Capítulo 36

Valeria estaba a punto de enviar el mensaje de “cita real” que Claudia prácticamente le había dictado, cuando algo inesperado ocurrió: la oficina recibió una nueva “colaboradora temporal”.

La ex.
La famosa, inalcanzable, perfecta ex del coworker misterioso.

Entró caminando con paso seguro, como si la alfombra gris de la oficina fuera una pasarela de moda. Tenía el pelo impecable, el outfit de revista y, para colmo, saludaba a todo el mundo como si fueran viejos amigos.

Claudia, que ya estaba al tanto de la situación gracias a su radar de chismes, envió un mensaje instantáneo:
—Breaking news: llegó tu jefa final, nivel ex-novia.

Valeria intentó convencerse de que no era gran cosa, pero se sintió más invisible que un post de Facebook sin likes.

La prueba más dura vino en el almuerzo, cuando vio al coworker y a su ex conversando en la mesa de la cafetería. Se reían. Compartían anécdotas. Y él hasta le pasó la sal como si estuvieran en una coreografía ensayada.

Valeria se giró hacia Claudia con desesperación.
—¡Míralos! Es como si fueran pareja de comerciales de banco.

Claudia masticó su ensalada sin inmutarse.
—Tranquila. Ella es la ex. Y las ex siempre vuelven para probar si todavía tienen poder. Pero tú… tú eres la temporada actual.

Valeria levantó una ceja.
—¿Temporada actual? ¿Qué soy, una serie de Netflix?

—Exacto. Y créeme, nadie quiere volver a la temporada 1 cuando la 4 se está poniendo buena.

La frase hizo reír a Valeria, aunque por dentro sentía una punzada incómoda.

Esa noche escribió en su diario digital:
“No sé qué es peor: enfrentar citas desastrosas con desconocidos o enfrentar a la ex perfecta del único hombre que me interesa. Spoiler: ambas cosas me hacen sudar igual.”