Matheo
Ya es definitivo. Clara es la chica de mi cita. No me izo falta preguntar nada. Ella solita me lo confirmó cuando dijo que el hombre de su cita era el que la atropelló. Eso significa que soy yo. Sabía que lo de mensajes no era una simple atracción. Esta debe ser mi chica. Sólo me falta que confíe en mi y enamorarla. No me vale sólo con que crea que soy guapo.
La semana que viene le prepárare una cita sorpresa en la que estaremos los dos solos y le diré que yo soy Matheo. Tiene que ser especial, no se como se tomará el que yo sepa quien es y no se lo diga todavía. Pero es que quiero que se enamore de mi. La boda de dentro de tres meses será por amor y no por conveniencia.
Reserve una mesa en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Se veía toda la ciudad desde ahí arriba y lo mejor es que estaríamos solos. Escribí a su hermana y le pedí que le que dijera a Clara que el martes tenía cita conmigo por la tarde a las 19:30.
Para el lunes encargué un ramo de rosas blancas y pedí que fueran llevadas a su departamento por la mañana. Su hermana me dio la dirección de su casa. Para el lunes le encargué un ramo de tulipanes y le escribí una tarjeta en la que le deseaba que le fuera bien el inicio de semana. Y el martes le di un osito de peluche con un te quiero y un ramo de rosas rojas. Iba todo con un mensaje de que estaba ansioso por que nos viéramos por la tarde.
Clara
Llevo tres días recibiendo obsequios del hombre de la cita. No entiendo porque dice que me quiere si no nos conocemos. Mi hermana dice que tengo cita con el hoy y que me tengo que arreglar. Es a las 19:30. Va a pasar el hombre a recogerme e iremos juntos al restaurante o donde sea que me lleve. A una hora de la cita empiezo a prepararme. Me pongo unos vaqueros azules y una blusa blanca con encaje en el cuello y mangas. Me recojo el pelo en una trenza en el lateral y me maquillo muy poco. Por último me pongo mi chaqueta de cuero, cojo mis llaves, móvil y espero a que llamen al timbre. Estoy nerviosa, no puedo negarlo. Espero no liarla hoy.
Suena el timbre, mis nervios aumentan, salgo de casa y me espera mi hombre con su coche lujoso. Espera, «mi hombre», suena bien. Me subo, me saluda, yo saludo y se creala un ambiente incómodo. El decide romperlo preguntando que tal mi semana y si me gustaron las flores. Contestó con un simple si y estuvieron perfectas. Muchas gracias.
Llegamos al restaurante, es precioso. El se adelanta y me abre la puerta del coche para que baje. Salgo y el se dirige para que nos den nuestra mesa. Una de las camareras le empieza a coquetear y yo me tenso. No se ni el porque pero no me gustó ver eso. Al final llegamos a nuestra mesa. Pedimos las bebidas, el hombre pidió por mi y nos quedamos en silencio mirándonos. Decidí dar el paso.
-Siento mucho lo de la última vez, yo...-
-No te preocupes, simplemente fue una sorpresa. Lo importante es que ahora estamos otra vez juntos y está vez nada saldrá mal- me aclaro. Su voz era tan sexy, o eso me parecía a mi.
-¿Eso crees?-
-si, te puedo decir que me gustaste desde el primer día y quiero intentar algo contigo. Es la primera vez que me siento así con alguien.-
-supongo que podríamos intentarlo. Yo estoy dispuesta a cambiar cualquier cosa que hallas pensado de mi. No suelo ser así pero los nervios a veces me superan.-
- Te comprendo, a veces me pasa.-
-Soy Clara aunque ya lo sabrás por la nota...-
-si, jajaj-
-Me gustaría saber tu nombre, creo que todavía no me lo has dicho.-
-Oh disculpa, con tanto lío me había olvidado presentarme. Mi nombre es Matheo Janssen-
Espera, que es lo que acaba de decir?? Como ha dicho que se llama?? Esto debe ser un sueño, verdad ???
Hola, este es el último capítulo de la maratón. Espero les halla gustado. Clara quedó sorprendida con el nombre de su cita. Será que el destino junto sus caminos antes de que se conocieran presencialmente?? Controlará Clara sus nervios, o saldrá corriendo otra vez??