Ciudad De Oro

SIETE

Después de la sesión y en puro silencio, voy acompañada de Ares. Ares es un joven de 20 años, muy alto, pelo rubio, muy guapo a decir verdad, y de muy pocas palabras.

Desde que salimos de ese lugar, solo me tomo la mano y me dijo "Sigueme".

Llevamos un buen rato caminando por la grande ciudad, hemos tomado algunas calles principales.

Algunas calles están adornadas con pequeñas piedras de Oro. Veo amarillo donde sea, mientras hay muchas calles rocosas, y los árboles que rodean la ciudad son tan grandes que se ven donde te encuentres.

—Ya casi llegamos —Me dice Ares— Espero te haya gustado la caminata, leí que eso es una actividad principal e mujeres jovenes como tú

—Está bien 

Ares asiente con su cabeza, y entonces lo veo. La antigua gran casa donde viví cuando era pequeña, era la misma casa donde Ares estaba caminando, quiere decir que esa es casa de Ares.

—Aquí es donde vive mi familia. Pensé que sería buena idea pasar los días aquí
—Dice Ares mientras nos acercamos a la puerta— Para que te sientas más cómoda.

—Gracias? —Digo pero sonó mas como una pregunta

Al estar frente a la puerta. Ares toca la misma, y en unos segundo una vieja señora aparece. Ella parece ser una señora de unos 50 años, su piel se ve muy gastada, como si hubiera llevado toda su vida siendo una sirvienta.

—Amo Ares —Hace una referencia—¿Esta joven bella es nuestra señora? — Le pregunta mirando a Ares

—Puede ser —Responde Ares— Avisa a la familia que hemos llegado, Rose

—Como usted ordene —Responde "Rose" de inmediato

Cruzamos la puerta principal, y veo que todas las fotos que habíamos dejado se han ido. Nuestras pertenencias han sido totalmente quitadas de cada rincón de esta casa.

Parecía que nunca hubiera vivido allí.

Además de que hay nueva construcción. Hay puertas que no recordaba que estuvieran allí.

—Nike —Me habla Ares— ¿Quieres dormir conmigo?

—No —Contesto con seguridad

—Entonces vamos a donde será tu habitación —Toma de nuevo mi mano para guiarme— Sube con cuidado —Dice cuando llegamos a las escaleras— No quisiera que te sucediera algo

—Es gracioso que lo digas siendo tú quien me tiro al suelo —Le respondo

—No hubiera pasado sino hubieras salido corriendo de allí —Me dice sin mirarme

—Es normal que las personas hagan eso cuando intentan huir de alguien, Ares
—Digo enojada

—¿Por qué debería saberlo? —Me pregunta— Ni siquiera me dejaste explicar algo. Si iba o no con buenas intenciones no importa, porque tu solo me juzgaste y te fuíste, Nike

—Es cierto, pero de haberme esperado a que dijeras algo, que me hubieras dicho?
—Le pregunto— No es como si los hombres siempre tuvieran lindas palabras

—Nike, yo intentaba ayudarte —Me dice y hemos llegado al final de las escaleras—
Quería ayudarte para que no fueras llevada por Roám

—¿Ayudarme? —Pregunto— ¿Para que no fuera llevada por Roám pero si por ti?

—Claro que no, Nike —Me responde tranquilo— Quería decirte donde te quedaras hasta que nos fuéramos de allí. Un lugar seguro para ti, Nike —Se alborota el pelo como si se estuviera desesperando— Que salieras corriendo, que estés aquí, es todo tu culpa por no escucharme

—¿Es mi culpa? —Pregunto mas que molesta— Eres un idiota

—Hermanito —Una tercera voz se escucha a mis espaldas. Me detengo en seco al igual que Ares.

Ares me aprieta con fuerza la mano.

Giramos poco a poco. Veo en la puerta que acabamos de pasar a un apuesto hombre. Muy parecido a Ares.

—¿Apolo? —Finge una voz de sorprendido Ares— ¿Qué haces aquí?

—Oh pequeño, escuché que había llegado tu "media naranja" y quise ver si de casualidad no fue la media naranja que perdí yo —La voz de Apolo suena demasiado enojada.

Ares me aprierta con mas fuerza la mano— No seas ridiculo, Apolo

No sé si estén hablando en clave, no entiendo nada esta platica entre estos hermanos atractivos.

Sin duda me quedaría con Ares ahora mismo si todos en esta casa son así de atractivos. Digo, si voy a vivir una vida infeliz al menos que sea una casa llega de gente guapa.

—Sígueme, Nike —Dice Ares después de un silencio incomodo.

Ares tiene agarrada mi mano con mucha fuerza, siento que mi mano ya está muy roja. Avanzamos unas 3 puertas mas, y se detiene allí.

—Está es tu habitación —Dice Ares—
Entra, por favor

Entro a la habitación, y me rio. Es la misma habitación que tenía cuando vivía aquí. Casi no hay nada diferente, está tal y como lo había dejado. Es como si todo esto fuera una broma. Lo único que no hay son los cuadros que había dejado aquí. Fotos de mi padre, de mi madre,e inclusive fotos mías.

—¿Cuánto tiempo tienen en esta casa?
 
—Llegamos hace unos años. La casa quedo abandonada, mi padre quería un terreno muy grande para construir, y este fue el indicado —Me responde Ares— Había muchas cosas personales cuando llegamos a aquí

—¿En serio? —Lo miro a los ojos, y solo en este momento noto su color. Grises.

—Si, había muchas fotos de la familia.
Tuvieron un hija, dice mi padre que quizá por eso se fueron. Ya sabes lo que dicen. "Si una familia tiene una hija en estos momentos de la vida, es porque fueron maldecidos, si es un hijo fueron bendecidos"

—Oh entiendo —Respondo y me muerdo el labio para no decir más— ¿Qué hicieron con las fotos?

—Creo están abajo, en una sola habitación que usamos de almacén —Me dice— Te puedo enseñar después

—Si, eso quisiera —Le respondo— Gracias

—La puerta de a lado es mi habitación
—Me dice— Si necesitas algo, estaré allí. Te pediré que si quieres salir me digas, no te puedo dejar andar sola, o puede suceder lo mismo que con Roám. Nadie deja a su mujer andar sola al menos que sea ya una anciana.

—Entiendo —Respondo molesta




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