientras que la ala izquierda, la encargada de derribar la torre izquierda al mando de Anton se conformaba de un solo batallón de armamento pesado pero expertos en sigilo, al igual que el ala derecha al mando de Jonathan, el ataque estaba a las afueras del territorio de Mendoza por lo que una vez llego el atardecer Marco dio la declaración oficial de guerra - ¡Llego su fin! ¡Por Christ y Rihan! – Grito con honor tras accionar un lanzacohetes que impactó en la primera línea de guardias de las torres, de esa forma las tropas de Marco comenzaron a correr accionando sus armas buscando agujerar las defensas enemigas, Khan no tardó en hacer aparición en el campo de batalla descendiendo del cielo entre sus tornados - ¿Qué vemos aquí? Unos simples soldados rebeldes, ¡defiendan su honor basuras! – grito a sus hombres Khan, los libros ya sobrevolaban los cielos buscando que soldados cazar mientras los libreros disparaban con sus televisores, no obstante el grupo de Marco no se dejaba intimidar acribillando cada libro que se atrevía a sobrevolar cerca de ellos, no obstante Khan complicaba gravemente sus defensas ya que de un solo ataque podía desorganizar a gran cantidad de tropas, para evitar eso Marco disparo directamente hacia a Khan justo donde tiempo atrás Jonathan había logrado perforar su piel haciendo que este sintiese dolor mínimo - ¿Y tú? ¿Enserio te atreves a atacarme directamente? – Dijo Khan quien descendió rápidamente en dirección a Marco, no obstante Marco ya se encontraba preparado para aquel enfrentamiento por lo que tras esquivar el impacto haciendo uso de una escopeta de boca corta disparó a Khan haciéndole daño, este en respuesta lanzo un potente tornado que gracias a los ropajes de metal pesado que llevaba Marco no lograron hacerle ningún daño, pero Jonathan con rapidez se acercó a él clavándole una navaja en su armadura, en respuesta Marco le dio un puñetazo con unos guantes similares a los de Jonathan haciéndolo retroceder – Vienes preparado, ¿Acaso temes terminar como tus amigos? Déjame decirte que no hay forma de que no tengas ese final – Dijo Khan mientras generaba varios tornados alrededor de Marco, de los cuales brotaban libros que comenzaron a morder a Marco desequilibrando la balanza a favor de Khan, Marco en problemas matando todos los libros que podía disparó a Khan el cual esperando dicho movimiento lo esquivo fácilmente, sin embargo, fue perforado por una bala que venía de atrás de él, se trataba de un rayo de Cisne que esta había cargado lo suficiente como para dañarlo, Khan herido cayó al suelo ya que había perdido una de sus piernas, Marco finalmente pudo liberarse de los libros y se dirigía hacia Khan para darle el golpe final - ¡Esto no acaba aún! – grito fuertemente Khan mientras con una de sus propias dagas se cortaba la otra pierna para de esta manera poderse desplazar con ayuda de sus tornados así volando a gran velocidad alrededor de Marco quien no podía asestarle un disparo a Khan quien lo atravesó con una daga en el abdomen, muerto del dolor Marco cayó al suelo pero aprovecho para accionar su escopeta cuando Khan frente a él se hallaba desprevenido, destrozándole la piel y dejándolo al descubierto - ¡Eres un maldito! ¿Cómo te atreves a hacerme esto? – le grito Khan mientras se retorcía del dolor, al estar Marco herido le era imposible darle el golpe de gracia ya que de no mantener su mano en la herida probablemente moriría desangrado, ambos quedaron en medio del campo de batalla derrotados mutuamente.




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