Capítulo XVII. Aires de Paz

Pasaron dos semanas del desenlace de la guerra del libro, Marco con ayuda de ingenieros conocedores de la actividad satelital, volvió a hacer funcionar la cobertura de internet, se declaró como presidente interino de las republica de Kelto Central, e hizo un llamado al mundo anunciado la derrota de la catástrofe y pidiendo auxilio para la reconstrucción de su nación, por su parte Jonathan trató de consolar a Cisne por lo sucedido pero esta desapareció a los tres días de que la guerra llegó a su fin, decepcionado Jonathan finalmente decidió regresar con su familia al extranjero no sin antes reclamar sus créditos por sus hazañas, ahora los ciudadanos no solo de Kelto, sino del mundo podían ver al futuro con esperanzas, el mundo habría regresado a la normalidad, los ataques de libros, o los asaltos de libreros habían finalmente cesado, Marco ahora llevaría a Kelto a la gloria merecida, pasaron seis meses y la capital había reflorecido a como se veía antes de la catástrofe, la favorable respuesta mundial había hecho que la nación cobrará fuerza internacional nuevamente y los tratados para anexarse a Kelto habían comenzado a negociarse, Marco era consciente que sin Anton, nada de ello hubiese sido posible, por lo que decidió visitar por última vez su tumba para darle el final que se merece, pero al llegar al mausoleo que le había diseñado pudo observar que en su ataúd sen hallaba una nota que por órdenes directas de Cisne solo él podía leerla, Marco quedó sorprendido con su interior ¿La paz continuaría?